Ejercicios militares de Rusia en Artsaj y Armenia
- Redacción NOR SEVAN
- 11 jul 2023
- 3 Min. de lectura
Esa fue la respuesta práctica de Putin a la carta que le envió el presidente de Karabaj. Mientras tanto, el gobierno de Ereván continúa tratando de cumplir con todo lo acordado con Occidente.

Redacción NOR SEVAN
Hace unos días se supo que el presidente de la República de Artsaj, Arayik Harutiunian, le dirigió una carta al presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin. Lo hizo por intermedio del primer ministro de Armenia, Nikol Pashinian. En la misiva expuso la situación de crisis creada en Artsaj a raíz del bloqueo del Corredor Lachin por Azerbaiyán y pidió saber los pasos a seguir por Rusia...
Rápidamente, y con bastante razón, muchas voces se levantaron en Ereván, preguntando por qué Arayik Harutiunian no le escribió, en primer lugar, al jefe del Ejecutivo armenio, pidiéndole a él una evaluación política de su actividad y de la situación creada en Artsaj a partir de ella. Más, teniendo en cuenta que una de las razones fundamentales, sino la principal, para que el bloqueo del Corredor de Lachin se efectivizara, fue la decisión del gobierno de Armenia de reconocer Artsaj como parte de Azerbaiyán.
Quienes no perdieron el tiempo fueron los sectores pro-occidentales de Armenia y Artsaj, ligados principalmente al gobierno de Pashinian, que desataron una nueva ola anti-rusa a partir de esta noticia, tratando de hacer ver que el gobierno de Artsaj, al igual que el de Armenia, también responsabilizaba a Rusia por crisis humanitaria profundizada desde la instrumentación del bloqueo azerbaiyano del Corredor de Lachin.
Sin embargo, y a pesar de los sucesivos desaires y de las provocaciones permanentes provenientes desde Ereván, el análisis y la postura del gobierno de Rusia sigue siendo otro y la respuesta del Kremlin llegó en forma de decisión tomada, que provocó el inmediato descontento de Bakú.
Moscú acaba de informar que sus militares de la Base Nº 102, emplazada desde hace más de un siglo en la ciudad de Leninakán (Gyumrí), limítrofe con Turquía, que cumplen funciones en las fronteras armenio-turca y armenio-azerbaiyana, y los miembros de las Fuerzas de Paz estacionadas en Karabaj, realizarán ejercicios militares desde el 6 de julio hasta el 31 de agosto, tanto en Artsaj como en la región de Siunik, en Armenia.
Está a la vista que el de Rusia no es un gobierno de inexpertos ni de aventureros, y mucho menos de funcionarios que sean simples representantes y defensores de intereses foráneos. Las autoridades de Moscú no reaccionan pública y emocionalmente ante cada suceso ni ante cada dicho que los involucre, sino que evalúan con mucha seriedad cada acontecimiento y cada paso a tomar. Y queda más que claro, que a pesar de hechos y signos de adversidad que lleguen desde sectores adversos en países aliados o amigos, Rusia sigue cumpliendo los compromisos asumidos y trata de solucionar el cortocircuito, sin que ello provoque ninguna escalada ni dañe las relaciones de su país y su pueblo con el Estado y el pueblo amigo.
Por eso, los militares rusos siguen en la frontera armenio-turca y por eso sigue garantizando la seguridad del pueblo armenio en Karabaj.
Mientras tanto, el pasado jueves, el primer ministro armenio, Nikol Pashinian, anunció una nueva reunión con el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, dejando en claro el camino elegido.
"En un futuro próximo, mi reunión con el presidente de Azerbaiyán está prevista en Bruselas a través de la mediación del jefe del Consejo Europeo. Desafortunadamente, el texto del tratado de paz entre Armenia y Azerbaiyán aún no está listo para su firma. Espero hacer que el progreso logrado en Washington sea más sustantivo durante la próxima reunión. Todas las diferencias deben resolverse a través de la diplomacia", dijo Pashinian, quien nunca explicó por qué en sus reuniones con Aliyev ni tampoco en las reuniones entre los Cancilleres de Armenia y Azerbaiyán se negocia el levantamiento del bloqueo, sea total o parcial, para permitir el paso de alimentos y medicina.
Lo que sí hace el gobierno de Armenia, es una y otra vez intentar seguir poniendo sobre Rusia la responsabilidad de lo que sucede, cuando ya quedó evidente para la comunidad internacional, que las reglas de juego cambiaron cuando Pashinian dijo públicamente que "reconocía la integridad territorial de Azerbaiyán, incluida Karabaj". A partir de allí, dejó casi desamparados a los 120 mil armenios que habitan Karabaj, y también casi que sacó del juego a las fuerzas de paz rusas, que ahora se encuentran en territorio azerbaiyano y no en un territorio en disputa, tratando de garantizar los derechos de un pueblo que lucha por su autodeterminación.
Comments