Una delegación internacional de la Fundación Nansen visitó la Santa Sede de Echmiadzín
- Redacción NOR SEVAN
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“Cien años después de la visita de Nansen a nuestro país, la historia se repite: los armenios de Artsaj fueron desplazados por la fuerza y despojados de su patria”, se lamentó el Arzobispo Natán Hovhannisian.

Redacción NOR SEVAN
El 5 de noviembre, Su Eminencia el Arzobispo Natán Hovhannisian, Director del Departamento de Relaciones Exteriores y Protocolo de la Santa Sede de Echmiadzín, recibió a los participantes de la conferencia internacional “100 años después: Tras los pasos de Fridtjof Nansen”, dedicada al centenario de la visita de Nansen y su delegación a la entonces Armenia Soviética.
Zhora Hakobyan, Directora del Museo Nansen de Ereván, presentó a los invitados e informó sobre el desarrollo de la conferencia y los resultados obtenidos. Por su parte, el arzobispo Natán acogió con satisfacción la iniciativa de celebrar la conferencia, transmitiendo a los presentes la bendición patriarcal y los buenos deseos de Su Santidad Karekin II, Patriarca Supremo y Katolicós de todos los armenios.
Refiriéndose a la misión humanitaria de Nansen, quien fuera un gran amigo del pueblo armenio, el Canciller de San Echmiadzín destacó la innegable contribución que hizo el filántropo noruego al cuidado y reasentamiento de los refugiados armenios y los niños huérfanos que sobrevivieron al Genocidio.
“Cien años después de la visita de Nansen a nuestro país, la historia se repite: los armenios de Artsaj fueron desplazados por la fuerza y despojados de su patria”, se lamentó el Arzobispo Natán, subrayando que “ante esta realidad, el espíritu de Nansen, como voz de la conciencia universal y símbolo de humanidad y justicia, constituye una guía moral para nuestros tiempos, invitándonos a permanecer firmes en el camino del amor, la compasión y la verdad”.
Fridtjof Nansen fue un explorador polar noruego, humanista y filántropo, que se esforzó por ayudar a las personas que quedaron sin hogar, marginadas y hambrientas como consecuencia de la Primera Guerra Mundial. El pueblo armenio, al borde de la aniquilación tras el genocidio de 1915, siempre ocupó un lugar central en su atención.
En 1924, Nansen se involucró activamente en la problemática de los refugiados armenios, abogando por una solución justa de la misma, mejorando las condiciones de los emigrantes, facilitando su retorno e impulsando distintos. Gracias a sus esfuerzos, decenas de miles de personas sobrevivientes del genocidio armenio obtuvieron los "pasaportes Nansen", aliviando así su difícil situación, permitiéndoles se recibidos o encontrar refugio en países de los cinco continentes.
La visita de Nansen a la Armenia Soviética
En junio de 1925, Nansen y los miembros de su delegación llegaron a Leninakán (hoy Guiumrí) en tren desde Tiflis, donde fueron recibidos en nombre del gobierno armenio por el vicepresidente del Soviet de Comisarios del Pueblo (Consejo de Ministros de Armenia Soviética), Aramaís Yerznkian.
En Ereván, los invitados son recibidos por el presidente del Consejo de Comisarios del Pueblo, Sarkís Lukashin, y su adjunto, Askanaz Mravian.
El 19 de junio se celebró una sesión conjunta de las comisiones para el asentamiento de refugiados dependientes del Comisariado del Pueblo de la RSS de Armenia y la Oficina Internacional del Trabajo de la Sociedad de Naciones, presidida por Fridtjof Nansen. El objetivo de la sesión conjunta, como ya se ha mencionado, era crear las condiciones necesarias para facilitar el asentamiento en Armenia de los refugiados dispersos por todo el mundo.
Nansen, acompañado por Alexander Tamanian, recorrer distintas regiones del país como Echmiadzín, Garní, Armavir y Dvin, En Ereván, la delegación visita el Museo de Historia de Armenia y la Universidad Estatal, donde le fue concedido el título de doctor honoris causa y miembro honorario del consejo académico de la Universidad Estatal de Ereván. También visitó el estudio del artista Martirós Sarian y se entrevistó con él.
El 21 de junio, Nansen y sus acompañantes participan en la inauguración del canal Shirak, donde inmortaliza momentos memorables con su cámara. Además, cuando el agua comenzó a fluir por el canal, Nansen, junto con muchos otros, lanza con entusiasmo su sombrero al agua. Por la tarde, con motivo de la inauguración del canal, se organizó una sesión solemne en la que el invitado de honor pronunció un discurso: "Comienza una nueva era en los anales del pueblo armenio. Esta obra fue realizada por un pueblo fuerte e inteligente que, con recursos modestos pero con determinación, tras muchos años de sufrimiento, privaciones, desastres bélicos y devastación, está listo para construir un futuro próspero. El mundo entero se congratula por la iniciativa de Armenia de crear un nuevo hogar, que puede que no sea para todos los armenios, pero sí un hogar que todo armenio que viva lejos considerará su verdadera patria".
















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