Nikol Pashinian arrastra a Armenia y su pueblo a conflictos interminables, que ponen en peligro la futura existencia del Estado

¿Cinismo? ¿Hipocresía? Pashinian persigue, reprime y manda a la cárcel a los opositores que llevan adelante la misma práctica política que utilizó él. Hasta el momento, la principal diferencia es que, como antes, él cuenta con el apoyo de Occidente.

El presidente turco Erdogan saluda al canciller armenio Ararat MIrzoyan, mientras el primer ministro Pashinian observa la escena con rostro felíz

Por Adrián Lomlomdjian

¿Hacia dónde está conduciendo Pashinian al país? ¿Es cierto que firmó documentos secretos durante su viaje a Estambul? ¿O debemos creer que viajó al país vecino sólo para entrevistarse con Erdogán y con los armenios de la ex Constantinopla? ¿Y el acuerdo de paz con Azerbaiyán? ¿No era que ya estaba consensuado y “aprobado” por los nuevos socios occidentales de Pashinian y Aliyev? ¿Por qué cada día más ciudadanos abandonan el país? ¿Por qué no se habla del retorno seguro de los habitantes de Artsaj a sus territorios ni del de los armenios que vivían en Azerbaiyán a las ciudades de Kirovabad, Sumgait y Bakú, y en cambio se insiste con el retorno de los azerbaiyanos a “Azerbaiyán Occidental” (como denominan los azerbaiyanos a parte del territorio de la República de Armenia)? ¿Hasta cuándo Ereván y sus amigos occidentales permitirán que se siga humillando a las autoridades de Karabaj, que siguen como rehenes del régimen de Aliyev en las cárceles de su país y sometidos a un ilegítimo juicio, que no es otra cosa que una “farsa” armada para continuar azuzando el odio a los armenios?…

Como estas, hay aún una cantidad considerable de otros interrogantes relacionados a cuestiones que tienen que ver con la seguridad y la existencia futura de la República de Armenia y de la armenidad toda, que nos preocupan colectivamente y ocupan nuestra atención.

Sin embargo, por obra y gracia del gobierno entreguista liderado por Nikol Pashinian, en vez de estar debatiendo y buscando acuerdos alrededor de objetivos comunes que contribuyan a proteger la República de Armenia y a garantizar su desarrollo y el bienestar de quienes la habitan, el pueblo y su dirigencia están enfrascados en discusiones y luchas internas provocadas y alentadas desde el actual gobierno, que cuenta para ello con el poder que, por un lado, le brinda tener a su favor la maquinaria estatal, las fuerzas represivas y los medios masivos de comunicación, y por el otro, sus aliados occidentales, panturquistas y sionistas.

En la actual Armenia de Pashinian aquellos quienes no tienen posiciones pro-occidentales o, por el contrario, mantienen relaciones con Rusia, con la iglesia armenia o con organizaciones de la diáspora armenia, están casi que inhibidos para hacer declaraciones que expresen descontento con el rumbo gubernamental.

Las recientes detenciones de Samvel Karapetian y de varios miembros del Movimiento Lucha Sagrada, como así también el nivel inusual de agresividad manifestada públicamente por Pashinian y su gente contra la Iglesia Apostólica Armenia y su máximo líder, el Katolikós Karekín II, son hechos que de haber sucedido en otro país estaríamos hablando -desde una visión “estrecha y nacionalista”- de armenofobia, persecusión a los armenios y discriminación, y si lo hiciéramos desde una mirada más general y humanista, debemos estar hablando de una dictadura o de un régimen autoritario que no permite disensos y reprime toda manifestación en su contra.

“Quieren descabezar a la oposición, ese es el objetivo. Lo del Golpe de Estado es una farsa”, dijo hoy el político Andrias Jukasian, ex aliado de Nikol Pashinian durante aquellos años en que eran ellos quienes lideraban las protestas callejeras, los piquetes y las tomas de edificio gubernamentales.

Cartel en la principal peatonal céntrica de Ereván, pidiendo la libertad de Karapetian

Jukasian, un político cercano a las miradas pro-occidentales dominantes en el oficialismo, no dudó, sin embargo, en denunciar que el gobernante Partido Acuerdo Cívico “está realizando un gran trabajo diplomático para demostrar que Rusia pretende dar un Golpe de Estado en Armenia. Todo esto se hace para ganar tiempo, ya que debe firmar documentos y acuerdos nada beneficiosos y están creando situaciones de fuerza mayor para ganar tiempo”.

“No hubo intento de Golpe de Estado, esto es persecución política”, afirmó el ex asesor principal del Primer Ministro de la República de Armenia, Doctor en Ciencias Políticas, Arsén Gasparian.

“Entre la oposición del país, el Movimiento Lucha Sagrada es el más influyente, no solo porque está liderado por un sacerdote, sino también porque el movimiento no tiene intereses económicos, el liderazgo del movimiento nunca ha estado involucrado en ningún tipo de negociaciones”, dijo el ex asesor de Pashinian.

Uno de los abogados de los detenidos, Hovhannés Khudoyan, aseguró que “las grabaciones están editadas y no reflejan la realidad”. “Tras revisar los materiales adjuntos a la medida cautelar, puedo afirmar rotundamente que así es. Es lamentable que funcionarios del Comité de Investigación hayan recurrido a falsificaciones tan despreciables”, puntualizó el abogado defensor.

“Las órdenes de arresto contra el arzobispo Bagrat y otros 15 opositores son una farsa y una persecución política a gran escala”, sostuvo otro de los abogados defensores, Serguey Harutiunian.

Señaló que el hecho de que el proceso sea "fabricado" se evidencia en que círculos oficialistas, desconociendo la presunción de inocencia, ya están acusando a los detenidos de hechos que no pretendían cometer. “Ya emitieron sus veredictos incluso antes del juicio”, afirmó Harutiunian.

Un ejemplo de lo que denunció el abogado defensor fueron los dichos del presidente de la Asamblea Nacional de Armenia durante su presencia en un programa político de la TV Pública. Sin esperar los avances de la investigación, y como si ya tuviera en sus manos las conclusiones del Tribunal y la futura sentencia para cada uno y cada una de las detenidas, el líder parlamentario Alén Simonian, aseguró que “lo que el Movimiento Lucha Sagrada planeaba llevar a cabo no era un Golpe de Estado, sino los preparativos para un acto terrorista”.

Alen Simonian en el programa político central de la TV Pública

Quizás los dichos de uno de los principales defensores de la “occidentalización” de Armenia se deban a que los “elementos contundentes” incautados durante los allanamientos no permiten dar crédito al relato y a la “historia oficial” montada por el gobierno de Pashinian, que como queda claro, pretende involucrar a Rusia en un intento de Golpe de Estado para justificar su política de alianzas con Occidente, Turquía y Azerbaiyán.

Mientras tanto, durante la noche de Ereván cientos de personas comenzaron a reunirse frente al Tribunal de Jurisdicción General de los distritos capitalinos de Aván y Nor Nork.