El canciller armenio habló en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU
Lo hizo ayer, en la sesión presidida por Andranik Hovhannisian, representante armenio ante las Naciones Unidas y Vicepresidente en ejercicio del Consejo.
Redacción NOR SEVAN
Se lleva a cabo en Ginebra la 49ª sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU. La sesión de ayer, 28 de febrero, estuvo presidida por Andranik Hovhannisian, Vicepresidente del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, Representante Permanente de la República de Armenia ante la Oficina de la ONU y otras organizaciones internacionales.
Durante la sesión, hizo uso de la palabra el Ministro de Relaciones Exteriores de la Repúbllica de Armenia, Ararat Mirzoyan.
"El Consejo de Derechos Humanos es uno de los logros clave de la diplomacia multilateral, ya que es una plataforma insustituible para mantener y promover el diálogo sobre derechos humanos, independientemente de las diversas crisis internacionales y regionales. Este Consejo está diseñado para proteger a todos en todo momento. Aquí está en juego la dignidad inalienable del individuo. Ante las numerosas crisis cambiantes del mundo, los derechos de las personas en situaciones de conflicto deben ser el centro de atención del Consejo de Derechos Humanos, sus procedimientos especiales. Es con esta visión y objetivos que Armenia comenzó el tercer año de su membresía en el Consejo. Creo que hemos podido establecernos como un socio confiable para abordar temas externos. Estamos decididos a continuar nuestra contribución de la manera más constructiva y positiva", dijo el Canciller armenio, enunciando los objetivos del Consejo de DDHH que seguramente figuran en los documentos de su creación, pero que lejos están de ser cumplidos por las potencias dominantes, que eligen y determinan a quiénes se le violaron los derechos humanos y a quienes no, según sus propios intereses políticos y los de sus países y gobiernos aliados.
Mirzoyan anunció que Armenia volverá a presentar en este período de sesiones del Consejo un proyecto de resolución sobre la prevención del genocidio.
"Este año marca el 30° aniversario de la membresía de Armenia en las Naciones Unidas. Reafirmo el compromiso inquebrantable de mi país con el pluralismo sustentado por las Naciones Unidas, así como nuestro pleno compromiso con los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas", subrayó Mirzoyan, agregando que "no es casualidad que la primera línea de la Carta de las Naciones Unidas mencione a "nosotros, los pueblos" como fuente de legitimidad de las Naciones Unidas. Los derechos de las personas deben estar al frente de la acción de la ONU. El derecho a la libre determinación es uno de los principales objetivos de las Naciones Unidas; el uso de la fuerza contra ese derecho puede dar lugar a toda una serie de violaciones de los derechos humanos, incluidas las atrocidades masivas y la limpieza étnica. Esto es lo que hemos presenciado en Azerbaiyán contra el pueblo de Nagorno Karabaj en 2020, durante la guerra y una vez finalizada".
Ararat Mirzoyan recordó que los titulares de mandatos procesales especiales de la ONU han cuestionado repetidamente el accionar de Azerbaiyán y han requerido información sobre la presencia de mercenarios en el contexto del conflicto de Nagorno-Karabaj, sobre las ejecuciones extrajudiciales, los arrestos arbitrarios, las desapariciones forzadas y la destrucción del patrimonio religioso y cultural. Sin embargo, Azerbaiyán se ha negado a responder sistemáticamente. De hecho, no ha respondido en absoluto a las solicitudes, lo que constituye un desafío obvio al Mecanismo de Derechos Humanos de la ONU.
"La impunidad conduce a nuevos crímenes. Además de Nagorno-Karabaj, Azerbaiyán continúa con su política de violaciones de los derechos humanos, incluso ahora en las regiones fronterizas de la República de Armenia, donde la población civil sufre las continuas acciones de provocación de las Fuerzas Armadas de Azerbaiyán. Esta política agresiva va acompañada de flagrantes violaciones del derecho internacional humanitario. Dieciséis meses después de que se estableciera el alto el fuego, Azerbaiyán sigue reteniendo a 38 prisioneros de guerra armenios, incluidos civiles, y sigue sin estar claro el destino de cientos de personas desaparecidas, incluidas decenas de personas desaparecidas forzadamente", puntualizó Mirzoyan.
Para finalizar, el Ministro de Relaciones Exteriores de Armenia señaló que "el pueblo de Nagorno-Karabaj no debe ser discriminado por su origen, idioma, religión, creencias políticas o de otro tipo, origen nacional o cualquier otro motivo. Nosotros seguimos esforzándonos para garantizar el regreso voluntario, seguro y digno de los armenios a sus hogares en todo Nagorno-Karabaj". "Las medidas provisionales propuestas por la Corte Internacional de Justicia el 7 de diciembre de 2021, que obligan a Azerbaiyán a poner fin al trato racista y discriminatorio de los armenios, incluida la destrucción del patrimonio cultural armenio y el vandalismo, deben implementarse sin ningún tipo de condicionamientos. Estas medidas vienen a demostrar la política anti-armenia de Azerbaiyán, incluida su retórica beligerante, privando al pueblo de sus medios de subsistencia, e intimidando constantemente a la población armenia con la amenaza del uso de la fuerza. Solo abordando estos temas podremos garantizar la estabilidad, la paz, la justicia y la protección de los derechos humanos universales en nuestra región", concluyó su intervención el canciller Mirzoyan.
