"La Unión Europea le está causando graves daños al pueblo armenio"

Así lo aseguró el ex Ministro de Relaciones Exteriores de la República de Armenia, Vartán Oskanian.

Redacción NOR SEVAN

Vartán Oskanian, ex canciller de Armenia durante los gobiernos de Robert Kocharian, afirmó que “Armenia está abandonando la democracia y profundizando en el autoritarismo” y que Europa sigue este proceso en silencio, aunque “en realidad, no es sólo silencio”.

“La Unión Europea, junto con las embajadas de sus Estados miembros en Ereván, es cómplice por inacción deliberada, demora diplomática y cinismo estratégico. Durante décadas, Occidente ha invertido cientos de millones de euros para promover reformas en Armenia, apoyando a su poder judicial, policía, prensa y sociedad civil. Hoy en día, el gobierno de Nikol Pashinian utiliza todas estas instituciones como herramientas de opresión, pasando de ser pilares de la democracia a ser medios de represión. Y la Unión Europea permanece como un observador pasivo, aparentemente reacia a permitir que los principios se interpongan en el camino de la conveniencia política”, reflexionó correctamente el ex Canciller armenio, pero, lamentablemente, evitando concluir que las inversiones realizadas por Occidente tenían como finalidad alcanzar los objetivos que hoy sí está cumpliendo el gobierno de Pashinian.

“Los últimos cinco años han sido desastrosos para Armenia, que ha perdido Nagorno Karabaj, ha perdido parte de su territorio soberano, su propia independencia está amenazada por las incursiones fronterizas de Azerbaiyán y las exigencias de corredores extraterritoriales. Y ahora, el país está perdiendo su democracia, socavada por un gobierno más preocupado por silenciar a la oposición que por proteger al Estado”, enfatizó Oskanian.

“Hoy en día, decenas de presos políticos se encuentran encerrados en las cárceles de Armenia. Su único delito es criticar la política de Pashinian. No se trata de un incidente aleatorio, sino de una campaña sistemática de represión. Los líderes de la oposición son perseguidos o encarcelados. El sistema judicial se ha transformado en un mecanismo que implementa la voluntad del ejecutivo. Se está haciendo un uso indebido de la prisión preventiva. El gobierno está utilizando los marcos democráticos para eliminar esa misma democracia, y la Unión Europea parece no darse cuenta”, dijo, casi “inocentemente” Vartán Oskanian, quien ya debería haberse dado cuenta de qué significados tienen, principalmente para Occidente, las palabras “democracia”, “derechos humanos”, “libertad” y otras, que son utilizadas en el mundo entero para justificar el avasallamiento que llevan adelante norteamericanos y europeos de las democracias, los derechos humanos y las libertades de otros pueblos,

Según Oskanian, “la campaña contra la Iglesia Apostólica Armenia es otra peligrosa escalada”, que incluye “lo esfuerzos de Pashinian por desacreditar, deslegitimar y desorganizar la iglesia”. “En otros países, un ataque estatal de este tipo contra una institución nacional histórica, con presiones legales, chantaje periodístico e intimidación administrativa, provocaría indignación diplomática. Pero en Armenia, los representantes de la Unión Europea simplemente hacen la vista gorda”, subrayó el ex Ministro de Relaciones Exteriores de Armenia, dejando en claro la complicidad de Europa con el gobierno armenio.

Oskanian aseguró que “es evidente que Bruselas no considera el Cáucaso Sur desde la perspectiva de los valores democráticos, sino exclusivamente desde la perspectiva de los intereses geopolíticos, como ruta de tránsito para el petróleo y el gas del Caspio, como contrapeso a la influencia rusa y zona de amortiguación entre Irán y el Mar Negro. Hoy en día, la estrategia de Europa hacia Armenia se rige por la lógica de la pacificación. Mientras Ereván no obstruya los flujos energéticos ni cuestione la ilusión de un proceso de paz con Azerbaiyán, la Unión Europea está dispuesta a hacer la vista gorda frente a la represión interna”.

Vartán Oskanian no dudó en afirmar que “la Unión Europea le está causando graves daños al pueblo armenio”. “Al hacer la vista gorda ahora, Europa está perdiendo la poca autoridad que aún le queda. Cuando finalmente decida alzar la voz, quizá nadie quiera escucharla, porque perderá no solo su autoridad moral en Armenia, sino también su importancia estratégica en toda la región”, sentenció.