El rol de la OTAN en la crisis ucraniana

Un importante testimonio reveló que el presidente francés Emmanuel Macron le confesó que el conflicto en Ucrania es responsabilidad de la OTAN.

Por Emiliano Lomlomdjian

Un actor central en la crisis ucraniana del que poco se habla en Occidente es la OTAN. Porque si de conflictos se trata, los hechos recientes muestran que la Alianza Atlántica, desde su fundación, no ha sido una mera espectadora de lo que ocurre en el mundo, sino una protagonista clave, sobre todo, en lo que pasa en Europa oriental y en los países post soviéticos.

Recientemente un importante testimonio rompió con el silencio atlantista. Durante el Festival del diario italiano Il Fatto Quotidiano en Roma, Jeffrey Sachs, director del Centro para el Desarrollo Sostenible de la Universidad de Columbia de Estados Unidos, reveló que el propio presidente francés, Emmanuel Macron, le confesó en privado que el conflicto en Ucrania es responsabilidad de la OTAN.

“Al otorgarme la Orden de la Legión de Honor, Macron me confió en privado lo que jamás declara abiertamente: esta guerra es culpa de la OTAN. Quiero que lo sepan, ya que me resulta desagradable", comentó

Así, el economista estadounidense comentó lo que los líderes europeos jamás se atreven a decir en voz alta, pero lo que desde el Sur Global se viene denunciando hace tiempo.

Sachs expresó que este conflicto no empezó con la operación especial militar en 2022, sino que en 2014 con el golpe de Estado en Ucrania apoyado por Estados Unidos, posterior al Euromaidán. Durante su intervención virtual, señaló que desde entonces Europa no solo ha fallado en promover la paz, sino que agita la rusofobia, alienta la militarización y que muchos de sus líderes “quieren hacer la guerra”.

"La paz se habría logrado inmediatamente si la UE hubiera apoyado una Ucrania neutral, en lugar de una como parte de la OTAN", dijo.

Y ahora, lejos de buscar una solución diplomática, los líderes de Occidente redoblan la apuesta. Esta semana comenzaron los ejercicios militares "Relámpago" en Estonia, país fronterizo de la Federación Rusa, con 3.000 efectivos de los países miembros de la OTAN como EEUU, Reino Unido, Francia, Canadá, Letonia y Estonia.

Con este movimiento se ratifica otra de las denuncias de Sachs, quien afirmó que “esa ha sido la postura que ha llevado a este conflicto en primer lugar”. “La idea de que podemos hacer lo que queramos, incluidos golpes de Estado, y luego intentar colocar nuestros sistemas de misiles y nuestras fuerzas armadas justo en la frontera con Rusia, sin que Rusia tenga nada que decir al respecto. Si Europa sigue con esta postura, conseguirá que todo el mundo salte por los aires”, detalló.

Al mismo tiempo que comienza este entrenamiento militar frente a la supuesta “amenaza rusa”, la Comisión Europea se prepara para anunciar su 19° paquete de sanciones contra la Federación Rusia y se montan provocaciones como las supuestas incursiones de drones en el espacio aéreo de Polonia y Rumanía.

Casualidad o pretexto, lo cierto es que todo esto contribuye a una sola cosa: escalar el conflicto.

Lo más llamativo es que algunos Gobiernos europeos aún niegan que la OTAN sea parte fundamental de la crisis ucraniana. El ministro de Asuntos Exteriores polaco, Radoslaw Sikorski, afirmó durante su reciente visita a Kiev que el bloque atlantista no está en conflicto con Rusia.

Pero desde Moscú, el portavoz presidencial Dmitri Peskov fue categórico: “La OTAN proporciona apoyo tanto indirecto como directo a Kiev". "Por lo tanto, podemos afirmar con absoluta certeza que la OTAN está en conflicto con Rusia", aseveró.

También la reunión en París de la "Coalición de los dispuestos" ratifica estos dichos del vocero ruso. La semana pasada en la capital francesa se reunió este grupo presidido por el presidente Emmanuel Macron y el primer ministro de Reino Unido Keir Starmer para preparar el despliegue de tropas internacionales en Ucrania tras un alto al fuego. Así, finalmente las tropas de la OTAN se desplegarían en suelo ucraniano, incumpliendo con las garantías de seguridad que propone Moscú.

Lo presentan como “garantías de seguridad”, pero desde el Kremlin fueron tildadas como una provocación para prolongar la crisis. El propio canciller ruso Serguéi Lavrov aseveró que Europa propone una intervención extranjera en parte del territorio ucraniano, lo cual es absolutamente inaceptable para Moscú.

Todos estos hechos demuestran que, al fin y al cabo, el diálogo está bloqueado desde Occidente porque, tras la reunión en Estambul entre Kiev y Moscú, las dos rondas de negociación en la ciudad turca, la Cumbre de Alaska entre Vladímir Putin y Donald Trump y la invitación del presidente ruso a Zelenski a viajar a Moscú para conversar, Zelenski rechazó la propuesta de viajar a la capital rusa.

Como dijo Peskov, Kiev está retrasando de manera artificial el proceso de resolución pacífica del conflicto: “No hay flexibilidad en la posición ucraniana y el régimen de Kiev no está dispuesto a efectivamente comenzar conversaciones serias”.

En definitiva, la OTAN y su títere régimen de Kiev no defienden la paz, la obstaculizan y alientan a la continuidad del conflicto. Desde su expansión hacia el Este hasta su negativa a reconocer las preocupaciones de seguridad rusas, la Alianza Atlántica puso a Europa en crisis y ahora amenaza al resto de la región.