Gran Guerra Patria: las mujeres armenias en la lucha antifascista (Parte 1)
El pueblo armenio, junto a sus pueblos hermanos de la Unión Soviética, fue partícipe de verdaderas hazañas durante la resistencia a la invasión hitleriana y la posterior ofensiva soviética, que terminó con los sueños de dominación mundial del fascismo.
Redacción NOR SEVAN (sobre material preparado por Amalia Tavadian)
Desde el primer día de la Gran Guerra Patria, cuando la Alemania hitleriana -con la complicidad de las potencias occidentales- invadía la Unión Soviética en junio de 1941, el pueblo armenio participó activamente en todos los frentes, ya sea en la retaguardia como en los escenarios de batalla.
Los y las combatientes armenias lucharon en las filas de las tropas multinacionales de la Unión Soviética en todos los distritos militares. Los reclutas de la Armenia Soviética constituían el 23% de la población de la república (un millón 400 mil personas en 1941), mientras que en la URSS el promedio general era el 18%, es decir, 34 millones y medio de reclutas sobre 200 millones de habitantes (1941).
Cabe señalar que en total participaron en la Gran Guerra Patria unos 600 mil armenios, casi la mitad de los cuales no regresaron a casa. Durante la guerra se crearon 8 divisiones armenias. En los campos de batalla, 68 generales armenios comandaban las tropas. Los armenios dieron al plurinacional Estado Soviético cuatro mariscales y un almirante, 26 armenios se convirtieron en poseedores plenos de la Orden de la Gloria de los tres grados. Y esto es sólo una pequeña parte de la contribución que nuestro pueblo hizo a la Gran Victoria sobre el fascismo.
La mayoría de los armenios que se convirtieron en héroes de la Unión Soviética por sus hazañas durante la Gran Guerra Patria nacieron en Armenia y Artsaj (Karabaj). Sin embargo, muchos de ellos procedían de otras regiones de la URSS.
En la sagrada lucha contra los agresores fascistas también participaron activamente las hijas de Armenia: más de 10 mil mujeres, de las cuales 4 mil eran de la República Socialista Soviética de Armenia, el resto de otras repúblicas de la URSS y de la diáspora. Durante los difíciles años de la guerra, en el frente y en la retaguardia, las mujeres dedicaron todas sus fuerzas, conocimientos y, muchas, incluso sus vidas, a la causa común de derrotar al odiado enemigo. Las mujeres de Armenia lograron muchas y gloriosas hazañas en los frentes de la Gran Guerra Patria. Participaron en las batallas decisivas por Stalingrado y el Cáucaso, en la heroica defensa de Leningrado, en la liberación del territorio soviético y de los países europeos de la ocupación nazi.
A continuación, presentaremos a los lectores los nombres de algunas de las heroicas mujeres de Armenia, que combatieron al fascismo e hicieron historia.
Sonik (Sonia) Sinoyan nació en 1923, en el poblado Bazmaberd, distrito de Talin, RSS de Armenia. Con fecha 23 de octubre de 1941, escribió una declaración expresando su deseo de ir voluntariamente al frente: “Estaré orgullosa de unirme, junto con mis familiares, a las filas del Ejército Rojo para luchar contra los invasores nazis. Que los invasores fascistas sepan que las mujeres soviéticas están dispuestas a defender la libertad y la independencia de su amada Patria”.
A principios de 1942, Sonik Sinoyan ya estaba en primera línea. Participó en batallas defensivas en la región de Kirovograd y luego en el frente del Cáucaso, en la ciudad de Mozdok.
Sonik se convirtió en una experimentada oficial de inteligencia, recorriendo repetidamente las líneas enemigas y cumpliendo de manera ejemplar las tareas de mando. Por ello, se le concedió el título de "Excelencia en Inteligencia".
Sonia Sinoyan, en 1944, participó en la liberación de Ucrania, Moldavia y Hungría, donde fue señalizadora de una unidad de artillería. En las afueras de los pueblos de Takmaze y Sherpeni (Moldavia), Sonia y sus camaradas tuvieron la tarea de averiguar detalles relacionados con las tropas enemigas. Durante la operación se produjo un enfrentamiento con el enemigo. Después de una corta batalla, el enemigo se rindió y los exploradores, victoriosos, regresaron a la unidad militar sin pérdidas, habiendo capturado a seis alemanes.
El 31 de enero de 1945, la heroína armenia restableció repetidamente el contacto en la batalla por el pueblo de María, en Hungría, aniquilando a 5 soldados enemigos. La División de Fusileros N° 1 de Belgrado colocó dos baterías de artillería a la misma altura. El señalizador informó al comandante del regimiento sobre el ataque enemigo. El enemigo avanzó utilizando tanques y ametralladoras. En el momento más difícil de la batalla, la conexión entre las baterías del mando del regimiento se rompió y no fue posible restablecerla. El comandante de la batería, queriendo salvar la vida de Sonik -la única chica de la unidad militar-, exigió abandonar la línea de fuego e ir al cuartel general. Sin embargo, ella se negó a cumplir la orden, suministró municiones a los artilleros y luchó hasta el final, participando en la defensa de las posiciones de alturas. Por esta hazaña, Sonik recibió la Orden de la Estrella Roja.
Es importante destacar la hazaña de Sinoyan en una de las últimas batallas a orillas del Danubio, en Austria. El 3 de febrero de 1945 comenzaron los combates cerca del poblado Gyula. La infantería alemana atacó al amparo de ocho tanques. La comunicación estuvo a cargo de Sonik Sinoyan. Cuando uno de los tanques en movimiento se acercó a una distancia de 15 metros, Sinoyan le arrojó un cóctel Molotov, como resultado de lo cual el tanque enemigo quedó inutilizado. Ella personalmente destruyó el segundo tanque Tiger con granadas y capturó a dos de los cinco nazis. La tripulación de la batería destruyó 4 tanques alemanes y capturó a 25 soldados.
Las hazañas de Sonik Sinoyan son innumerables. Por su valentía en la lucha contra los invasores nazis, recibió la Orden de la Gloria de grado III y numerosas otras medallas por su participación en las batallas por la liberación de las ciudades de Moldavia, Shumen (Shumla), Constanza, Budapest, Korneuburg, Floridsdorf, Viena, Hollabrunn, Stockerau y otras.
Finalizada la guerra y lograda la Victoria sobre la Alemania nazifascista, Sonik regresó a su Bazmaberd natal.
Hasmik Tamazian (foto) nació en 1922 en Ashtarak, RSS de Armenia. Durante los días de la heroica defensa del Cáucaso (27 de julio de 1942 - 9 de octubre de 1943), Tamazian se ofreció como voluntaria para el ejército soviético, recibió el entrenamiento adecuado y se convirtió en una eficiente artillera antiaérea.
A principios de 1943 se libraron sangrientas batallas por la liberación de Armavir. Los nazis mantuvieron las posiciones defensivas soviéticas bajo intenso fuego. Los aviones enemigos tampoco estaban inactivos. Siguiendo instrucciones del comandante de la división de aviación, el escuadrón de Tamazian descubrió rápidamente la dirección y altitud del avión enemigo. Cuando los aviones se acercaron a nuestra línea defensiva, un intenso fuego antiaéreo atacó a su grupo, destruyendo varias unidades. Ese día se evitó un ataque aéreo enemigo contra las ciudades de Armavir y Kropotkin.
Por su heroísmo desinteresado en las batallas por la liberación del Cáucaso, Hasmik Tamazian recibió dos veces un certificado de mando y una medalla "Al Mérito Militar". La valiente guerrera Tamazian, que era la responsable de la organización partidaria en su división, participó en las luchas por la liberación de Ucrania y Moldavia, y llegó hasta Checoslovaquia.
Al describir las hazañas militares de Hasmik Tamazian en diferentes sectores del frente, tanto el comandante de la unidad, el capitán Pankov, como su adjunto para asuntos civiles, el mayor Zhilkin, enfatizan en una carta enviada al padre de Tamazian: “Durante su servicio en nuestra unidad, su hija demostró ser una de las mejores luchadoras entre los representantes del sexo femenino. Durante todo su servicio fue una luchadora excelente, modesta y disciplinada, y, además, demostró ser la mejor en términos de formación política”.
Entre los defensores armenios del Cáucaso hubo un gran número de señalizadoras, que lucharon con heroísmo y se destacaron: la Comandante de la Compañía de Señales Aghavní Avetisian; las Tenientes menores Knarik Harutiunian y Victoria Malakian, condecorada con la medalla de la Estrella Roja; las también condecoradas con la medalla “Al Mérito Militar”, Lucía Poghosian y Valentina Livian, y la merecedora de la medalla de la Estrella Roja, Anela Abrahamian.
Valentina Livian fue fundamental para garantizar una conexión inquebrantable entre el batallón y la compañía. En julio-septiembre de 1943, participó en las batallas cerca de Novorossiysk como parte de la 255ª Brigada de Infantería de Marina Bandera Roja, proporcionando comunicación constante entre las unidades militares y el comando del batallón. En los momentos difíciles de los combates, Valentina Livian también logró sacar a los heridos del campo de batalla y brindarles los primeros auxilios.
Otra armenia, la Comandante de la Compañía de Comunicaciones, Aghavní Avetisian, también garantizó la continuidad de las comunicaciones. Ella, personalmente, revisó y reparó la línea telefónica. Durante la batalla, bajo intenso fuego enemigo, Aghavní fue rodeada mientras reparaba la línea. Sin embargo, logró escapar con éxito del cerco e inmediatamente estableció contacto con la unidad militar. Con su ejemplo personal, la Comandante Aghavní Avetisian se transformó en inspiración patriótica para comandantes y soldados.
Knarik Harutiunian, una señalizadora que era empleada del Ministerio de Educación y fue voluntariamente al frente, llegó a Berlín desde el Cáucaso. Recibió la Orden de la Estrella Roja y otras medallas.
La ruta de combate de la señalista Anela Abrahamian se extiende desde el Cáucaso Norte hasta Berlín. En 1942, Anela, estudiante de último año de la Facultad de Medicina, se ofreció como voluntaria para el frente.
Primero en la 320ª División y luego en la 409ª, Abrahamian combatió al fascismo alemán como instructora de un Batallón Médico y después como señalizadora de una Batería del Cuartel General. Participó en las batallas por la liberación del Cáucaso Norte y Ucrania. Por garantizar una comunicación ininterrumpida en una situación militar difícil durante la liberación de Zmeev, Anela Abrahamian recibió la medalla “Al Coraje".
En la región de Dnepropetrovsk se libraron feroces batallas. La 409ª División se vio obligada a retirarse. El conductor del vehículo, el mayor Kazarian, murió y el grupo de comandantes que viajaba allí podría haber sido rodeado y capturado por los nazis. Sin embargo, sin perder un minuto de tiempo Anela Abrahamian se puso inmediatamente al volante y sacó a los comandantes del cerco, por lo que recibió el agradecimiento del Comandante de División Dobrovsky. Posteriormente, la división participó activamente en las batallas por la liberación de las ciudades de Dnepropetrovsk, Kirovograd y Krivoy Rog.
En enero de 1944, durante los intensos combates en las afueras de Krivoy Rog, Anela junto a 11 artilleros lucharon a brazo partido contra numerosos tanques enemigos,a la espera de que llegaran las fuerzas auxiliares.
En febrero del mismo año, Anela Abrahamian se sumó a las filas de la 89ª División Armenia de Taman (la célebre División Tamanian, una de las divisiones del Ejército Rojo que participó en la toma de Berlín), y como señalizadora de la Batería del Cuartel General del Regimiento, participó en la liberación de Sebastopol y Polonia.
Por garantizar una comunicación ininterrumpida en la fortaleza de Odra, Anela Abrahamian recibió la medalla de la Estrella Roja. Y por su participación activa en la batalla por Berlín, recibió una segunda medalla.
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