La vergonzosa escena de pugilato en el parlamento armenio
La discusión entre diputados de la Asamblea Nacional de Armenia del 8 de mayo repercutió en la prensa y en la comunidad internacional.

Por Hamo Moskofian, Beirut
Mientras que la comunidad internacional, los amigos y enemigos de Armenia, la Diáspora y todo el mundo estaban involucrados en la lucha contra la mortal pandemia del coronavirus y las consecuencias de la grave crisis económica, fuimos testigos de una vergonzosa tragicomedia en la Asamblea Nacional de la República de Armenia.
Inmediatamente, los canales de televisión, las redes sociales, internet, incluso el famoso Google, ya sea en el Líbano, en el mundo árabe como en nuestros archienemigos Turquía y Azerbaiyán, hicieron referencia a las vergonzosas escenas de pugilato entre los diputados armenios Sasún Mikaelian y Edmon Marukian, y entre quienes tenía que separarlos.
Además, todos se sorprendieron al ver al primer ministro Nikol Pashinian "desaparecer" del escenario, para después reaparecer y con un vocabulario muy particular lanzar una andanada de palabras insultantes hacia Edmon Marukian y el Partido Armenia Luminosa, como así también para los opositores y para los "fantasmas" que envían amenazas de muerte por las redes sociales.
Como periodista que sigue de cerca los acontecimientos, que pasó la mitad de su vida en Armenia, recibí numerosas llamadas telefónicas, mensajes por WhatsApp, mails de nuestros amigos libaneses, árabes, armenios del Líbano, sirios, kurdos y asirios, alemanes, gente preocupada por Armenia y el pueblo armenio hasta de Estados Unidos, Canadá, Argentina. Todos estaban muy sorprendidos, temerosos de que pudiera repetirse lo del 27 de octubre de 1999, y las acciones de estas características que desde 1992 vienen repitiendo algunos hooligans que encontraron su trabajo en la Asamblea Nacional.
Ellos esperaban que después de la “Revolución de terciopelo" de 2018, en Armenia habría solidaridad, justicia y prosperidad. Sin embargo, tanta animosidad, amenazas, cataratas de insultos en las redes sociales, odio mutuo entre los "recién llegados" y los denominados "especímenes arqueologicos", hizo que todos se decepcionaran.
Por supuesto, Bakú y Ankara se regocijan con estos acontecimientos protagonizados por sus ahijados.
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