Rusia pidió el inmediato desbloqueo total del Corredor de Lachín

El Ministerio de Relaciones Exteriores publicó hoy los dichos de su vocera oficial, donde deja claro que los pasos tomados por Bakú son violatorios de la Declaración Tripartita firmada el 9 de noviembre de 2020 entre los líderes de Rusia, Armenia y Azerbaiyán.

Por Adrián Lomlomdjian

Azerbaiyán llevó adelante una nueva medida ilegal y provocadora, que no sólo continúa con la serie de medidas que violan los compromisos asumidos por Bakú en varios documentos firmados por sus máximas autoridades (con Armenia, con Armenia y Rusia y con otros actores internacionales), sino que se transforman en una demostración de la importancia que tienen para Azerbaiyán las recomendaciones de la ONU, del Tribunal de la Haya, del Parlamento Europeo y de otras organizaciones internacionales y continentales, cuando las mismas contienen críticas a su accionar.

Esta actitud azerbaiyana puesta de manifiesto en los últimos meses, no es más que la lección bien enseñada por el gobierno de Israel -y mejor aprendida por Bakú- en cuanto a intentar llevar adelante una política genocida contra otro pueblo, a quien se le quiere arrebatar sus territorios ancestrales, sin tener que recurrir a una “deportación” que pueda ser catalogada de crimen de lesa humanidad, como la organizada por los turcos en la primer guerra mundial y por los nazis alemanes en la segunda guerra mundial, entre otros.

Por eso, tal cual sus “maestros” lo hacen desde hace más de siete décadas en Palestina, Azerbaiyán comenzó a aplicar gran parte de esa metodología en Artsaj: disparan contra los pobladores civiles que trabajan la tierra, cortan sistemáticamente el suministro de agua-gas-electricidad, utilizan altavoces para proferir consignas antiarmenias y para intimarlos a abandonar sus tierras, atacan de noche y madrugada sobre ciudades y aldeas mientras la gente duerme, instalan un checkpoint en la frontera entre Karabaj y Armenia, requisan los autobuses que trasladan menores y mujeres y los amenazan, prohiben el traslado de enfermos a hospitales de Armenia y la llegada de medicamentos y alimentos a Karabaj.

Mientras tanto, los soldados rusos en Karabaj continúan cumpliendo su rol mediador y garantizando la seguridad de los 120 mil armenios que habitan Artsaj, intentando a la vez que la escalada del conflicto preparada desde Occidente -con el beneplácito de Azerbaiyán, Turquía, Israel y, lamentablemente, los sectores prooccidentales armenios- no se concrete.

Ayer, 22 de junio, las fuerzas armadas de Azerbaiyán instalaron una barrera de hormigón para bloquear el denominado “camino de la vida” para los habitantes de Karabaj -entre ellos, 30 mil niños-, ya que es la ruta que los conecta con Armenia y el mundo exterior. Esta medida continúa a la tomada hace una semana atrás, cuando luego de la provocación montada con el mástil y la bandera en el puente Hakari, Bakú decidió cerrar totalmente el paso de los vehículos, incluídos los del Contingente de Paz ruso y de la Cruz Roja Internacional, quienes trasladan enfermos, medicamentos y alimentos.

Recordemos que luego de la sentencia del Tribunal de la Haya, que obligaba a Bakú a levantar el bloqueo, Azerbaiyán no sólo sigue incumpliendo dicha obligación, sino que construyó el puesto de control en la frontera y cerró totalmente la conexión de Artsaj con Armenia.

Hoy, el pueblo de Karabaj está aislado, no recibe medicamentos ni alimentos, la crisis humanitaria se acrecienta y, mientras tanto, Azerbaiyán continúa su política hacia la concreción de la limpieza ética de armenios.

Rusia parece haberse visto obligada -quizás por la sumatoria de acontecimientos que se vienen sucediendo, con la presencia de Occidente, no sólo en Artsaj, sino también en Armenia- a poner en segundo plano su rol mediador.

“En relación con el bloqueo de la entrada al corredor de Lachin por parte de Azerbaiyán, llamamos la atención sobre el hecho de que tales acciones son una violación de las disposiciones de la Declaración de los líderes de Rusia, Azerbaiyán y Armenia del 9 de noviembre de 2020. Estos pasos conducen a una escalada de la tensión y no contribuyen a mantener una atmósfera normal en torno al proceso en curso para la normalización de las relaciones entre Azerbaiyán y Armenia, con la ayuda rusa. Pedimos a Bakú que desbloquee completamente el tráfico a lo largo del Corredor de Lachin”, enfatizó, sin dobles tintas, la representante oficial del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, Maria Zakhárova.

También reiteró a ambas partes la importancia de la estricta adhesión a los acuerdos trilaterales alcanzados entre Rusia, Azerbaiyán y Armenia al más alto nivel, así como la moderación y la comprensión de la responsabilidad de cada uno para garantizar la seguridad en el área del corredor de Lachin.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de la República de Artsaj (Nagorno Karabaj), emitió una declaración sobre el bloqueo total en curso del país, y pidió a los signatarios de la Declaración Trilateral del 9 de noviembre de 2020, que tomen todas las medidas necesarias para garantizar el estricto y pleno cumplimiento de sus obligaciones internacionales.

“La parte azerbaiyana instaló bloques de hormigón en el puente de Hakari, bloqueando completamente la calzada de la única vía de vida que conecta Artsaj con Armenia, y haciendo técnicamente imposible que los vehículos se muevan por ella. Así, en solo un mes, Azerbaiyán convirtió su puesto de control, establecido ilegalmente en la carretera del Corredor de Lachin, en un bastión militar con vehículos blindados, barreras de ingeniería y personal armado. Esto demuestra una vez más que todas las acciones de la parte azerbaiyana -incluida la acción orquestada de pseudoambientalistas, el bloqueo de la carretera Stepanakert-Goris, el corte del suministro de gas y electricidad de Armenia a Artsaj, los disparos contra civiles y la obstrucción del trabajo agrícola en los campos- son deliberadas, planeadas y tienen como objetivo la limpeza étnica de los armenios de Artsaj”, se lee en el docuemnto.

La declaración de la Cancillería de Karabaj termina de la siguiente forma: “Hacemos un llamamiento al Consejo de Seguridad de la ONU, que tiene la responsabilidad principal de mantener la paz y la seguridad internacionales, así como a todos los miembros responsables de la comunidad internacional, incluidos los líderes de los distintos países y organizaciones internacionales, para pasar de las palabras a los hechos. Y, en el marco de la responsabilidad universal, adoptar todas las medidas necesarias para detener los crímenes de guerra, la limpieza étnica y los crímenes de lesa humanidad cometidos por Azerbaiyán contra Artsaj y su pueblo”.

Mientras tanto hoy, en Ereván, se llevó a cabo una protesta en defensa de los niños de Artsaj, frente a la oficina de la ONU en la capital armenia. Los manifestantes llevan cajas de leche en polvo y la dejan en la entrada del edificio, con la esperanza de que el personal de Naciones Unidas las retire y las haga llegar a Karabaj.

La ex diputada Sofía Hovsepian dijo que "parece que en otros países las oficinas de las Naciones Unidas tienen un papel serio e importancia, pero en nuestro país son indiferentes a las necesidades de nuestra gente". "Si están aquí y tienen una oficina de representación, están obligados a hacer algo", subrayó.