Miles de personas marcharon por la libertad de Samvel Karapetian
- Redacción NOR SEVAN
- 4 jul
- 9 Min. de lectura
El gobierno continúa su política agresiva contra la Iglesia Armenia y contra la oposición política y social. Mientras tanto, en la ocupada Artsaj el presidente Aliyev recibía a los presidentes de Turquía, Irán y Paquistán, y la tensión en las relaciones entre Bakú y Moscú alcanza niveles impensados hasta ahora.

Por Adrián Lomlomdjian
Con el transcurrir de los días, el gobierno del primer ministro Nikol Pashinian, lejos de apaciguar las tensiones internas en el país, redobla su avanzada sobre los distintos sectores de la oposición política y social a su plan de entrega y sometimiento. Y lo hace a través de declaraciones con un alto contenido de agresividad y desprecio hacia “el otro”, y también por medio de polémicas decisiones, que rápidamente se transforman en acciones de gobierno, en un Estado que parece estar totalmente cooptado por un grupo de hombres y mujeres dispuestos a cumplir el compromiso asumido con Occidente Colectivo (Estados Unidos,Gran Bretaña, Europa, OTAN más sus gendarmes regionales como lo son el sionismo y el panturquismo), verdadero artífice de este proyecto que puede acabar, en lo inmediato, con la soberanía de Armenia y, a largo plazo, con la existencia del pueblo armenio en los territorios que habitó por milenios.
Yendo puntualmente a la situación generada en torno a la persecución y posterior encarcelamiento del empresario y benefactor armenio -ciudadano de Rusia- Samvel Karapetian, el rechazo cosechado por el gobierno supera incluso el recibido por algunas medidas gubernamentales antipopulares, ya que casi el 80% de los consultados expresó su desacuerdo con la detención de Karapetian.
Todo comenzó el pasado 17 de junio, cuando se realizó un allanamiento en la casa de Samvel Karapetian después de que el dueño del Grupo Tashir expresara públicamente su apoyo a la Iglesia Apostólica Armenia, enfatizando que “un pequeño grupo, olvidando la historia de los armenios, la historia de la Iglesia armenia durante miles de años, atacó a la Iglesia armenia y al pueblo armenio”.
Inmediatamente conocidas las declaraciones de Karapetian, el primer ministro de la República de Armenia (RA), Nikol Pashinian, comenzó a publicar mensajes insultantes y amenazantes contra el empresario en las redes sociales.
Paralelamente, Pashinian, otros ministros y diputados de su partido, empezaron a hablar de la necesidad de expropiar la Empresa de Energía Eléctrica -de propiedad del Grupo Tashir-, incluso amenazando a los y las trabajadoras de la misma con despedirlos, si seguían manifestándose en defensa del dueño de la empresa.
Pocas horas más tarde, desde la Justicia informaban que se habían iniciado procedimientos penales en virtud del artículo 422, parte 2, en relación con el hecho de que Samvel Karapetian, mientras daba una entrevista a través de los medios de comunicación, hizo un llamamiento público a usurpar el poder de manera no prevista en la Constitución de la RA, por lo que se lo acusaba de llamar a una sublevación y a echar al gobierno por la fuerza. El 18 de junio, el Tribunal de Ereván sentenció a Samvel Karapetian a dos meses de prisión preventiva mientras dure la investigación. El empresario y benefactor armenio se encuentra actualmente en la prisión de Ereván-Kentron.
Y mientras el dueño y principal responsable del Grupo Tashir está encarcelado, Pashinian y los suyos avanzaron con suma celeridad en la expropiación de la empresa “Elseti Armenia”. Durante una sesión extraordinaria, ayer, jueves 3 de julio, la Asamblea Nacional de Armenia aprobó en segunda y última lectura las enmiendas a las leyes de la RA “Sobre la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos” y “Sobre la Energía”. En particular, las enmiendas legislativas se refieren al proyecto de nacionalización de “Elseti Armenia” (Redes Eléctricas de Armenia): 65 diputados votaron a favor, 27 en contra y no hubo abstenciones.
Esta sería una gran noticia si la tomáramos de manera individual, sin ponerla en el contexto de los que pasa en Armenia, en particular, y en la región, en general.
Sin embargo, podemos aseverar de que este es otro paso del proyecto elaborado por Occidente, que condujo a Pashinian al poder -a través de un Golpe de Estado institucional, no olvidar este detalle-, con la esperanza de ir cumpliendo de manera gradual con su único y supremo objetivo: golpear a Rusia, minimizar su influencia regional, debilitarla con ataques en distintos frentes -Ucrania, Moldavia, Armenia, Georgia, Siria- hasta vencerla, para poder someterla, despedazarla y saquear sus riquezas naturales.
Se encarcela a un empresario armenio ciudadano de Rusia, con fuertes e importantes relaciones con el empresariado ruso y con armenios de la diáspora. Se le expropia la empresa de energía eléctrica bajo el paraguas de la “nacionalización” (para generar aprobación en progresistas y nacionalistas), pero la realidad es que se mantienen conversaciones con la empresa estatal de energía de Turquía para analizar “inversiones” provenientes de ese país. Raro, no?
Se ataca a la Iglesia Apostólica Armenia como institución aglutinadora de la armenidad, sabiendo que, históricamente, ha cumplido y cumple un rol fundamental en las relaciones Armenia-Diáspora y en el mantenimiento de la unidad en las comunidades armenias asentadas en distintos países de los cinco continentes. Además, se encarcela a varios arzobispos y sacerdotes, se los involucra en un “inventado” plan golpista, se los “acusa” de estar al servicio de Rusia y también se difunde por los medios pro-gubernamentales la idea de que Moscú está detrás de la resistencia a las medidas de su gobierno.
Por lo tanto, según el primer ministro Pashinian, su gabinete y su equipo político, el pueblo armenio no puede más que estar feliz y acompañar sus decisiones, desde la entrega de Artsaj hasta dejar a un lado a su aliado estratégico -Rusia- para reemplazarlo por Occidente, Turquía y Azerbaiyán. Y en el mientras tanto, también los armenios y las armenias deberían estar más que satisfechos porque los funcionarios de Estado de la “Armenia Real” (la de Pashinian) ponen en un duda el Genocidio Armenio y dicen que el Ararat no es un símbolo de la armenidad; o porque con las medidas de gobierno llevadas adelante crecen la pobreza y la desocupación, disminuye el número de turistas, aumenta el número de quienes abandonan el suelo patrio y el país se transforma en un amplio territorio donde opinar distinto o resistir la entrega y la traición significan persecución, represión y cárcel. Ni hablar de la felicidad que deberían exteriorizar los ciudadanos de la “Armenia Real” ante la entrega a Azerbaiyán de territorio soberano.
Y si en vez de estar felices “por todos estos logros”, los ciudadanos de la RA manifiestan su rechazo a la política del gobierno, no es porque llegaron a la conclusión de que lo que la lucha, el trabajo y el sacrificio de tantos siglos logró construir está siendo dilapidado y a punto de ser destruido, sino porque Rusia elaboró un plan para desestabilizarlo. El mismo argumento sostenido por décadas en Occidente, sólo que lo van adaptando a cada situación particular y retocando “apenitas” para que no se note…
¡Libertad a Samvel Karapetian!

El viernes 4 de julio por la mañana, los habitantes de la capital Ereván visualizaron una gigantografía con la imagen del empresario y la consigan “Libertad a Samvel Karapetian”, que fue desplegada en la cima del complejo arquitectónico-cultural conocido como Cascada, que termina en la columna con la espiga de oro dedicada al Cincuentenario de Armenia Soviética. Por la tarde, miles de personas acudieron a la primera manifestación pública y multisectorial por la libertad del empresario y benefactor, y también por la de los arzobispos Bagrat y Mikael, y por todos los presos políticos.
Los y las manifestantes llevaban mayoritariamente remeras y gorras blancas con la inscripción "Mer Dzevov" ("a nuestra manera"), que fue la frase que provocó la ira de Pashinian y su equipo, y que el empresario Samvel Karapetian había utilizado durante el reportaje para decir cómo estaba dispuesto a defender a la iglesia de "un pequeño grupo, que había olvidado la milenaria historia del pueblo armenio y el legado de la iglesia armenia".
“Estoy dispuesto a recorrer el camino de la lucha por el bien de nuestro país y de nuestra preciosa tierra, que nadie desarrollará ni protegerá por nosotros ni como nosotros. Ha llegado el momento de unirnos en torno a una fuerza fundamentalmente nueva y, unidos, convertirnos en un solo puño.”, dijo Samvel Karapetian, en uno de los párrafos del mensaje que envió desde la prisión y que leyó su abogado, Aram Vardevanian.
El mensaje completo de Samvel Karapetian, leído durante la masiva manifestación por su libertad, dice lo siguiente:
“Queridos compatriotas,
Los últimos días han sido, sin exagerar, de los más importantes de mi vida. Estando detenido ilegalmente, no he experimentado ni un solo momento de aislamiento ni soledad. El cariño y el respeto que he sentido de miles de nuestros compatriotas a través de los medios de comunicación, así como las sinceras manifestaciones de apoyo y las propuestas de ayuda que he recibido a través de mis contactos, no solo de familiares, amigos y conocidos, sino también de miles de desconocidos, les aseguro que pueden alegrar a cualquiera.
Los muros y barrotes del aislamiento no son una auténtica penuria cuando la gente valora tanto tu trabajo y tu vida. Gracias, queridos compatriotas, por ser como son.
Pero esta actitud suya es inspiradora y para mí,al menos, tiene dos significados. Primero, la mayoría de nuestros compatriotas están de acuerdo conmigo y creen que un pequeño grupo, que ha negado durante mucho tiempo nuestra historia y tradiciones, no puede pisotear nuestra identidad en pos de sus propios intereses. No tiene derecho a atacar a nuestra Santa Iglesia Apostólica Armenia. No lo permitiremos, a nuestra manera.
Y en segundo lugar, nuestro pueblo demuestra con su actitud que no soy yo quien está aislado, sino las actuales autoridades son quienes están solas, alejadas del pueblo armenio y de Armenia, aisladas de nuestros valores históricos. Y juntos debemos no solo registrar esta realidad, sino también visibilizarla ante todos, de una manera civilizada y política.
Nikol Pashinian y su gobierno no tienen nada que ver con Armenia y no deberían tener nada que ver con el futuro del pueblo armenio.
Estoy dispuesto a recorrer el camino de la lucha por el bien de nuestro país y de nuestra preciosa tierra, que nadie desarrollará ni protegerá por nosotros ni como nosotros. Ha llegado el momento de unirnos en torno a una fuerza fundamentalmente nueva y, unidos, convertirnos en un solo puño.
Armenia debe convertirse en un país próspero y moderno, justo y seguro, un país de solidaridad y cohesión interna, un país que verdaderamente proteja todos los derechos del pueblo de Artsaj, un aliado verdaderamente soberano y confiable, y un país que haya restaurado la dignidad, dejando en el pasado la división entre blancos y negros, la división interna artificial, la ruptura de las relaciones con la diáspora, la incertidumbre del destino de nuestros niños y jóvenes, la represión y las ilegalidades, la derrota y la humillación, la pobreza y la desesperación.
Sé cómo hacer todo esto. Y lo haremos juntos.
Juntos debemos demostrar al mundo entero que este es el camino que le corresponde a un armenio.
Juntos, hacia una nueva y mejor etapa de nuestra historia”, finalizó diciendo Karapetian, en lo que fue una verdadera propuesta a la que los distintos sectores de la oposición política y social deberán responder a la brevedad, tratando de sumar voluntades para sacar al país de la actual crisis, que pone en riesgo la existencia misma de la República y la seguridad de quienes la habitan.
Narek Karapetian, sobrino del empresario detenido, afirmó: “Nos han dividido para gobernar: uno es opositor, otro oficialista, otro prooccidental, otro prorruso, otro conservador y otro liberal. La única división que debería existir entre nosotros es entre quienes quieren construir la Patria y quienes la destruyen”. Y siguiendo en esa línea discursiva, el vicepresidente del Grupo Tashir agregó que “el destructor sólo ve defectos en los demás, mientras que los constructores solo ven lo bueno y tratan de avanzar uniendo”.
Según la diputada Anna Grigorian, “Samvel Karapetian siempre ha apoyado a sus compatriotas, al armenio común, y ha invertido en Armenia y Artsaj. Pero ahora está detenido por defender a la Iglesia Apostólica Armenia”. Y recordó que “Aliyev pidió la captura de Karapetian en 2021 y como él no lo pudo detener, lo hizo su títere, Nikol Pashinian”.

Durante el acto hizo uso de la palabra el Primado de la Diócesis de la Iglesia Apostólica Armenia para Rusiay Nueva Najicheván, Arzobispo Yezras Nersisian, quien estuvo acompañado en el escenario por líderes de la Iglesia Armenia en distintos países, como el Arzobispo Arén Shaheenian, Primado de la IAA para Argentina y Chile.
La delegación de sacerdotes de la IAA acompañó a la multitud durante la marcha realizada al concluir el mitin y caminó a la cabeza de la columna junto a al hermano de Samvel Karapetian, a su esposa e hija.
Cerca de la medianoche de Ereván, al finalizar la concentración y la multitudinaria marcha por la ciudad -que terminó frente a la sede del Servicio Nacional de Seguridad-, el Comité de Defensa de Samvel Karapetian emitió una declaración, expresando su agradecimiento “a todos los participantes en la marcha-concentración de hoy: personalidades públicas y políticas, representantes de los sectores artístico y deportivo, funcionarios públicos y empresarios y, por supuesto, a todos los ciudadanos de Armenia, así como a todos aquellos que siguieron nuestra reunión online y a través de los medios de comunicación”.
Según el Comité, la concentración de hoy demostró que “el pueblo armenio es dueño de sus derechos y su futuro, de sus tradiciones y santidades” y exigió la inmediata liberación de Samvel Karapetian de su detención ilegal.



















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