Jerusalén: los armenios siguen defendiendo los territorios del Patriarcado
Si bien continúa la causa judicial para declarar nulo el fraudulento acuerdo, la empresa constructora israelí continúa intentando apoderarse por la fuerza del terreno.
Redacción NOR SEVAN
Continúa en el barrio armenio de Jerusalén la lucha por el terreno conocido como el “Jardín de las Vacas”, perteneciente al Patriarcado Armenio de Jerusalén.
Recordemos que el sacerdote armenio Jachik Yeretsian, uno de los responsables del Patriarcado, firmó en secreto la sesión por noventa y nueve años de los terrenos equivalentes al 25% del barrio armenio a una empresa israelí denominada Xana Capital. El contrato se acordó entre gallos y medianoches, sin cumplir con los pasos estatutarios y avasallando los derechos de la comunidad armenia de Jerusalén, que no fue consultada en ningún momento ni participó de tal acuerdo espurio.
Una vez enterados de lo sucedido, los representantes de la comunidad armenia manifestaron su rechazo al acuerdo, expulsaron al sacerdote Yeritsian (quien encontró refugio en los Estados Unidos), e hicieron una presentación judicial ante los Tribunales israelíes para que declaren nulo el contrato y cancelen el arrendamiento del 25 por ciento del barrio armenio durante 99 años.
A pesar de este pedido y de que la Justicia comenzó la intervención en el caso, los representantes de la empresa constructora israelí trasladaron maquinaria pesada y otros elementos a la zona y comenzaron con las obras previstas, destruyendo muros y otras edificaciones, que fueron detenidas por la intervención decidida de los clérigos y los miembros civiles de la comunidad armenia local.
Aghán Gogchian, encargado de relaciones diplomáticas del Patriarcado Armenio de Jerusalén, reiteró que el Patriarcado canceló el contrato fraudulento, pero los dueños de la empresa israelí, en lugar de responder legalmente a la cancelación, están intentando avanzar con las obras. Queda claro que los israelíes saben que el acuerdo “firmado” carece de toda legitimidad, ya que no cumplió con ninguna de las obligaciones estatutarias.
“Ignoran por completo la posición jurídica adoptada por el Patriarcado en este tema y eligen la provocación, la agresión y la persecución, enviando hombres armados a sueldo al Jardín de las Vacas. El Patriarcado Armenio se encuentra bajo la mayor amenaza ontológica en su historia desde el siglo XVI”, advirtió Gogchian.
Sistemáticamente, se cometen actos de violencia contra la comunidad armenia que lucha por preservar su propiedad. El último ataque tuvo lugar el pasado 28 de diciembre, cuando más de treinta matones armados invadieron el Jardín de las Vacas y atacaron con palos, fierros y piedras a los clérigos y miembros de la comunidad armenia local, que mantienen un acampe y custodian el territorio. Varios de ellos sufrieron diversas lesiones físicas, pero los únicos detenidos por la policía israelí fueron dos jóvenes armenios.
Actualmente, la comunidad armenia armó barricadas en una de las entradas al Jardín de las Vacas, ya que si bien hay audiencias y judicialmente la causa continúa, los ataques se suceden casi a diario y al menos una vez por semana los atacantes son entre 30 y 50 y vienen con perros y armas de fuego, tratando de amedrentar a los armenios y echarlos del territorio que les pertenece históricamente.
Mientras tanto ayer, en Washington, durante una rueda de prensa se le preguntó al portavoz del Departamento de Estado de los Estados Unidos, Matthew Miller, acerca de las preocupaciones de los líderes del barrio armenio de Jerusalén de que el gobierno israelí está utilizando el conflicto en la Franja de Gaza para expulsar a un gran número de cristianos armenios.
“No hay una respuesta concreta a esta pregunta. Pero, como hemos dicho repetidamente, no queremos que el gobierno israelí tome ninguna medida que pueda aumentar las tensiones”, fue la respuesta del funcionario norteamericano.
