Inauguraron en Ereván el Monumento a los participantes de la "Operación Némesis"
El monumento fue emplazado por decisión de la Intendencia de la capital armenia, a pedido de los descendientes de los denominados "justicieros", que "vengaron el genocidio de su pueblo".
Redacción Nor Seván
El pasado 25 de abril, en Ereván, se llevó a cabo la ceremonia oficial de apertura del Monumento conmemorativo dedicado a lo armenios que fueron parte de la denominada “Operación Némesis”. La misma consistió en vengar el genocidio armenio de 1915 y las matanzas de armenios en Bakú en 1918, eliminando a quienes fueron sus organizadores y perpetradores, particularmente a los cabecillas del gobierno de los Jóvenes Turcos.
“A partir de ahora, las nuevas generaciones conocerán la historia de estos heroicos armenios”, está escrito junto al monumento, donde se agrega que el mismo “es un homenaje, un saludo único y un mensaje de responsabilidad hacia la patria”.
Sobre la escultura se recuerda los nombres de Soghomón Tehlirian, Aram Yerkanian, Armén Garó, Grigor Merjanov, Ara Sargsian, Avetik Isahakian, Hrach Papazian, Shahan Natali, Hakob Melkumov, Yervand Fundukian, Misak Torlakian, Arshavir Shirakian, Arshak Yezdanian, Stepán Tsaghikian, Artashés Guevorguian y Petrós Ter Poghosian.
Desde el gobierno de Ereván informaron que “la petición para la instalación del memorial fue presentada por los descendientes de los vengadores del Genocidio Armenio”, quienes estuvieron presentes en la ceremonia inaugural, entre ellos el periodista Artiom Yerkanian, descendiente de Aram.
“Le debemos a los vengadores ser una nación decente. ¿Te imaginas lo que hubiera pasado si la Operación Némesis no hubiera sucedido? Seríamos una nación enferma, con complicaciones psicológicas. A menudo los comparo con los psiquiatras. Nos hicieron sentir dignos. Estas personas no son terroristas, sino los ejecutores del justo veredicto que fue dado por un tribunal legal legítimo. Creo que el turco que quiera sentirse digno debe venir, inclinarse ante este monumento y recordar que el primer país que reconoció y condenó el Genocidio Armenio fue Turquía, que luego se apartó de ese principio”, enfatizó Yerkanian.
Cabe destacar que el 12 de abril de 1919, el Tribunal Militar del Imperio Otomano resolvió, en Constantinopla, someter a juicio a la mayoría de los integrantes del gabinete de los Jóvenes Turcos. El 5 de julio, el Tribunal Marcial presidido por Nazem Pashá, condena a muerte -en ausencia- a Talaat, como "representante moral de los Jóvenes Turcos", al ex Ministro de Educación Nazem, al ex Ministro de Guerra Enver -expulsado del Ejército-, al ex Ministro de Marina Djemal, y a otros cabecillas de los Jóvenes Turcos, perpetradores del genocidio armenio. Estas condenas fueron ratificadas el día 13 del mismo mes.
Ashot Melkonian, director del Instituto de Historia de la Academia Nacional de Ciencias de la República de Armenia, señaló que la “Operación Némesis" fue un evento importante en la vida del pueblo armenio. Recordó que la decisión de llevar a cabo la operación se tomó en 1919, en la Novena Asamblea General de la Federación Revolucionaria Armenia en Ereván. En ese momento, se mencionaron 650 nombres de los perpetradores del Genocidio Armenio, de los cuales se señalaron 41 criminales principales. Y agregó: “Esta no fue solo una decisión de un partido, sino un problema nacional, y el pueblo armenio lo resolvió a nivel nacional”. Por ello, entre los nombres que se recuerdan en el memorial, hay varios que no fueron miembros del tashnagtsutiún.
Cabe señalar que la fuente-monumento fue instalada por decisión del Consejo de Ancianos de Ereván, el autor de la escultura es el arquitecto Tigran Barseghyan.
Reacciones en Turquía
Lejos de quienes condenaron a los genocidas y emparentados con los criminales que lideraron el Imperio Otomano, rápidamente las autoridades actuales de Turquía salieron no sólo a criticar la inauguración del monumento, sino a amenazar y “castigar” a quienes osaron inaugurarlo.
Un comunicado de prensa del Ministerio de Relaciones Exteriores de Turquía establece que el monumento está dedicado a "los perpetradores de los asesinatos cometidos contra líderes políticos y militares otomanos, funcionarios azerbaiyanos e incluso algunos ciudadanos armenios de origen otomano a principios de la década de 1920".
Oficialmente, Ankara catalogó al monumento como "vergonzoso" y lo describe como "glorificando las acciones sangrientas que allanaron el camino para los monstruosos ataques terroristas que mataron a 31 diplomáticos turcos y sus familias", haciendo referencia a los atentados llevados adelante, en distintos países, por el ESALA en la década de los ochenta del siglo veinte contra embajadores y cónsules de Turquía.
Considerando que la inauguración del monumento es "incompatible con el espíritu del proceso de arreglo en curso entre los dos países", el Ministerio de Relaciones Exteriores de Turquía puntualizó que “tales pasos provocativos de ninguna manera contribuirán a los esfuerzos para establecer la estabilidad y la paz en la región, sino que, por el contrario, afectarán negativamente el proceso de solución”.
El 3 de mayo, el ministro de Relaciones Exteriores de Turquía, Mevlut Chavushoglu, anunciaba: “Hemos cerrado nuestro espacio aéreo para Armenia. Permitiremos la entrada de aviones a nuestro país si es necesario, pero no permitiremos que aviones y jets privados sobrevuelen nuestro territorio mientras continúen las provocaciones”. Y si medir sus dichos, afirmó en tono amenazante que “Turquía tomará otras medidas si el monumento no es demolido”.
Como señalamos antes, las actuales autoridades de Turquía están muy lejos de quienes juzgaron a los genocidas y muy emparentados a los criminales.
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