Rusia vuelve a proponerse como sede para una nueva reunión entre Ereván y Bakú

Por segunda vez en un mes, el presidente azerbaiyano "se baja" de una reunión con Pashinian con a mediación europea. Lo había hecho a principios de mes en Granada, España, y ahora avisó que no irá a Bruselas.

Redacción NOR SEVAN

Durante la habitual rueda de prensa de los días jueves, Maria Zajárova, representante oficial del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, reafirmó la disposición de su país para organizar un encuentro tripartito con los ministros de Relaciones Exteriores de Armenia y Azerbaiyán.

“Si hay voluntad política, estaremos dispuestos, como antes, a recibir a los Ministros de Asuntos Exteriores de Armenia y Azerbaiyán, con la perspectiva de organizar una cumbre tripartita completa”, subrayó la diplomática.

Recordemos que, recientemente, Toivo Klaar, representante especial de la Unión Europea para el Cáucaso Meridional y Georgia, anunció que la reunión prevista en Bruselas entre los líderes de Armenia y Azerbaiyán, Nikol Pashinian e Ilham Aliyev, no se celebrará.

Ante este desenlace, el Canciller armenio Ararat Mirzoyan dijo que “probablemente el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, no encontró tiempo”.

Este es el segundo desplante consecutivo de Aliyev a Pashinian y a los europeos. El anterior fue el pasado 5 de octubre, cuando el presidente azerbaiyano “se bajó” de su viaje a Granada, España, donde debía mantener una reunión con Pashinian, con el presidente del Consejo Europeo Charles Michel, con el presidente de Francia Emmanuel Macron y con el Canciller alemán Olaf Scholz.

Parece que luego de lograr embaucar al primer ministro armenio en el antirrusimo militante y de haber obtenido -gracias a la mediación europea- el reconocimiento de Karabaj como parte de su territorio, ahora el líder azerbaiyano apuesta sus fichas al formato 3+3, cuya última reunión se realizó hace una semana en Teherán, con la participación de los cancilleres de Irán, Rusia, Turquía, Azerbaiyán y Armenia (falta Georgia, quien aún no decidió sumarse).

Mientras intenta mostrarse como un “gran jugador” en la política regional, cada vez resulta más evidente que el gobierno de Pashinian no es más que un instrumento descartable en manos de Occidente, el panturquismo y el sionismo.

Armenia está cada vez más aislada y sola, ya que la decisión de alejarse de Rusia no le trajo ni aliados ni socios fieles que le otorguen mayor seguridad, sólo continúa la catarata de buenas declaraciones y mensajes de solidaridad y adhesión de cuanto funcionario occidental a quien se le pregunte una opinión sobre Armenia. Además de eso, nada.

Será que, excepto por cuestiones coyunturales puntuales, internacionalmente nadie está dispuesto a confiar en un gobierno como el armenio, que como muchos otros ha hecho de la traición y la mentira su práctica política cotidiana. Pero la salvedad con esos otros "iguales" es que a Pashinian y su grupo no les importa para nada el fortalecimiento y desarrollo del Estado, ni la seguridad de los ciudadanos que habitan el país.