¿Doble agente y presidente de la Asamblea Nacional de Armenia?
La crisis política en Armenia se profundiza y pone en jaque la seguridad nacional.
Redacción NOR SEVAN
El pasado sábado 16 de enero, el ex embajador de Armenia en El Vaticano, Mikael Minasian -yerno del ex presidente y ex primer ministro Serzh Sargsian-, volvió a realizar declaraciones, pero esta vez sus dichos no sólo sacudieron el ambiente político, sino que en este caso concreto, produjeron un cimbronazo en la estructura estatal relacionada a los servicios de inteligencia y a la seguridad nacional del país.
Minasian afirmó que el actual presidente de la Asamblea Nacional de Armenia, Ararat Mirzoyan, uno de los principales dirigentes del actual gobierno y hombre de confianza del primer ministro Pashinian, fue reclutado por los servicios de inteligencia de Turquía en 2005. Y cuando el Servicio de Seguridad Nacional (SSN) de Armenia lo descubrió, lo intimó a incorporarse a sus filas, por lo que comenzó a actuar como un doble agente.
Según lo narrado por Mikael Minasian, en aquel entonces Mirzoyan era un joven que trabajaba en el Museo Instituto de Genocidio -que funciona en el Complejo Memorial de Dzidzernagapert- y se hizo visible a los ojos de los servicios turcos cuando viajó a los Estados Unidos a seguir sus estudios. Minasian afirma que Ararat Mirzoyan pasó información sobre los proyectos, actividades y los archivos existes en el museo o en proceso de recopilación sobre el genocidio armenio
En su versión, Minasian sostiene que cuando el SSN armenio se aseguró de la condición de Mirzoyan como agente del servicio de inteligencia turco, lo llamó a una reunión, ahí se le presentó todo lo que sabía sobre él y sus actividades de espionaje en favor de Turquía, y a cambio de no sufrir un castigo penal prolongado -por traición a la patria-, se le ofreció cooperar con el SSN de Armenia. Mirzoyan dio su consentimiento por escrito y ahora Minasian exhibió públicamente esa nota, supuestamente firmada por el actual presidente parlamentario.
"Sólo Dios sabe qué información le transmitió a los turcos, qué le dijo a los servicios especiales de Armenia, que les dijo a unos de los otros y qué dijo de todos nosotros. El joven, aconsejado por los turcos, comenzó a colaborar con Nikol Pashinian y se transformó en un destacado representante del equipo de Pashinian. Pasó el tiempo, y los turcos y azerbaiyanos organizaron un golpe de Estado en Armenia", así explicó el ex embajador de Armenia en El Vaticano la llegada de Pashinian al poder en mayo de 2018 y el nombramiento de Ararat Mirzoyan como Presidente de la asamblea Nacional.
Minasian asegura que Pashinian estaba al tanto de que Mirzoyan era doble agente y por eso igual lo promocionó como la segunda figura pública del país, "ya que todo esto lo hicieron juntos". Para Minasian, "Mirzoyan representa los intereses de Turquía en Armenia".
Ararat Mirzoyan rápidamente salió al cruce de los dichos del ex embajador. "La denuncia de Minasian debería ser debidamente criminalizada, él debería rendir cuentas por esta falsa acusación de traición", escribió en Facebook.
Minasian pidió que el escrito presentado por él como prueba sea analizado por peritos calígrafos y que ellos determinen si se trata o no de la letra y la firma de Mirzoyan.
"El Servicio de Seguridad Nacional hace un llamado a este individuo en particular, así como a todas las personas y organizaciones que utilizan prácticas inadmisibles similares, para que descarten desinformar o engañar a la sociedad. En esta situación, el SSN insta a nuestros compatriotas a no dar crédito a estas publicaciones falsas y basarse en el contenido de la información oficial proporcionada por los órganos correspondientes de la República de Armenia", dice el comunicado oficial emitido por el SSN.
Más allá de que aún quedan muchas cuestiones por constatar, una denuncia de estas características, ante todo, generaría que la propia Asamblea Nacional convocara a las partes involucradas para aclarar qué hay de cierto en todo esto, o si simplemente se trató de un hecho más de la ya tan acostumbrada práctica a la que nos tienen acostumbrados los gobiernos de las repúblicas y republiquetas capitalistas, donde generalmente las denuncias sobre delitos, actos de corrupción o acciones reñidas con los deberes y responsabilidades de cualquier funcionario, dirigente público o individuo, están simplemente destinadas a neutralizar políticamente al opositor de turno y no para ponerle fin al delito y juzgar (y encarcelar, si es necesario) a todos los involucrados en él, desde el presidente hasta el último de los ciudadanos (sea su actividad indistintamente pública o privada).
"Considero suficientes los dichos del Servicio de Seguridad Nacional y del propio Ararat Mirzoyan", dijo el Vicepresidente parlamentario Alen Simonian, correligionario de Mirzoyan en la Alianza Mi Paso.
Cuando un periodista le preguntó si el tema sería tratado en la Asamblea Nacional, Simonian respondió: "¿Para qué? ¿Cualquiera dice algo y tenemos que venir corriendo para tratarlo en el parlamento? El es mi colega, mi compañero de lucha. Para mi, hasta que se analice ese documento, todo está muy claro. Estoy seguro que quienes quieren aprovecharse de eso, en los últimos tiempos eligieron una mala estrategia y están irritando a la gente con noticias falsas".
Sin embargo, ayer y hoy hubo novedades. Según distintos medios de prensa, el Servicio de Seguridad Nacional, que en primera instancia había rechazado los dichos del ex embajador, ahora decidió la apertura de una investigación oficial para averiguar cómo se filtró la información. Por su parte, la Fiscalía General abrió una carpeta de oficio con todas las noticias publicadas al respecto y le pidió información al SSN. "Debe ser investigada la cuestión de la existencia de un corpus delicti de acuerdo con los artículos 180-181 del Código Penal y si se debe iniciar o no un caso penal", dijo Gor Abrahamian, Asesor de la Fiscalía General de Armenia.
A pesar de estos movimientos en dos frentes del Estado (justicia y seguridad), queda claro que para unos y otros -oficialistas y opositores- no es más que una rencilla política con el fin de desacreditarse mutuamente.
Quizás en algunos días haya novedades al respecto. Mientras tanto, Armenia sigue sumida en una crisis profunda donde las partes en disputa demuestran a diario que sólo piensan en el poder y en los beneficios sectoriales que brinda tenerlo. No hay objetivos únicos, ni patriotismo, ni ideas de progreso y bienestar colectivos. Decenas de partidos, intereses sectoriales, defensores de tal o cual potencia, planes económicos elaborados en laboratorios de la usura internacional
Una vez más el presente se transforma en el mejor argumento para sostener que fue durante las siete décadas de socialismo y en el marco del Estado Plurinacional Soviético que el pueblo armenio logró vivir seguro y crecer, construyendo un poderoso Estado que le garantizó el desarrollo constante de todos los aspectos que hacen a su identidad nacional, en paz y confraternidad con los pueblos hermanos de la URSS y con los pueblos vecinos.
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