No es por sus letras...

Nuestra compañera nos cuenta en primera persona la lucha de decenas de miles de españoles por la inmediata libertad del rapero Pablo Hasel. Crece la solidaridad internacional.

Lusiné Karapetian, Catalunya

¿Cuántas veces nos han bombardeado por la radio o por la televisión con canciones que fomentan la drogadicción, la violación, el racismo y mil barbaridades más? Hemos escuchado a niños y adolescentes cantar estas canciones. Hasta hemos visto a estos personajes que se hacen llamar "músicos" recibir premios como mejor artista del año. Estos mismos que han sido entrevistados por la televisión y tratados como héroes cuando han estado acusados por tráfico de drogas, maltrato y amenazas. Pero resulta que estos angelitos juegan un papel fundamental para este sistema putrefacto.

Y si tú sirves al sistema, el sistema te pone todo en bandeja. Y al final todas esas acusaciones quedan en nada porque "tienes mucho flow".

Pablo Hasel, un joven rapero Catalán (Lleida), en estos momentos está encarcelado. Vamos a decir que es por su comportamiento (eso es lo que nos quieren hacer creer los medios de comunicación). ¿Cuántos comportamientos miserables hemos visto por la televisión por parte de músicos, actores etc.., (puñetazos, golpes, y lo que es peor acosos sexuales) y al final todo eso queda en nada, porque "tienen mucho flow"? Y hablando de flow, aquí en España eso se traduce "ser un campechano".

Pues bien, Pablo Hasel en sus letras "dispara" contra ese campechano que no es nada menos que el Juan Carlos I de España (es el ex jefe de Estado), un "ejemplo" para todo los españoles... Paraísos fiscales, dinero robado, amantes, juergas. Que al final terminó huyendo al "paraíso de la democracia" -Emiratos Arabes Unidos-. Sólo él puede arreglar todo con un “lo siento mucho. Me he equivocado y no volverá a ocurrir”. Porque tiene mucho flow o lo que es lo mismo: es muy "campechano".

Pablo Hasel en sus letras también dispara sobre Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Sí, disparar letras es una forma metafórica de hablar. Los disparos a cinco inmigrantes por la guardia civil que murieron tiroteados en Ceuta tras intentar saltar la valla es tan real como la vida misma.

El caso Linares hace apenas 3 semanas, donde dos agentes de la Policía Nacional propinan una paliza a un hombre y a su hija menor. La agresión derivó en una revuelta de vecinos y eso no terminó allí, los agentes hirieron a dos manifestantes al disparar munición real. La Policía Nacional, siguiendo el ejemplo del ex jefe de Estado Juan Carlos I (como debe ser), lo calificó como disparos “por error”. Como sucedió con una joven manifestante que perdió uno de sus ojos como consecuencia de los disparos policiales con balas de goma.

En España utilizan mucho el término "casos aislados". Te dirán que esos son casos aislados. ¡Pues no, no son casos aislados! El caso Alsasua, Valtonyc, Próces. Decenas de presos antifascistas se pudren desde hace décadas en las prisiones españolas. Mientras, los nazis campan por sus anchas por las calles de España. Se manifiestan y son custodiados por las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.

Nosotros no tenemos flow y no somos escuchados ni por la televisión ni por la radio (que está controlada por ellos mismos). Y nos habéis enseñado que ser pacíficos es algo inútil, que votando no se cambian las cosas. Vosotros herederos de tronos y nosotros herederos de nada. Somos de la vieja escuela, ya saben, jornadas de 8 horas, sistema sanitario gratuito y universal, sistema educativo totalmente público y gratuito, derechos de la mujer... Y sabemos que nada nos fue regalado, ni con flores ni con abrazos.

En fin, como diría camarada Lenin, "el pacifismo y la prédica abstracta de la paz son una forma de embaucar a la clase obrera y que no se rebele contra su opresor".

No es Pablo Hasel, es el Estado, es el sistema.