El gobierno de Pashinian y la persecución a funcionarios rusos

El ex jefe de la filial en Ereván de "Rossotrudnichestvo", Viktor Krivopuskov, fue añadido a la lista de "personas no gratas" y se le prohibió la entrada al país en el aeropuerto internacional de Zvartnots.

Redacción NOR SEVAN

Antes, el diputado de la Duma estatal de la República Federativa de Rusia, Konstantin Zatulin; la editora jefe de RT y Sputnik, Margarita Simonian; y el director de varios medios de comunicación rusos, Aram Gabrelyanov, habían sido víctimas de la decisión del gobierno de Pashinian de prohibirles la entrada a Armenia.

La misma suerte corrieron varios dirigentes comunitarios armenios del exterior, quienes por su postura opositora al gobierno de Pashinian se vieron avasallados en sus derechos y en su sueño de visitar la Madre Patria.

Así actúa el gobierno actual armenio -protegido por Occidente-, que transformó las frases "vigencia de la democracia" y "defensa de los derechos humanos" en simples vocablos recitados hasta el cansancio, pero no cumplidos casi nunca. Como "libertad" e "independencia". Tal cual lo hacen sus amos, los titiriteros, en sus propios países o en aquellos que invaden o mantienen colonizados.

Ahora fue el turno del diplomático ruso Viktor Krivopuskov, jefe de la Sociedad Rusa para la Amistad y la Cooperación con Armenia, quien arribó al aeropuerto de Zvartnots, en Ereván, hoy por la mañana, pero no se le permitió cruzar la frontera.

"No me dejaron entrar al país, me declararon persona no deseada para Armenia, me quitaron el pasaporte. No me mostraron ningún papel oficial, sólo me dijeron que regrese a Moscú", dijo el ex director de la oficina de representación de "Rossotrudnichestvo" en Armenia entre 2009 y 2013, quien también se desempeñó como asesor de la Embajada de Rusia en Armenia.

Paradójicamente, Krivopuskov también tiene la entrada prohibida a Azerbaiyán por su libro "Karabaj rebelde. Notas del diario de un funcionario del Ministerio del Interior de la URSS", donde dice, entre otras cosas, que "si Aliyev hijo hubiera nacido antes de 1936, su pasaporte, como el de su padre, tendría escrito tártaro caucásico o musulmán". Y en otro párrafo agrega que "hasta 1918 no existía un Estado llamado Azerbaiyán. Incluso sus símbolos eran turcos. Toda su historia se basa en mentiras y falsificaciones".

Al respecto, el periodista Sevak Akobian pregunta: "Alguien ha oído que Krivopuskov dijo algo malo sobre Armenia, Artsaj y los armenios en general?". Y agrega: "Al contrario, por lo que he visto, para decirlo sin rodeos, esta persona estuvo siempre de nuestro lado".