Homenaje en Armenia a los caídos durante la guerra en Artsaj
Se realizaron distintas actividades de homenaje en todo el país. Mientras la oposición profundiza su lucha contra el gobierno, las autoridades tratan de recomponer su imagen y de retomar el control político.
Redacción NOR SEVAN
El gobierno de Armenia decretó tres días de luto a partir del 19 de diciembre, para honrar a los caídos en la reciente guerra de Artsaj/Karabaj, donde extraoficialmente, desde Armenia y Artsaj, se habla de entre 5.000 y 7.500 víctimas fatales, además de miles de heridos y la destrucción de gran parte de la infraestructura civil en Stepanakert y otros poblados de Artsaj.
En la noche del 18 de diciembre, en Ereván, más de tres mil personas participaron en la marcha de las antorchas hacia el Cementerio de Yerablur, convocada por el Frente de 17 partidos opositores para homenajear a los caídos. Los manifestantes llegaron hasta el Panteón Militar del cementerio, donde se guardó un minuto de silencio y se ofició una misa.
El sábado 19, a las 13 horas, partió desde la Plaza de la República de Ereván hacia el Cementerio de Yerablur, la marcha oficial organizada por el gobierno de Nikol Pashinian. Al frente de la movilización estuvieron el primer ministro, el presidente del Parlamento, varios ministros, militares y soldados. La caravana fue encabezada por los autos oficiales y de custodia, que iban abriendo paso a la multitud.
Desde la mañana temprano, cientos de ex combatientes y familiares de los soldados caídos se concentraron en el cementerio con la firme decisión de impedir el paso de los funcionarios, a quienes acusan de haber traicionado a la patria y de ser culpables de la muerte de los miles de jóvenes soldados que perdieron sus vidas a los largo de los 44 días que duró la guerra.
La multitud que participó de la convocatoria oficial -calculada entre cinco y siete mil personas- fue recibida en el Cementerio de Yerablur por el repudio y la ira de los allí presentes, quienes al grito de "Pashinian traidor" exigían su renuncia y la de todo el gobierno.
Momentos de mucha tensión se vivieron allí, ya que las fuerzas policiales que custodiaron y acompañaron la marcha oficial, comenzaron a abrir paso entre la multitud para que Nikol Pashinian y las otras autoridades del país pudieran avanzar hacia el Memorial donde serán enterrados los caídos, mientras al mismo tiempo formaban cordones de seguridad para impedir un posible enfrentamiento entre oficialistas y opositores.
El primer ministro logró llegar al sector donde se encuentran enterrados los soldados y oficiales muertos, le rindió su homenaje, dialogó con algunos de los familiares allí presentes y luego se retiró junto a su comitiva.
A pesar de que se produjeron algunos empujones, que los insultos no cesaron -de uno y otro lado- y que fueron varios los intentos por traspasar los cordones de seguridad, la situación no se salió de su cauce y no hubo enfrentamientos masivos ni represión policial.
El mensaje de Nikol Pashinian
En un mensaje de video difundido antes de la marcha, Pashinian señaló: "Sin duda, los últimos 84 días han sido un desafío para nuestro pueblo. Hemos pasado y ahora estamos experimentando una pesadilla como nación. A veces parece que nuestros sueños se han desmoronado; a veces parece que nuestro optimismo ha disminuido, se cuestiona la efectividad de nuestras instituciones estatales. Como consecuencia de ello nos preguntamos: ¿qué haremos ahora, cómo viviremos después de esto, cuáles serán nuestros objetivos?".
Y continuó: "He asumido toda la responsabilidad que deviene del cargo que ocupo y he declarado que acepto humildemente cualquier veredicto de nuestro pueblo. Sin embargo, no puedo dejar de mencionar que si la idea de encontrar un chivo expiatorio es buena para satisfacer al corazón, para salir del enojo y la ira, de nada sirve en el caso que queramos entender completamente y en profundidad lo que sucedió, lo cual es indispensable para construir el futuro sin repetir nuestros errores y fracasos del pasado".
En su mensaje grabado, el primer ministro continuó con su análisis, afirmando que "ésto, por supuesto, no significa que no debamos examinar las circunstancias de la guerra, que no debamos identificar y enjuiciar a los responsables de episodios específicos". Pero aclaró que "necesitamos un análisis más profundo de la realidad, porque lo que sucedió no pudo ser el resultado de un hombre o un grupo de individuos, ni de uno o más años de errores. Debemos enfrentar la realidad y admitir que hemos cometido errores durante los últimos años; nuestros errores fueron sistémicos y conceptuales. Y todo esto ha tenido consecuencias que pueden incluso amenazan nuestras instituciones estatales".
En su extenso mensaje, Pashinian también destacó que "la repatriación de nuestros cautivos, la búsqueda de los desaparecidos y la estabilización de la situación en Armenia y Artsaj se encuentran entre los problemas más difíciles a resolver, y en eso se centran nuestros esfuerzos cotidianos".
Para finalizar, expresó que "debemos percibir el mundo de una manera nueva; debemos ver qué hacer, debemos repensar nuestro rol y nuestro protagonismo, debemos reevaluar nuestras capacidades de una manera distinta, principalmente en los campos de la educación, la ciencia y el desarrollo tecnológico; debemos reconstruir nuestros sueños y debemos volver a soñar. Y nuestros nuevos sueños deben traer una sonrisa al alma de nuestros hermanos mártires, a sus hijos, a la patria. Y será la realización de estos sueños la que traiga una sonrisa para todos nosotros".
La oposición
El mismo sábado por la tarde, mientras en el Cementerio de Yerablur la multitud oficialista rendía homenaje a los caídos, en la Plaza de la Opera el Frente de 17 partidos opositores, denominado Movimiento de Salvación de la Patria realizaba una nueva -y masiva- concentración de protesta, durante la que hicieron uso de la palabra los principales dirigentes de las agrupaciones políticas que conforman el Frente.
Vazkén Manukian, elegido como el candidato opositor a primer ministro para encabezar un gobierno de transición hasta la realización de nuevas elecciones, aseguró que si el gobierno encabezado por Pashinian continúa, Armenia corre peligro de "desaparecer del mapa político mundial". Para el ex primer ministro de Levón Ter Petrosian, transformado hoy en el candidato de distintas fuerzas de centroderecha y derecha, la guerra no debía haber estallado. Según él, "se necesitaba una gran ignorancia o una gran traición para fracasar en todas las negociaciones y perder a todos los aliados".
El empresario y político Gaguik Tsarukian, líder del Partido Armenia Próspera (principal fuerza opositora parlamentaria), sostiene que las actuales autoridades del país han mentido siempre y que planificaron y perdieron la guerra a propósito. Tsarukian, que está siendo juzgado por varias causas relacionadas a la evasión fiscal y a otros delitos económicos, afirmó que los problemas que aquejan al país y a la sociedad sólo podrán ser resueltos cuando se vaya el actual gobierno.
El ex diputado y uno de los hombres fuertes del ex gobernante Partido Republicano, Armén Ashotian, criticó públicamente la decisión de Pashinian de no participar de la reunión cumbre de Jefes de Estado de la Comunidad de Estado Independientes (CEI-ex Unión Soviética), que se llevó a cabo el fin de semana. "Esta inmundicia, verdadera estigma de la nación armenia, no tuvo el coraje de mirar a los ojos de Aliyev, incluso en el formato de una videoconferencia. Y todavía hay gente que piensa que el traidor Nikol, entregador de territorio, será capaz de continuar las negociaciones por Artsaj... La puesta en escena que preparó hoy el traidor en Yerablur fue más terrible que los 'Bairaktar' (NdeR.: aviones no tripulados turcos utiliados en la reciente guerra por Azerbaiyán), ya que a nuestros muchachos allí enterrados no los privó de la vida, sino del sentido de su muerte".
Por su parte, el ex embajador armenio en El Vaticano, Mikael Minasian, quien denunció públicamente el ofrecimiento de 5 mil millones de dólares que Aliyev le hizo al primer ministro Pashinian, dijo que “una Corte Panarmenia debería juzgar y castigar a Pashinian y su banda mafiosa por los cinco mil jóvenes muertos y por traición a la patria”. Minasian agregó que “de no ser así, se corre el peligro de que se creen tribunales populares y sea la gente la que busque, persiga y juzgue a los culpables”.
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