Armenia: "Los negocios son más importantes que las personas"
Así lo aseguraron hoy, durante una manifestación de protesta, los vecinos de la localidad de Broshian, en Kotayk, Armenia, desde donde la gente sigue emigrando.
Redacción NOR SEVAN
Mientras en Artsaj 120 mil armenios resisten los embates azerbaiyanos, que tienen como objetivo obtener una "Karabaj sin armenios", en Armenia desde hace más de tres décadas, la situación socioeconómica empeora año tras año y cada día son más quienes eligen intentan construir un futuro mejor en otras latitudes. Por eso, los ciudadanos de Armenia también vienen resistiendo desde hace 30 años, pero en este caso se enfrentan a las políticas antinacionales y antipopulares de los gobiernos liderados sucesivamente por Ter Petrosian, Kocharian, Sarkisian y Pashinian.
La continua crisis política desatada en Armenia a partir de la caída del socialismo, la desintegración de la URSS y la restauración capitalista, transformó el país en un lugar inseguro y sin esperanzas para quienes la habitaban. Así, entre 1991 y 2023, no sólo cientos de miles de armenios abandonaron sus tierras, sino que la baja tasa de natalidad, las guerras y un sistema de salud que se encuentra a la deriva ("si no podés pagar, morite"), hicieron que la población real actual sea apenas superior a los dos millones.
Conflicto tras conflicto se suceden en la república, donde los que ganan siempre son los mismos y las víctimas, también. Por eso, en distintas regiones del país, cualquier injusticia o arbitrariedad provoca una inmediata manifestación de descontento y rechazo.
En la localidad de Broshian, provincia de Kotayk, un edificio abandonado que pertenecía al Ministerio de Defensa le fue cedido en donación al Comité Estatal de Ingresos Públicos. Y estalló la bronca: "Nuestros intereses no fueron tomados en cuenta. Seguimos viviendo aquí, pero el antiguo edificio del Ministerio de Defensa fue donado por el gobierno al Comité Estatal de Ingresos. ¿Por qué no se lo donaron a la gente?", preguntó uno de los manifestantes, quien aseguró que "a principios de los noventa la población de Armenia era casi de cuatro millones y ahora sólo quedamos un millón y medio".
Según él, la gente se fue "porque nunca se tomaron en cuenta sus intereses, sus derechos fueron vulneraron. La gente no podía pagar el alquiler, ni cuidar a sus propios hijos, por eso se fueron. ¿También deberíamos irnos nosotros ahora? ¿Es eso lo que quieren?", enfatizó frente al antiguo edificio del Ministerio de Defensa.
Cabe señalar que, desde hace décadas, alrededor de 150 familias encontraron refugio en el edificio en cuestión, que se transformó en su hogar a lo largo de estos años. Ahora, un ente estatal se lo dona a otro y éste, para poder venderlo, precisa tenerlo vacío. Entonces, decidió desalojarlo. "Durante los últimos cinco días nos cortaron la luz deliberadamente para que nos vayamos", dijo uno de los habitantes de la propiedad.
"Cuando vinimos a habitarlo, el techo de este edificio había sido arrancado. Querían hacer lo posible para que el edificio se deteriorara y ellos pudieran demolerlo. Pero vine con mis hermanos y lo reparamos lo más que pudimos, y el edificio está ahí, no fue destruido, y nosotros vivimos aquí. No entendemos cómo en este país los negocios son más importantes que las personas", subrayó otro de los vecinos, quien agregó: "Bloqueamos el camino ayer, pero nos engañaron. Nos dijeron que nuestro problema estaba solucionado, que encenderían las luces para que pudiéramos volver, pero en lugar de encender las luces empezaron a detener a la gente”.
