Continúa el genocidio palestino: ¿qué dice la carta de despedida del periodista Anas al Sharif asesinado por Israel?
- Redacción NOR SEVAN
- 12 ago
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Un bombardeo israelí de precisión atacó la tienda de campaña en la que se encontraba Anas Al Sharif, corresponsal de Al Jazeera y otros colegas que también fallecieron. El reportero de 28 años había preparado hace unos meses un texto ante la posibilidad de un desenlace fatal.

Este fin de semana un bombardeo israelí de precisión atacó la tienda de campaña en Gaza en la que se encontraba un equipo periodístico y mató a cinco trabajadores de prensa, entre ellos el corresponsal Anas Al Sharif de Al Jazeera que, anticipando un desenlace fatal hace unos meses, dejó una carta de despedida. No es la primera vez que se difunde una carta de un periodista asesinado por los bombardeos israelíes; en estos últimos meses, muchos corresponsales lo han hecho en vista de que Israel ha incrementado sus ataques contra ellos. Según el recuento del Gobierno gazatí, 237 informadores murieron a causa de la ofensiva israelí, entre periodistas, influencers y otros creadores de contenido. Israel, además, sigue vetando la entrada al enclave palestino de la prensa extranjera desde hace ya casi dos años.
“Si estas palabras mías les llegan, sepan que Israel ha logrado matarme y silenciar mi voz –así comienza el texto que Al Sharif, padre de dos, firmó el pasado 4 de mayo–. Viví el dolor en todos sus detalles, probé la angustia y la pérdida una y otra vez, y aun así, nunca dudé en transmitir la verdad tal como es, sin falsificaciones ni distorsiones”.
“Allah (Dios) sabe que entregué todo mi esfuerzo y todas mis fuerzas para ser un apoyo y una voz para mi pueblo, desde que abrí los ojos a la vida en los callejones y calles del campo de refugiados de Yabalia. Esperaba que Allah me prolongara la vida para poder regresar con mi familia y seres queridos a nuestra ciudad natal, la ocupada Asqalan (Al-Majdal)”.
Pero el ataque de Israel sobre la Ciudad de Gaza en la noche de este domingo se lo arrebató a su familia. A su hija Sham, “la luz de mis ojos, a quien nunca tuve oportunidad de ver crecer como había soñado”; a su hijo Salah, “a quien habría deseado apoyar y acompañar durante toda su vida hasta que fuera lo suficientemente fuerte para llevar mi carga y continuar la misión”; y a su “compañera de toda la vida” y esposa Umm Salah (Bayan), quien “se mantuvo fiel a nuestro vínculo, firme como el tronco de un olivo que no se doblega, paciente, confiando en Allah y asumiendo la responsabilidad en mi ausencia con toda su fuerza y fe”.
También se lo arrancó a Palestina, “la joya de la corona del mundo musulmán, el corazón de cada persona libre de este mundo”. Y a los hijos de esa tierra “agraviados e inocentes que nunca tuvieron tiempo de soñar ni de vivir en paz y seguridad. Sus cuerpos puros fueron aplastados bajo miles de toneladas de bombas y misiles israelíes, destrozados y esparcidos por los muros”. Cada palabra que Al-Sharif logró escribir en este testamento desafía las balas, el horror y la aniquilación de Israel sobre el pueblo palestino. Les da voz a los al menos 61.400 palestinos —y pueden ser muchos más— que han sido asesinados por Tel Aviv desde el 7 de octubre de 2023. Sus líneas desafían el olvido.
“He vivido el dolor en todos sus detalles, he probado el sufrimiento y la pérdida muchas veces, pero nunca dudé en transmitir la verdad tal como es, sin distorsión ni falsificación, para que Allah sea testigo contra quienes guardaron silencio, quienes aceptaron nuestra matanza, quienes ahogaron nuestro aliento, y cuyos corazones no se conmovieron ante los restos dispersos de nuestros niños y mujeres, sin hacer nada para detener la masacre que nuestro pueblo ha enfrentado durante más de un año y medio”. Silenciaron su voz, no su verdad. Y su mensaje final resuena tan duro como los bombardeos.
El compromiso de Al-Sharif con su labor fue tan irreductible que incluso cuando Israel mató a su padre en diciembre de 2023, durante un ataque contra su casa en el campo de refugiados de Yabalia, él se negó a dejar de reportar. El bombardeo se ejecutó semanas después de que Al-Sharif recibiera múltiples amenazas telefónicas de oficiales israelíes ordenándole suspender su cobertura periodística en Gaza y salir del norte del enclave, según una alerta del Comité para la Protección de Periodistas sobre su caso. “Les pido que no permitan que las cadenas los silencien ni que las fronteras los limiten. Sean puentes hacia la liberación de la tierra y su gente, hasta que el sol de la dignidad y la libertad se levante sobre nuestra patria robada”, señaló en su mensaje final.
“Si muero, muero leal a mis principios”, añadió como una daga a todas las presiones que intentaron callarlo en vida. Y luego, pide, que no haya olvido. “No se olviden de Gaza… Y no se olviden de mí en sus sinceras oraciones de perdón y aceptación”.