La versión "occidental" de la supuesta visita de Zelensky a Ereván y Bakú
Mientras para la mayoría de la sociedad armenia se trata de una nueva acción provocadora del gobierno de Pashinian contra Rusia, para los sectores "occidentalistas" Zelensky llega para "advertir" a Aliyev de no atacar a Armenia.
Redacción NOR SEVAN
La semana pasada se supo extraoficialmente que el presidente nazi de Ucrania, Volodymyr Zelensky, visitaría Armenia y Azerbaiyán durante los primeros días de marzo. Y si bien aún ni Ereván ni Bakú confirmaron ni desmintieron la noticia, el hecho de que en ambos países se esté hablando y discutiendo públicamente y en todos los niveles sobre la “supuesta visita”, significa que, finalmente, el virrey ucraniano de la OTAN en Europa llegará de visita oficial a Armenia y Azerbaiyán.
En Armenia, la noticia de la visita de Zelensky sorprendió incluso a los círculos cercanos al gobierno y a la política en general, muchos de los cuales se enteraron de los preparativos de la visita a través de la prensa. Para un sector importante de la sociedad, la visita de Zelensky es una decisión equivocada y una nueva jugada anti-rusa del gobierno, ya que provocará nuevamente el enojo de la mayoría en Rusia, país que sigue siendo el aliado estratégico de Armenia y su principal socio económico.
Para tratar de minimizar esta mirada dominante en la sociedad armenia, los sectores pro-occidentales comenzaron a difundir a través de los medios cercanos al gobierno, la idea de que la visita de Zelensky a Ereván y Bakú tiene un propósito completamente diferente.
Según las “fuentes occidentalistas”, el presidente ukro-nazi mantiene relaciones bastante cálidas con el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, lo apoya en diversos asuntos y también es gracias a Zelensky que Aliyev logra salvar su imagen en el contexto de represiones, escándalos de corrupción y muchos otras ilegalidades que tienen lugar en Azerbaiyán. Estos medios, agregan que en las relaciones con Occidente, Zelensky apoya a Aliyev más que el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan.
Por lo tanto, según los occidentalistas, Zelensky llegaría a la región a petición de los principales actores europeos y estadounidenses para reunirse con el presidente de Azerbaiyán, a quien debería transmitirle el mensaje de “Occidente Colectivo” (Estados Unidos, Gran Bretaña, Unión Europea y OTAN), de que otra agresión contra Armenia es inaceptable y que si este último se lanza a la aventura, entonces ni el propio Zelensky podrá apoyarlo.
Cabe recordar aquí que Ucrania apoyó militarmente a Azerbaiyán en la agresión militar contra el pueblo de Karabaj, abasteciéndolo con bombas de fósforo blanco y drones, durante la guerra de 2020, que dejó un saldo de más de cinco mil armenios muertos y diez mil heridos y mutilados.
Mientras “oficialmente” en Ereván intentan imponer esa mira, en Bakú, y antes de la aún no confirmada visita de Zelensky al Cáucaso, Ilham Aliyev afirmó que Azerbaiyán no tiene planes de atacar a Armenia. “No tenemos tales planes. Estas son insinuaciones del señor Macron”, dijo Aliyev hoy, miércoles, al recibir en Bakú a la delegación encabezada por Michael Harms, presidente del Comité Oriental de la Economía Alemana.
Un día antes, el martes, la integrante de otra delegación oficial alemana, pero que se encuentra de visita en Armenia, justificó la falta de sanciones europeas contra Azerbaiyán, argumentando que “podría obstaculizar” el proceso de paz.
Elisabeth Winkelmeier-Becker, jefa de la comisión de asuntos jurídicos del Bundestag (Parlamento alemán), expresó durante una rueda de prensa en Ereván: “En mi opinión, las sanciones a menudo tienen un éxito limitado. Me gustaría reducir ligeramente sus expectativas y esperanzas sobre este tema, porque, al menos en esta etapa, la aplicación de tales sanciones puede obstaculizar la eficacia del proceso de paz”.
Queda claro que más allá de particularidades, Turquía y Azerbaiyán avanzan en sus planes contra Armenia luego de haber logrado junto a Estados Unidos y la Unión Europea -y con la complicidad del gobierno de Pashinian-, “neutralizar”, en parte, la influencia de Rusia en el Caúcaso, ya que la atención de Moscú está centralizada en su lucha contra la alianza conformada por los nazis ucranianos con los fascistas de la OTAN.
Según el politólogo armenio Robert Ustian, el conflicto en Ucrania y la situación en el Cáucaso Meridional están hoy estrechamente relacionados.
“Turquía y Azerbaiyán tienen prisa y quieren abrir el Corredor de Zanguezur lo antes posible, porque entienden que ahora Armenia se encuentra débil y en un estado de mucha vulnerabilidad. Y por lo que veo, incluso en los medios de comunicación turcos tienen claro que la situación en el Cáucaso Meridional y la situación en Ucrania están estrechamente interconectadas. Saben, y es evidente, que cuanto más se fortalece Rusia en Ucrania, más se dan cuenta Bakú y Ankara de que Rusia regresará al sur del Cáucaso, y ellos ya no podrán hacer lo que quieran. Por eso se apuran, porque mientras Rusia esté ocupada con Ucrania, Aliyev y Erdogan podrán comerciar con Armenia en los términos que ellos impongan”, puntualizó Ustian.
Para el politólogo, haga lo que haga y pase lo que pase, la seguridad de Armenia dependerá de sus relaciones con la Federación de Rusia. “Tarde o temprano, cuando los blancos y los negros se cristalicen en el Cáucaso, entonces Armenia, finalmente, estará con la Federación de Rusia en términos de seguridad”, enfatizó Robert Ustian.
