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El Golpe de Estado del 12 de septiembre de 1980 en Turquía

  • Foto del escritor: Redacción NOR SEVAN
    Redacción NOR SEVAN
  • 10 feb 2021
  • 3 Min. de lectura

Historias del criminal golpe militar, que dejó cientos de miles de víctimas entre muertos, desaparecidos, encarcelados y exiliados, y las reuniones con los líderes revolucionarios y opositores de izquierda turcos y kurdos en Beirut, París y Damasco.

1980-1982 Hamo Moskofian


Desde el primer día del Golpe de Estado de la Junta Militar encabezada por Kenan Evrenist en Turquía, se produjeron arrestos masivos, tortura, farsas judiciales, asesinatos, ahorcamientos y otros tipos de inhumanas prácticas dictatoriales utilizadas para enfrentar a los movimientos populares en Ankara. Más de 150 mil ciudadanos fueron arrestados y arrojados a las celdas de la horrible prisión de Mamak y otras. Miles de revolucionarios, líderes progresistas de izquierda y militantes tuvieron que refugiarse en los países vecinos de Oriente Medio y Europa.


Tuvimos la oportunidad histórica de encontrarnos y familiarizarnos con los líderes y miembros de algunas organizaciones legendarias, partidos políticos de Turquía que desde la década de 1970 habían luchado contra las continuas dictaduras y estados policiales, para establecer la democracia y la justicia, enfrentando la oscura historia que iba desde el sultán Abdul Hamid, «Etihad ve Terakki», Ataturk, hasta la llegada de Kenan Evren. Después del genocidio, deportación y “turquificación” de armenios, sirios, kurdos, zazas y otras “minorías”, ahora ¡le había llegado el turno a las élites de la propia nación turca! Todo intelectual prominente, líder de oposición política o militante, incluso periodista y escritores, fueron eliminados físicamente, aterrorizados, deportados en el llamado "Turkiye Cumhuriyeti". Incluso esas políticas y prácticas inhumanas no atemorizaron a los valientes revolucionarios y luchadores por la libertad de la República Turca, quienes “respondieron” a los feroces escuadrones de la policía secreta y sus informantes con valientes actos revolucionarios.


Turquía se convirtió en campo de batalla donde se enfrentaron los partidos y movimientos revolucionarios marxistas de izquierda contra los “lobos grises” fascista-panturanistas del régimen, con un saldo de cientos de miles de personas heridas, asesinadas o encarceladas. El pico de estos hechos fue la dictadura fascista de Kenan Evren de 1980 y sus horribles crímenes, por los cuales nunca fueron castigados. El mismo "generalísimo" Evren murió cómodamente en su cama, sin disculparse ni lamentarse por las masacres cometidas por su Junta, y encima, descaradamente, ¡las presentó en páginas a todo color en los medios de comunicación turcos entre 1980 y 1985!

El Partido Comunista Leninista turco, "Iscinin Sesi", "THKP- Acilciler", "Devrimci Sol", "Devrimci Yol", "Partizan", "PKK", "Rizgare", entre otros, junto con sus camaradas y hermanos revolucionarios de las organizaciones palestinas "Al-Jebhe Al -Falastiniye" (Mouhamad Abbas y Talaat Yaacoub), FATH (Yaser Arafat, Emin al-Hindi y Abou Ayad), "Al Jebha Al Demokratiye" (Nayeh Hawatmeh), "Al jabhe Al shaabiyeh" (George Habash), Jabhat Al Nidal (Samir Ghoshe), continuaron la lucha con los legendarios líderes kurdos Ocalan y Talibani, el tunecido Hezb Al Shaab Al-Tounizi, Acción Directa de Francia, Baader-Meinhof (Andreas Baader y Ulrike Meinhof), el antifascismo italiano, el ESALA (Ejército Secreto Armenio para la liberación de Armenia Occidental)... Todos estaban en Beirut.


Pero también estaban los espías turcos del MIT, y la CIA, KGB, DST, MOSSAD y, por supuesto, los agentes de inteligencia sirios, egipcios, tunecinos y argelinos, que intentan recopilar la mayor cantidad de información posible, ya que las organizaciones revolucionarias antes mencionadas organizaban operaciones militares contra los fascistas turcos y contra el sanguinario y carnicero Estado sionista-racista, y también manifestaciones, conferencias y mitines de protesta frente a sus oficinas de representación en Londres, París, Estocolmo, Viena, Ginebra, Estambul, Beirut, Damasco, Argelia...


La presencia de los partidos políticos progresistas y revolucionarios turcos con sus camaradas kurdos y armenios -que también mayoritariamente integraban las filas del movimiento revolucionario palestino y del movimiento patriótico libanés-, terminó el 5 de junio de 1982 después de la agresión al Líbano y la ocupación israelí.


La mayoría de las personalidades destacadas que había conocido durante ese glorioso período de tiempo fueron asesinadas o arrestadas por el ejército israelí en el sur del Líbano, otras deportadas de Beirut con las Fuerzas Armadas palestinas a Siria o Egipto. Después de años hubo quienes pudieron regresar a Turquía y quienes se transformaron para siempre en exiliados políticos en Europa o América, donde se convirtieron en destacados intelectuales, historiadores, escritores y conferencistas en universidades famosas.


Afortunadamente, después de ser gravemente herido el 11 de mayo de 1982 en Beirut, fui trasladado en avión a un hospital en Rumania, al balneario Eforie Nord del Mar Negro, desde donde seguí los trágicos acontecimientos del Líbano por la televisión o por el periódico, ya que entonces no había internet.

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