David Babayan: sobre Stalingrado y Artsaj
El siguiente escrito fue publicado hoy en su muro de Facebook por David Babayan, Asesor del Presidente de la República de Artsaj.
Redacción NOR SEVAN
Hoy se cumple el 80 aniversario del final exitoso de una de las operaciones militares más importantes y clave de la historia, la Batalla de Stalingrado. Fue aquí donde se estableció el punto de inflexión de la Segunda Guerra Mundial. Si no hubiera habido una victoria de Stalingrado, habría habido una catástrofe mundial y el nazismo habría ganado. Y esto también hubiera sido un desastre para el pueblo armenio, porque Turquía esperaba ansiosamente el resultado de la Batalla de Stalingrado, ya que si los nazis ganaban, entraría en guerra, enviando sus hordas hacia Transcaucasia y el Asia Central, la Región del Volga, etc. Es obvio que entonces ningún armenio hubiera podido escapar de un nuevo genocidio.
Fueron alrededor de 30 mil los armenios que participaron en la Batalla de Stalingrado y 10 mil de ellos murieron. Alrededor de un tercio, eran de Karabaj.
Parece que esta batalla quedará para siempre en la historia, provocándonos circunstancialmente orgullo por la hazaña desinteresada de nuestros abuelos. Sin embargo, cuando llegan los tiempos oscuros, las páginas brillantes se convierten en los principales objetivos de los ataques y las agresiones. El gorbachovismo puede ser considerado como parte de esos tiempos oscuros. Sin embargo, hablaremos de este fenómeno por separado, porque sigue siendo algo muy actual, relevante y peligroso.
Así, el cerco de las hordas nazis cerca de Stalingrado, última parte de esta heroica batalla, se conoce en la historia con el nombre de operación "Anillo". En abril-mayo de 1991, el liderazgo de Azerbaiyán, con el apoyo activo y directo de Gorbachov, llevó a cabo la deportación de la población armenia del norte de Artsaj, de decenas de asentamientos de la antigua Región Autónoma de Nagorno Karabaj. En total, alrededor de 300 mil personas fueron deportadas, cientos murieron. Esta acción también se denominó "Operación Anillo".
La motivación de Azerbaiyán es bastante obvia: el genocidio y la deportación de los odiados armenios. Por supuesto, también había aquí un significado oculto muy peculiar: la venganza por Stalingrado, porque fue esta victoria la que detuvo la invasión de las hordas turcas en Transcaucasia y la creación del imperio panturquista.
La motivación de los gorbachovianos también es comprensible. Con tales métodos jesuíticos condenaban el pasado y las hazañas que salvaron a toda la humanidad de la peste parda. Por tales medios lograron sus viles fines: crear discordias, destrucción, desastres, luto, sangre, guerras, traiciones, agravios. Y todo ello bajo la apariencia de la bondad, las reformas, el patriotismo, etc... En definitiva, a través de falsas profecías.
Comments