Una cooperativa de mujeres en el último pueblo armenio de Musa Dagh
Hace 16 años, cinco mujeres armenias fundaron en Vakifli este proyecto. "Aquí somos una familia y un pequeño pueblo modelo", expresaron.
En 2005, se fundó la cooperativa de mujeres del pueblo de Vakıflı, de tan sólo 135 ciudadanos y ciudadanas. Las integrantes del proyecto generan ingresos, preservan las habilidades tradicionales y su cultura, y contribuyen a la adaptación al cambio climático. Vakıflı es el último pueblo armenio de Turquía. Los residentes son los descendientes de los que se opusieron a las tropas otomanas en Musa Dagh (Monte Moisés), en 1915.
Las cinco mujeres que fundaron la cooperativa querían promover la autoorganización y la independencia económica, además de proporcionar ayuda al desarrollo de su pueblo. Hoy, 39 mujeres forman parte de la cooperativa. Cultivan moras, zarzamoras, cítricos y aceitunas en sus propios campos y jardines, producen todo tipo de conservas, como aceite, jabón y vino, y venden sus productos ecológicos en el patio de la iglesia apostólica armenia Madre María. La iglesia, consagrada en 1895, es el centro del pueblo. Fue restaurada en la década del 90 y se le añadió una ampliación en 2005.
Mujeres para mujeres
Las mujeres de Vakıflı conceden gran importancia a la calidad de sus productos como base de su libertad y autonomía. Aspectos como la producción sostenible a través de un mejor aprovechamiento de las zonas cultivadas, mediante métodos respetuosos con el medio ambiente, la acción directa y solidaria sin intermediarios, son muy importantes para ellas.
Actúan según el principio “mujeres para mujeres” y con una infraestructura colectiva. Esto, junto con un uso inteligente de los recursos disponibles, es lo que, según Kuhar Kartun, la presidenta de la cooperativa, hace que ésta funcione.
"Hacemos mermelada de naranja amarga, nuestra famosa mermelada de azahar y jarabe concentrado según la receta de nuestra abuela", ha explicado Kartun. “Ahora hemos perfeccionado el producto y ampliado nuestra gama para incluir licores. Lo producimos sobre todo a partir de granos de mandarina”, agregó.
En Vakıflı sólo quedan unos pocos de estos árboles, como mucho uno o dos en cada jardín. “Por desgracia, están en peligro de extinción”, reconoció Kartun.
Conseguir autonomía
Las mujeres de la cooperativa del pueblo son también las propietarias y deciden por sí mismas cómo quieren utilizar los beneficios generados conjuntamente. Kartun explicó: “Aquí somos una familia y un pequeño pueblo modelo”. Vakıflı es orgánico, justo y ecológicamente sostenible, y ya ha sido galardonado con varios premios, tanto en Turquía como en otros países europeos. Merece la pena: cada año visitan el pueblo unas 65.000 personas de todos los rincones del mundo. El turismo se ha convertido en la principal fuente de ingresos de Vakıflı. Las integrantes de la cooperativa están satisfechas. Cuanta más gente visita el pueblo, más oportunidades de apoyo hay para las mujeres.
Hasta 1915, cuando el gobierno de los Jóvenes Turcos, durante el Imperio Otomano, aniquiló en gran medida la milenaria existencia y cultura armenia en la región con un genocidio, había otros cinco pueblos armenios en Musa Dagh junto a Vakıflı (antes Wakef). Cuando los residentes iban a ser deportados al desierto sirio por orden de los Jóvenes Turcos, casi 4.100 personas buscaron protección en las montañas.
Permanecieron allí unas siete semanas y resistieron bajo el liderazgo del antiguo oficial Moses Der Kalousdian antes de ser rescatados por cinco barcos militares franceses y evacuados a la ciudad egipcia de Puerto Saíd. Allí permanecieron hasta el final de la Primera Guerra Mundial. El escritor austriaco Franz Werfel, que conoció por casualidad esta historia en su viaje a Oriente Medio, en 1929, creó un monumento literario a los ciudadanos de los pueblos armenios del Monte Moisés con su novela de mil páginas Los cuarenta días de Musa Dagh (1933).
Tras la incorporación de Hatay al mandato francés de Siria, muchos armenios regresaron a sus pueblos en 1919. Cuando el Estado de Hatay pasó a formar parte de Turquía en 1939, los residentes de cinco de los seis pueblos armenios decidieron reubicarse. Los de Vakıflı se quedaron. En el Líbano, la potencia colonial francesa puso algunas tierras a disposición de los refugiados armenios en Anjar. Los seis distritos llevan el nombre de los seis pueblos -Haji Hababli, Kabusia, Wakef, Khodr Bek, Yoghun Oluk y Bitias- de Musa Dagh.
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Fuente: ANF news
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