"Pensemos en lo que deberíamos haber hecho y no hicimos, anticipémonos al futuro"
Durante la liturgia oficiada en memoria de los Santos Martíres, el Arzobispo Mirzakhanian enfatizó: "No tengamos miedo y sigamos viviendo en Cristo, porque él venció y nosotros también venceremos".
Redacción NOR SEVAN
El 24 de abril, con motivo del día del recuerdo de los santos mártires del Genocidio Armenio, la Santa Sede de Echmiadzin, bajo el liderazgo de Su Santidad Karekin II, Patriarca Supremo y Katolicós de Todos los Armenios, realizó en el Monasterio de Santa Gayané la ceremonia de la Santa Liturgia dedicada a las víctimas del genocidio armenios.
En esa ocasión también se presentó a los fieles el santuario de los santos mártires del genocidio armenio. Ofició la misa el director del Departamento Conceptual Eclesiástico de la Sede Sede, Arzobispo Vazkén Mirzakhanian.
En su sermón, el Arzobispo Mirzakhanian, haciendo referencia a los acontecimientos históricos de principios del siglo XX y, puntualmente, al genocidio armenio, señaló: "Dios bendijo a nuestro pueblo y pudimos restaurar nuestra condición de Estado armenio en la parte oriental de la Armenia histórica, nuestro pueblo pudo preservar esta parte de sus tierras históricas y curar sus heridas".
Y agregó: "¿Por qué ocurrió el genocidio armenio? Debemos pensar en ello para poder evitar situaciones similares en el futuro y no permitir que extranjeros nos sometan a genocidio en nuestra patria... Cuando vayamos a Tsitsernakaberd o a Yerablur, pensemos en lo que deberíamos haber hecho y no hicimos, y en lo que tenemos que hacer para anticiparnos al futuro. Nunca tengamos miedo y sigamos viviendo en Cristo, porque él venció y nosotros también venceremos".
Para finalizar, el Arzobispo Vazkén Mirzakhanian le dijo a los fieles que pidan la intercesión de los santos mártires del Genocidio para que nuestros líderes sean dotados de más sabiduría, que el pueblo armenio se llene de amor, solidaridad y pueda conservar y preservar el mundo de Armenia.
Al final de la Santa Liturgia, la procesión del clero, llevando el relicario de los santos mártires, se dirigió al perímetro de la Catedral de Echmiadzín, donde se llevó a cabo una ceremonia presidida por Su santidad Karekin II, Katolicós de Todos los Armenios.
