"Llegamos hasta acá, orgullosos de nuestra historia y felices de seguir andando por los mismos caminos y de seguir luchando por hacer realidad los mismos sueños"
- Redacción NOR SEVAN
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Durante su intervención, el compañero Adrián Lomlomdjian no sólo destacó la importancia del 29 de Noviembre de 1920 para el pueblo armenio, sino que hizo un recorrido detallado por lo más sobresaliente de la historia casi centenaria de la institución.

Redacción NOR SEVAN
El sábado 29 de Noviembre, en la sede de la Unión Cultural Armenia de Argentina, se llevó a cabo el tradicional acto celebratorio de un nuevo aniversario del Renacimiento de Armenia -el 105º- y del cumpleaños 99 de la institución.
La conducción de la actividad estuvo a cargo de Federico Lomlomdjian, de la Juventud de la Unión Cultural Armenia. En la parte artística se hicieron presentes el Conjunto Kaiané, el Coro Aram Khachaturian y la Orquesta Armenia de la UCA.
Hicieron uso de la palabra el compañero Adrián Lomlomdjian, presidente de la Unión Cultural Armenia, y el Ing. Ara Akobyan, último Cónsul de la URSS en Buenos Aires y primer representante diplomático de la República de Armenia, y
A continuación, publicamos la intervención completa del compañero Adrián Lomlomdjian.
"Hay acontecimientos en la vida de los pueblos que tienen un significado trascendental y dejan una huella imborrable en su historia. Este es el caso del 29 de Noviembre de 1920 y su significado para el milenario pueblo y para la República de Armenia.
Históricamente, el pueblo armenio siempre se encontró en el camino de dos continentes, Europa y Asia. Durante siglos, dominada por imperios y señores feudales que le permitían llevar adelante una vida mala o menos mala, el pueblo armenio fue construyendo su identidad a través del idioma, la religión, la cultura y otras particularidades comunes, más allá de estar habitando al mismo tiempo territorios que se encontraban bajo el yugo de los distintos opresores de turno, sean éstos europeos, asiáticos, árabes, persas, zaristas u otomanos, sin olvidarnos de mencionar a las distintas dinastías monárquicas armenias, que también hicieron lo suyo en eso de explotar y oprimir a su propio pueblo.
Y esa identidad que se iba forjando con el paso de los siglos y bajo distintas circunstancias, pudo establecerse definitivamente, desarrollarse y fortalecerse a través de las garantías que le brindó el Estado nacional propio a partir del 29 de Noviembre de 1920 y del establecimiento del socialismo en Armenia.
Contarles sintéticamente sobre las condiciones en las que se encontraba Armenia en ese momento, ayudará a entender el por qué de la trascendencia de este período de setenta y un años dentro de la milenaria historia de nuestro pueblo.
Armenia había quedado reducida a algo más de nueve mil kilómetros cuadrados luego de la firma, el 2 de diciembre de 1920, del tristemente célebre Tratado de Alexandrapol entre los gobiernos de la Primera República y del Imperio Otomano. En esa pequeñísima porción de territorio, cuya población se calculaba en aproximadamente setecientas mil de personas, había más de 200 mil refugiados y 50 mil huérfanos llegados de distintas regiones de la Armenia Occidental como primera generación de víctimas sobrevivientes del genocidio. El hambre y las epidemias pululaban en cada rincón del suelo patrio, y la muerte acechaba a los refugiados y a los más necesitados. Eran muy pocos los centros de salud y las escuelas, y casi inexistentes las fábricas, talleres e industrias. No había universidades y sólo el 16% de la población sabía leer y escribir.
Y mientras planificaba el futuro de la república, el gobierno, liderado primero por Simón Kasian y luego por Alexander Miasnikian, tomó profundas y decisivas medidas como la nacionalización de los recursos naturales, del sistema bancario, del comercio exterior, de las grandes empresas, del ferrocarril y de todo aquello considerado vital para el desarrollo del país y el bienestar del pueblo. El armenio fue declarado idioma oficial, la educación y la salud se convirtieron en públicas y gratuitas, la iglesia fue separada del Estado y las escuelas de la iglesia. Fue impuesta la jornada de 8 horas de trabajo. Se creó el Ejército Rojo Armenio, que después pasó a formar parte del Ejército de la Unión Soviética.
En 1921 comenzó a funcionar la Universidad Estatal de Ereván, con varias facultades. Se lanzó el plan nacional de alfabetización y antes de finalizar la década del veinte, es decir, en menos de diez años, el 87% de la población ya había sido alfabetizada.
También en 1921 se crea por decreto del Gobierno de la RSSA el Comité de Ayuda a Armenia (en idioma armenio “Hayastaní Oknutian Komité”-HOK por sus iniciales) y se lanza el programa de repatriación. Es decir, que a pesar de las difíciles condiciones socio-económicas que atravesaba el país, el gobierno decidía abrir sus puertas para recibir a los hijos del pueblo armenio que se encontraban en condiciones de refugiados en distintos países, luego de haber sufrido la barbarie genocida turco-otomana. El 20 de diciembre de 1921 llegaba a la Renacida Madre Patria el primer grupo de repatriados proveniente de Irak. Eran 3.000 sobrevivientes del genocidio, que vivieron varios años en tiendas de campaña y ahora eran recibidos y trasladados a sus nuevos hogares en las regiones de Leninakán, Vardenis y Armavir.
En cuanto al territorio soberano de la república, el gobierno liderado por Miasnikian logró recuperar a través de negociaciones diplomáticas los territorios de Siunik, Lorí y Alexandrapol, transformado los nueve mil kilómetros cuadrados que recibió en casi 30 mil, que le dejó como herencia a la Tercera República.
Podríamos seguir hablando de aquellos años, pero quiero terminar esta parte de mi intervención contándoles que el año pasado, en Ereván, los participantes de la celebración del 104º aniversario del Renacimiento, que fue organizada por varios partidos políticos y organizaciones sociales, aprobaban una declaración conjunta donde en su punto tercero destacaban: “Afirmamos que después de la sovietización, Armenia heredó un territorio con un desarrollo económico, cultural y educativo sin precedentes. En 1990, al final de la Segunda República de Armenia, su población había alcanzado casi los 4 millones de personas. Se publicaban en idioma armenio más de 700 mil ejemplares de periódicos diariamente y más de 10 millones de ejemplares de libros. En 1990 -último año de Armenia Soviética- se producía en el país cada cuatro días la misma cantidad de producción industrial que en todo el año 1940. Funcionaban 750 empresas industriales. Se fabricaban unos 18 millones de pares de zapatos al año, 300 mil toneladas de grano, 250 mil toneladas de uvas. Cada año, unas 100 mil personas adquirían nuevos departamentos a expensas del Estado. Durante los últimos mil años de existencia del pueblo armenio, la Segunda República de Armenia puede considerarse la edad de oro de nuestra nación y nuestro Estado”.
Así dice la declaración aprobada por hombres y mujeres de distintas ideologías respecto al significado del 29 de Noviembre de 1920 para Armenia y considero que está por demás bien magnificado su significado.
Ahora, quiero contarles un poco sobre nosotros, sobre la Unión Cultural Armenia, porque nos estamos preparando para celebrar -el año que viene- nuestro centenario.
Antes les decía que en septiembre de 1921, el gobierno de Miasnikian resolvía crear el Comité de Ayuda a Armenia-HOK. Y esa decisión, aunque no lo parezca, está íntimamente ligada a nuestra institución, ya que durante la celebración aquí, en Buenos Aires, del quinto aniversario del Renacimiento de Armenia, es decir, en 1925, la compañera Araxi Efeyan dijo durante su intervención, que estaban dadas todas las condiciones para crear una filial de HOK, por lo que ponía a disposición su casa para hacer la reunión fundacional. Con esta propuesta, se intentaba aglutinar en una misma organización a todos los simpatizantes y amigos de la naciente Armenia que integraban algunas de las instituciones armenias que ya habían sido creadas o partidos políticos nacionales de aquellas época, como el comunista y el socialista.
Y no pasó mucho tiempo para que aquellos connacionales entusiasmados con el renacimiento de Armenia pusieran manos a la obra. El domingo 17 de enero de 1926, después del mediodía, tuvo lugar en la casa de la familia Efeyan, la reunión fundacional de la filial de HOK, con la participación de 50 personas, que eligieron una primera Comisión Directiva de cinco miembros integrada por Araxi Efeyan, Koharig Vartanian, Kevork Echmelian, Sarkis Kalaidjian y Apraham Kradjian. Así nació HOK y así nació nuestra Unión Cultural Armenia.
El 28 de febrero de 1926 tuvo lugar la presentación oficial del Comité de Ayuda a Armenia (HOK), en el salón del denominado Centro Colonial Armenio de la calle San Juan 1537, en el barrio porteño de San Cristóbal, que había sido inaugurado el 25 de junio de 1922 como lugar de reunión y para el oficio de la misa dominical, y es el antecedente del Centro Armenio de la República Argentina.
Rápidamente, desde Buenos Aires, HOK creció, no sólo ampliando su presencia a las hermanas Repúblicas de Brasil y Uruguay, sino también en Córdoba, Berisso y distintos barrios y localidades de Buenos Aires.
Durante 11 años, nuestros compañeros y compañeras centraron sus actividades en la recaudación de fondos para contribuir a la concreción de los objetivos fundamentales decididos conjuntamente por el Gobierno de Armenia y por la Comisión Central de HOK y sus filiales en el exterior. Pero debemos destacar que los esfuerzos centrados en el proceso de renacimiento de la Madre Patria no impidieron en absoluto que esos mismos compañeros participaran activamente en la creación de nuestras iglesias, escuelas y centros culturales armenios en todo el país.
Cuando en 1937 el gobierno de la RSS de Armenia decidió cesar las funciones de HOK, nuestros compañeros resolvieron convertir esa gran estructura -que funcionaba de manera organizada dentro de la comunidad desde 1926- en Unión de Residentes Armenios de la República Argentina.
A lo largo de las décadas, y de acuerdo a los vaivenes políticos del país, entre fines de las décadas del 30 y 50, nuestra organización funcionó como Federación Juvenil Armenia, Círculo Juvenil Armenio y Unión Cultural de Armenios Residentes en la República Argentina, hasta alcanzar su definitiva denominación de Unión Cultural Armenia y Juventud de la Unión Cultural Armenia. Y en estos casi 100 años de actividad incesante, quienes formaron y formamos parte de esta estructura organizativa hemos sido protagonistas y colaboramos con nuestro granito de arena en la creación, crecimiento, desarrollo y fortalecimiento de aquello que tuvo tiene que ver con la armenidad en cada uno de nuestros barrios y localidades (Flores, Floresta, Pompeya, Soldati, Boca, Barracas, Palermo, Liniers, Boedo, Lanús, Alsina, Avellaneda), como así también en otras ciudades como Córdoba, Alta Gracia, Berisso, Rosario, Salta y Mar del Plata.
Créanme que si comienzo a nombrarles a algunos de quienes, por ejemplo, hablaron el 29 de Noviembre de 1925 en el salón de la Casa Colonial Armenia, o que participaron en los Congresos Anuales de HOK y las celebraciones del Renacimiento de Armenia entre 1927 y 1936, se van a sorprender, porque a casi todos ellos y ellas los seguimos viendo décadas después, en el día a día institucional, en nuestras sedes de Flores-ya sea en Lafuente o en Crisóstomo Alvarez- o en las de Palermo -Scalabrini o esta nueva-.
Para quienes no están al tanto, les cuento que nuestra organización ha mantenido su prensa escrita a lo largo de estas décadas: "Khorhrtain Hayastán" (1923), director: Minás Balanian - "Garmir Asdgh" (1925), directora: Koharig Vartanian - "Shirak" (1929/1936), director: Apraham Kradjian - "Verelk" (1936/1942), director: Mushegh Arkhanian - "Ereván" (década del 50), director: Berch Adjemian (órgano de la Juventud) - "Hay Mamul" (1945/1960), director: Krikor Gueondjian - "Hay Guiank" (1960/1961), director: Krikor Gueondjian - "Sevan" (1961/1992) directores: Simón Sirabonian, Simón Yogurtjian, Adrián Lomlomdjian - "Nor Seván" (1998 y continúa editándose), directores: Adrián Lomlomdjian, Emiliano Lomlomdjian.
Y también les digo que nuestros compañeros han sido pioneros en la radiofonía: Levón Margossian y Arakel Ezequelian creaban en 1947 el programa “Evocando a Armenia”; en 1956, Nubar Lomlomdjian daba vida a “la Voz Armenia” y antes de que terminara la década del cincuenta, nuestro querido Juan Menechian empezababa a transmitir “Reencuentro con la Patria”.
En los años cincuenta, la Federación Juvenil Armenia tuvo Grupos de Teatro y Grupos de Danza Armenia, equipos de ajedrez, básquet, fútbol y tenis de mesa en sus distintas filiales, y también creó el inolvidable Coro Aram Khachaturian, que dirigido por el maestro Miguel Gurberof tuvo el honor de cantar frente al inigualable compositor armenio soviético, cuando éste visitó la Argentina en agosto de 1957.
En 1960 se inaugura la Casa de la Cultura Armenia sobre la avenida Canning 1170 y nace el Conjunto de danzas KAIANE, que junto a nuestra prensa escrita ha sido, y sigue siéndolo, la artillería pesada institucional, a través de los cuales transmitimos compromiso, ideas, principios y coherencia.
Cuando en 1991 la URSS se desintegraba y Armenia Soviética daba lugar a la Tercera República de Armenia, muchos por estos pagos apostaban a ver cuánto más duraría la Unión Cultural Armenia, o mejor dicho, cuántos meses tardaría en desaparecer.
Pero no les dimos el gusto, a pesar de que la confusión, la bronca y, no lo vamos a negar, fuertes discrepancias internas nos pusieron al borde del abismo y de cumplirle el sueño a nuestros detractores. Supimos capear el temporal, dándonos cuenta que los sueños y objetivos de quienes crearon HOK y la UCA estaban intactos y que valía la pena seguir luchando para hacerlos realidad.
Durante los primeros años de la década de los noventa, un humilde grupo de compañeros y compañeras de distintas generaciones, casi que en soledad, dedicamos nuestros esfuerzos personales e institucionales a mantenernos en pie y a que supieran que estábamos vivos e intactos, mientras discutíamos el pasado, pero mucho más el presente y hacia dónde queríamos ir.
Por eso, desde lo particular, esta fecha y esta celebración también son muy importante para nosotros, porque resultaron fundamentales a la hora de resistir durante aquellos años donde con el "fin de las ideologías" arrasaban con todo y con todos. Fue así como no sólo logramos sostener nuestra historia y lo construido por miles de compañeros y compañeras a lo largo de las décadas, sino que pudimos comenzar a andar los nuevos tiempos manteniendo principios, convicciones y objetivos, preservando lo recibido y continuando la construcción de nuestra organización sobre bases sólidas.
En esta nueva etapa, que se inició a partir de la desintegración de la URSS y del nacimiento de la Tercera República de Armenia, hemos vivido y superado momentos duros y difíciles, pero también hemos obtenido importantes logros, que nos llenan de orgullo, porque fueron fruto del esfuerzo colectivo de varias generaciones que siguen dedicando horas, días y años, toda una vida, a la militancia comunitaria.
Les quiero recordar algunos hitos, entre las decenas de actividades que organizamos y las iniciativas que llevamos adelante cada año:
-mudamos nuestra sede de Scalabrini Ortiz 1170 a una nueva sede y transformamos este edificio en otra verdadera Casa de la Cultura Armenia, que como dijo en este mismo salón el Vehapar Karekín II en su última visita, “aquí se respira armenidad”.
-mantuvimos el KAIANE a pesar de fuertes simbronazos, gracias a la actitud firme e inclaudicable de su directora, nuestra querida compañera Alicia Antreassian, de varios de sus bailarines y de la comisión directiva. Y luego, logramos desarrollarlo y hacerlo crecer basándonos en el compromiso inquebrantable de las nuevas generaciones. Y sumamos al maestro Raffik Grigorian, quien hasta la fecha continúa aportando y acompañando el crecimiento del KAIANE, integrando su colectivo de dirección junto a nuestros queridos Machu y Carlos. Hoy, KAIANE tiene 45 integrantes.
-viajamos en delegación a Armenia en 2000, 2012 y 2018. Allí, KAIANE se presentó en varias ciudades y en Artsaj, y fuimos acompañados por grupos de 90 personas -promedio- en cada viaje.
-luego de una pausa de varias décadas, logramos reorganizar y relanzar el Coro Aram Khachaturian, que fue orgullo de nuestra institución desde mediados de la década del cincuenta hasta mediados de los sesenta. Lo hicimos en el año 2023, cuando se festejó mundialmente el 120º aniversario del gran compositor armenio soviético. Actualmente está integrado por más de 25 coreutas.
-sumamos a nuestra familia artística a la Orquesta Armenia, dirigida por el maestro Andy Istephanian e integrada por más de 15 músicos, que nos emocionan en cada actuación por su talento y capacidad interpretativa.
-creamos la Escuela Integral de Cultura Armenia con el objetivo de brindarle a las nuevas generaciones una formación abarcativa de las distintas aristas que componen nuestra identidad argentino-armenia, poniendo énfasis en lo artístico-cultural y en los principios humanistas que nos caracterizan.
-tomó vida el Grupo Juvenil del KAIANE, más de 25 jóvenes de entre 12 y 17 años que nos emocionan no sólo cuando están en el escenario, sino llenado de risas y alegría esta casa.
-por iniciativa de la compañera Alicia Antreassian, se formó el Grupo Garodalí, que se convirtió en un espacio de reencuentro y danza semanal para un grupo importante de compañeros y amigas, muchos de ellos y ellas ex integrantes del KAIANE.
-impusimos las Menciones Simón Yogourtjian y Arturo Kouyoumdzian, y a través de ellos rendimos tributo a los militantes comunitarios y a quienes han dejado sus huellas en la actividad artístico-cultural.
-desarrollamos una intensa labor comunicacional desde NOR SEVAN -digital y papel-, LA VOZ ARMENIA y nuestros canales en las redes sociales. A través de ellos informamos y aportamos a la formación individual y colectiva, haciendo llegar las noticias más importantes de Armenia, de nuestra comunidad, Argentina y el mundo; además de nuestra mirada sobre los acontecimientos históricos y nuestras opiniones sobre la actualidad.
-nos esforzamos para recomponer las relaciones con el campo popular y la izquierda armenia en todo el mundo, y no sólo fuimos promotores y fundadores de los dos Congresos que esta corriente de opinión realizó en Ereván, sino que mantenemos relaciones y desarrollamos actividades conjuntas con organizaciones políticas y sociales armenias y con compañeros armenios progresistas de todo el mundo. También participamos en 4 de las 6 conferencias Armenia-Diáspora organizadas en Ereván por el Ministerio de la Diáspora de la República de Armenia.
-recuperamos la cotidianidad de nuestras históricas relaciones fraternales con el Centro Nacional Armenia del Uruguay, con su Juventud y el hermano Conjunto Gayané de Montevideo.
-fuimos fundadores de IARA y nuestra compañera Adriana Cámara Kasbarian fue su presidenta durante el año 2021. Mantenemos relaciones cordiales y de trabajo con las distintas instituciones de nuestra colectividad, nuestros compañeros integran las comisiones de las escuelas Arzruní y Bakchellian, y acompañamos y militamos todas aquellas iniciativas que nos ayudan a superar la división y el sectarismo, permitiéndonos proyectar y accionar junto a otras instituciones, sobre la base del respeto, priorizando las coincidencias y debatiendo las diferencias.
-fuimos la primera institución armenia que no sólo homenajeó, sino que reivindicó la vida y la lucha de nuestros y nuestras compatriotas que fueron víctimas del terrorismo de Estado en nuestro país. Y también, fuimos promotores y acompañamos -junto a los familiares de muchos de ellos- los distintos homenajes que se les hicieron en otros ámbitos comunitarios.
-en el Centenario del Genocidio Armenio, además de sumar nuestra militancia activa a las iniciativas organizadas desde la Comisión Interinstitucional, hicimos nuestro propio acto en la Plaza Armenia, colocamos e inauguramos las baldosas que recuerdan a las víctimas del genocidio armenio de 1915 y a las víctimas del terrorismo de Estado en nuestro país; y también emitimos una declaración pública que fue acompañada con sus firmas por la Dra. Aleida Guevara, médica pediatra (Cuba), por el Dr. Raúl Eugenio Zaffaroni, ex Ministro de la Corte Suprema de Justicia; por el Dr. Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz; por nuestra recordada Nora Cortiñas, Madres de Plaza de Mayo, Línea Fundadora; por Estela de Carlotto, Presidenta Abuelas de Plaza de Mayo, y por otras más de doscientas firmas de dirigentes políticos, personalidades y organizaciones nacionales, así como por referentes e instituciones de nuestra colectividad y de otras colectividades.
-Nuestros jóvenes participaron de festivales de la juventud y los estudiantes, de encuentros y foros internacionales que se llevaron a cabo en Cuba, Venezuela, Ecuador, Rusia, Brasil y Bolivia , y también del encuentro interjuvenil armenio realizado en Paris.
-Viajamos como delegación institucional a Estambul en 2018. Allí nos reunimos con nuestros compañeros de Nor Zartonk, de la Fundación Hrant Dink y del Semanario Agós. Visitamos el histórico Liceo Yesayan, fuimos recibidos por sus directivos y por los integrantes y cuerpo de dirección del Conjunto de Danzas Maral, quienes llevaron una jornada de intercambio con los y las integrantes del KAIANE y luego hubo un encuentro de camaradería. También fuimos recibidos y nos reunimos con los responsables del Comité Estambul del Partido Democrático de los Pueblos de Turquía (HDP).
-institucionalizamos la consigna LA CAUSA DE LOS PUEBLOS ES UNA SOLA a partir de la realización en nuestra nueva sede social -a mediados de la década del 2000- del acto homenaje a los pueblos que sufrieron genocidio, en el que hicieron uso de la palabra representantes de los pueblos armenio, palestino, argentino, quechua, judío, gitano y otros. La coordinación de la actividad estuvo a cargo del compañero Gabriel Sivinian.
Podría seguir recordando otros verdaderos hitos institucionales de estas últimas tres décadas, pero creo que los enumerados alcanzan.
Para ir finalizando, les comento que para la celebración de nuestro Centenario estamos preparando una intensa agenda, que incluye la cena aniversario, el tradicional festival anual del KAIANE, un recital del Coro Aram Khachaturian y de nuestra Orquesta Armenia, una muestra artística conjunta de todos nuestros colectivos, una exposición fotográfica con la historia del club y la publicación de materiales impresos, entre otras iniciativas, que se sumarán a nuestras otras actividades anuales. También estamos decididos a avanzar en la colocación del ascensor y en finalizar los trámite de habilitación, que ya hemos iniciado.
Por eso, los invitamos a todos y a todas a sumarse, ser protagonistas y darnos una mano en la concreción de estos objetivos, en un año que será histórico y con actividades que recordaremos por mucho tiempo.
Si hay algo aprendimos de la experiencia histórica, es que nuestros éxitos tienen sentido cuando son logros colectivos y cuando suman institucionalmente. Sabemos lo distinto que somos los unos a los otros, conocemos nuestras capacidades y la de quienes caminan junto a nosotros. Cada quien tiene su más y su menos, y es eso lo que aporta. Y la Unión Cultural Armenia es todo eso al mismo tiempo: es cada uno de nosotros, es la sumatoria de todos y es el fruto de nuestros logros colectivos.
Aquí presidente, jefe de redacción, responsable político o de relaciones interinstitucionales, solista, director o directora, editor de redes sociales, maestro de ceremonia, jefe de vestuario o quien ustedes se imaginen, ningún frente institucional ni individuo está por encima de la Unión Cultural Armenia o del colectivo de compañeras y compañeros que formamos parte de este todo. En absoluto. La figura central es la institución y cada uno de nosotros le aportamos desde nuestros conocimientos, nuestros talentos, nuestras capacidades y nuestro frente de trabajo, y nos enriquecemos mutuamente.
La solidaridad, el respeto, la paz, la justicia, la defensa de los derechos colectivos, compartir, cooperar y tratarnos como hermanos, son algunos de los desafíos que asumimos a diario e intentamos cumplir, sabiéndonos en un mundo cada vez más violento, individualista, cínico, hipócrita e intolerante.
Estos principios, objetivos y formas son las características institucionales predominantes a lo largo de este siglo de vida. Con las mismas convicciones que nuestros compañeros y compañeras fundaron HOK en 1926, nosotros logramos enfrentar y salir victorioso de varias batallas, y llegamos hasta acá, orgullosos de nuestra historia y felices de seguir andando por los mismos caminos y de seguir luchando por hacer realidad los mismos sueños.
Gracias a cada uno y cada una de ustedes por estar aquí. Feliz 29 de Noviembre y a prepararnos para celebrar juntos nuestro glorioso Centenario".













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