Difunden en el extranjero la persecución que sufre la Iglesia Armenia por parte del gobierno de Pashinian

Ponerle freno a la política agresiva de Pashinian contra la Iglesia Apostólica Armenia y a los sistemáticos ataques del primer ministro y de otros funcionarios de Estado contra los líderes religiosos y de la oposición, debe ser prioridad, ya que está en peligro la armenidad toda.

Pashinian y el excomulgado Stepán Asatrian

Reacción NOR SEVAN

Recientemente, el reconocido internacionalmente abogado Robert Amsterdam, letrado de origen estadounidense-canadiense especializado en defensa política y derechos humanos, publicaba en sus redes sociales: "La semana pasada tuve una serie de reuniones en París, cuyo objetivo principal era presentar ante la opinión pública internacional y exponer las acusaciones infundadas y falsas que el primer ministro armenio Nikol Pashinian le atribuye a la Iglesia apostólica armenia y a la oposición política".

De esta forma, a nivel internacional, se suma una nueva voz intentando romper "el muro de silencio" construido oficialmente por Occidente, el panturquismo y el sionismo, para proteger al mejor de sus representantes en el Cáucaso.

Si bien la prensa internacional -dominada por las corporaciones monopólicas al servicio de los grupos de poder dominantes- hace mención cada tanto a "conflictos internos" y a una "cierta situación de inestabilidad política" en Armenia, sus informaciones están destinadas a crear la imagen de un jefe de gobierno (Pashinian) que intenta establecer la paz con sus vecinos, incluyendo a países con quienes mantiene diferencias históricas (como Turquía y Azerbaiyán), que trata de modernizar su sociedad, afianzar la democracia, profundizar su independencia política y ampliar las libertades ciudadanas, pero que es obstaculizado por Rusia, la Iglesia Apostólica Armenia, las comunidades de la diáspora y, por supuesto, por la oposición política y social del país, casi todos ellos "agentes del Kremlin"...

Por eso, en este lado del mundo, con una Europa "asfixiada" por el antirrusismo y el neofascismo, con Estados Unidos y Gran Bretaña en un nivel elevado de su tradicional prepotencia pirata e imperial, y con el "lógico rebote" que esta situación genera en nuestras sumisas repúblicas tercermundistas -dominadas también desde los comunicacional por los defensores de los intereses de Occidente y el sionismo-, casi nadie sabe que en Armenia, la Iglesia cristiana más antigua del planeta, sus líderes y sus fieles, son perseguidos desde el propio Estado nacional armenio, en estos momentos al mando de Nikol Pashinian.

La determinación tomada por el abogado Robert Amsterdam -de no sólo criticar a viva voz el accionar del gobierno armenio contra la Iglesia, sino también de comenzar a difundir el tema en otros espacios para multiplicar la voces y la solidaridad- resulta muy importante, ya que a pesar de que la abrumadora mayoría de las instituciones que conforman la poderosa diáspora armenia de los cinco continentes no se sumó a la avanzada antiecleciástica de Pashinian, no son -aún- muchas las voces que condenen públicamente el accionar antipatriótico, vergonzoso e inconstitucional del gobierno armenio.

Aquí, en nuestro país, en la nota titulada "Armenia: entre el conflicto interno y las nuevas ecuaciones geopolíticas", publicada el pasado 8 de diciembre de 2025 en el diario La Prensa, Alejandro Valenzuela escribió: "Según es público y notorio, el gobierno de Ereván propugna la destitución del Patriarca Supremo y Katolicós de Todos los Armenios, Karekin II, jefe de la Iglesia Apostólica Armenia, mediante procedimientos improcedentes, discrecionales e injustificados. El propio primer ministro declaró que él puede comandar formalmente el movimiento destituyente cuando, por reglamento, no lo puede hacer porque la sustitución le corresponde únicamente al Consejo Nacional de la Iglesia, la cual, por cierto, está alineada con su jefe espiritual.

Innumerables testimonios de cristianos armenios enfatizan que el gobierno, a través del hostigamiento, el amedrentamiento, las campañas difamatorias en medios convencionales y en redes sociales, el procesamiento judicial, el encarcelamiento del clero y, ahora, un divisionismo incipiente entre los religiosos, pretende minimizar la resistencia de dicha Iglesia y cooptarla vehemente para readaptar a los fines de su agenda de supervivencia en el poder".

El arcipreste Nikolai Balashov, asesor del Patriarca Kirill, líder de la Iglesia Ortodoxa Rusa, expresó su solidaridad con los creyentes armenios y condenó enérgicamente la intromisión de los funcionarios estatales armenios en los asuntos de la iglesia, e hizo referencia a los “graves insultos” públicos emitidos, que provocaron sentimientos “de vergüenza e indignación”.

“Los permanentes intentos de interferencia descarada por parte de representantes de las autoridades seculares en la vida interna de la institución espiritual nacional más importante, con una historia centenaria sobre sus espaldas, son inaceptables y merecen nuestra condena”, dijo el arcipreste Balashov.

El historiador y teólogo armenio de origen ruso Vladimir Petunts, que imparte cursos de cultura armenia en la Universidad de Ereván, publicó una nota sobre estos acontecimientos en el periódico ruso Novaya Gazeta, en la que puntualiza que "lo que sorprende es la gran religiosidad de los armenios, que confían más en la Iglesia que en las estructuras políticas". Petunts incluye en su análisis a las comunidades armenias en el extranjero y a su postura con respecto a la iglesia armenia. "Existe una enorme diáspora armenia en muchos países del mundo, con diferentes actitudes hacia la Iglesia y la religión, pero para todos la Iglesia Apostólica sigue siendo el símbolo de la identidad armenia".

El sitio web Actualidad (con noticias y análisis de la vida de la iglesia), publica una nota que comienza destacando, que "el primer ministro armenio inició un enfrentamiento con la Iglesia Apostólica Armenia (IAA), una institución milenaria y pilar de la identidad nacional, que no es católica. El 10 de junio de 2025, en un mensaje publicado en Telegram, Nikol Pashinian pidió la destitución de su líder supremo, el Katolicós Karekín II".

Luego de hacer historia sobre el conflicto desatado, Actualidad puntualiza que "la cruzada de Nikol Pashinian contra el líder de la IAA se inscribe en un contexto más amplio: su proyecto de transformación de Armenia, bautizado como 'Armenia real'. Lanzada en febrero de 2025, tras la pérdida definitiva de Nagorno Karabaj, esta doctrina aspira a pasar la página de las reivindicaciones territoriales para reagrupar al país detrás de la modernización económica y social".

"Según la opinión del primer ministro, la Iglesia está demasiado apegada a la memoria de Nagorno Karabaj y al concepto de 'Gran Armenia' -una visión que engloba los territorios históricos hoy bajo control turco o azerbaiyano-, y representa un obstáculo para esta reorientación estratégica", concluye el sitio web dedicado a temas eclesiásticos.

Para Logan Luit, del Instituto de Ciencias Políticas de la Universidad de Leiden, el enfrentamiento con la iglesia armenia es el precio interno que estaría pagando el primer ministro por el acuerdo firmado con Aliyev con la mediación de Trump.

"El acuerdo no ha sido tan celebrado dentro de Armenia como a nivel internacional. En Armenia, el acuerdo se produce en medio de una confrontación cada vez más enconada entre el gobierno de Pashinian y el líder de la Iglesia, el Katolicós Karekin II. La Iglesia es un pilar de la identidad nacional armenia, un conducto eficaz para promover los intereses de una patria pequeña y con recursos limitados, especialmente en la diáspora", sostiene Luit.

Para él, "este choque entre la Iglesia y el Estado, sin embargo, no es solo una disputa interna" y "se corre el riesgo de poner en grave peligro la ya limitada capacidad de Armenia para proyectar poder en el escenario internacional". "Como Estado pequeño, Armenia a menudo ha recurrido a su diáspora como herramienta diplomática: según algunas estimaciones, más del 70% de las personas de origen armenio viven fuera de Armenia. Muchas de esas comunidades  se conectan con la patria a través de las redes transfronterizas de la Iglesia Apostólica. Un puente debilitado, o incluso destruido, entre la Iglesia y el Estado corre el riesgo de aislar a Ereván de gran parte de su red de apoyo internacional más confiable, en un momento de vulnerabilidad y cambio sin precedentes", subraya el politólogo.

Luego de la victoria electoral obtenida por el partido de Pashinian en Vagharshapat, el sitio web AzerNews publicó una nota firmada por Elnur Enveroglu, donde no sólo se analiza el resultado electoral, sino también la disputa de Pashinian con la Iglesia. "Las últimas declaraciones del primer ministro armenio, Nikol Pashinian, interpretando la victoria de su partido en Vagharshapat como un mandato para desafiar la autoridad del Katolicós Karekin II, revelan mucho más que una simple disputa con la Iglesia Apostólica Armenia. Revelan la encrucijada ideológica en la que se encuentra Armenia: entre las antiguas instituciones -que simbolizan la identidad histórica- y un liderazgo político decidido a reinventar la trayectoria del país tras décadas de aislamiento regional, derrota militar y estancamiento económico".

Luego, el periodista azerbaiyano pregunta: "¿El enfrentamiento de Pashinian con la Iglesia se centra realmente en la consolidación de la paz? ¿O se trata más bien de consolidar el poder para impulsar un realineamiento controvertido, pero económicamente necesario?".

El sitio web Nudo Caucásico publicó una nota sobre la reciente visita de Pashinian a Moscú y sobre la masiva manifestación de protesta que se llevó a cabo frente a la representación diplomática armenia en la capital rusa.

El cronista narra lo sucedido frente a la embajada armenia y describe el contenido de algunas pancartas y banderas que portaban los manifestantes: "Manos fuera de la Santa Iglesia Apostólica Armenia. Estamos con Echmiadzín", "Libertad para nuestros sacerdotes", "Libertad para todos los presos políticos armenios". También destacó que uno de los oradores dijo: "Las acciones de las autoridades armenias están causando división en la sociedad y la Iglesia armenias. Quieren convertir a Armenia en Ucrania".

La semana pasada, el Aram I, Patriarca Katolicós de la Gran Casa de Cilicia, con sede en el Líbano, denunció la campaña "inconstitucional e inaceptable" del gobierno armenio, afirmando que "podría conducir a la destrucción no sólo de la iglesia, sino también de la república y de la nación".