Los intentos de Occidente por "hacer pie" en el Cáucaso Sur
La Unión Europea y los Estados Unidos presionan a Ereván y Bakú para quitarle a Rusia su rol protagónico en las negociaciones entre ambas repúblicas ex soviéticas.

Redacción NOR SEVAN
La segunda reunión entre Armenia y Azerbaiyán sobre delimitación de fronteras se realizará la próxima semana en Moscú, afirmó hoy el Viceministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Andrei Rudenko.
Al ser consultado al respecto por la agencia estatal de noticias TASS, el Vicecanciller dijo que “la reunión tendrá lugar la próxima semana, eso esperamos”.
Por su parte, la vocera del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, María Zakharova, hizo referencia a los intentos de la Unión Europea para inmiscuirse en el proceso de negociación entre Armenia y Azerbaiyán, a costa de eliminar el rol mediador que viene llevando adelante Rusia desde hace décadas.
“Sí, vemos los persistentes intentos de la Unión Europea, al más alto nivel, para intervenir en el proceso de acuerdos trilaterales alcanzados entre Armenia, Azerbaiyán y Rusia. Si tanto lo desea, esperamos que Bruselas ayude a la implementación de lo consensuado y no que intervenga para jugar ciertos juegos geopolíticos que resultan perjudiciales para las partes en conflicto”, enfatizó la funcionaria rusa.
Zakharova destacó que el objetivo estratégico de Rusia es contribuir a la transformación del Cáucaso Sur en una zona de estabilidad y prosperidad. "Uno de los puntos claves en ese camino es el de la normalización integral de las relaciones entre Ereván y Bakú, que permita el establecimiento de una paz duradera. Los esfuerzos en esta dirección se basan en los acuerdos tripartitos alcanzados entre los líderes, de los que ya hemos hablado muchas veces y los cuales se están implementando de manera consistente. Rusia apoya a Ereván y Bakú en todas las iniciativas, incluidos el desbloqueo de las comunicaciones de transporte, la demarcación de fronteras, el establecimiento de relaciones diplomáticas y públicas, y en la elaboración de un acuerdo de paz”, puntualizó.
La vocera oficial del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia aseguró que su país “tiene experiencia y un potencial único en el campo de la demarcación y solución de disputas fronterizas en el espacio postsoviético”.
“Tenemos los materiales cartográficos necesarios a nuestra disposición y estaremos encantados de compartirlo en el marco de la comisión de trabajo con nuestros amigos armenios y azerbaiyanos. Nosotros ya hemos designado el equipo de expertos rusos que brindará asistencia en este difícil y complejo tema”, subrayó María Zakharova.
Al intento de la Unión Europea -denunciado por Zakharova- de inmiscuirse en las negociaciones que se llevan adelante para encontrar un principio de solución a los problemas que persisten en el Cáucaso Sur, debemos sumarle la actividad del gobierno norteamericano de Biden, quien para cumplir su objetivo de “arrasar con Rusia y China”, está logrando domesticar a casi toda Europa, transformándola en una verdadera colonia de los Estados Unidos.
Ayer, martes, el secretario de Estado de EE.UU., Anthony Blinken, se comunicó telefónicamente con el primer ministro armenio Nikol Pashinian y le ofreció colaboración para el proceso de delimitación y demarcación de la frontera entre Armenia y Azerbaiyán.
“El secretario de Estado y el primer ministro discutieron sobre este impulso positivo para la paz en el sur del Cáucaso. El secretario Blinken ofreció la asistencia de Estados Unidos en los esfuerzos para delimitar y demarcar la frontera, y también se manifestó en favor de avanzar en el desarrollo de los lazos regionales de transporte y comunicaciones”, informó en un comunicado de prensa el Departamento de Estado norteamericano, destacando, además, que el secretario de Estado “enfatizó la importancia de la normalización de las relaciones entre Armenia y Turquía”.
Al respecto, mientras el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, quiso demostrar que el último encuentro entre Pashinian y Aliyev celebrado en Bruselas, con su mediación, había sido positivo, hoy, miércoles, en Ereván, durante su intervención en la Asamblea Nacional, el primer ministro armenio hizo declaraciones que no fueron en la misma dirección.
Pashinian dijo que la reunión en Bruselas dejó en claro las diferencias entre Armenia y Azerbaiyán.
“Azerbaiyán considera que el conflicto de Nagorno Karabaj está resuelto, en cambio, para Armenia el conflicto no está resuelto. Azerbaiyán presentó sus 5 principios para el posible acuerdo de paz, y nosotros hemos realizado nuestras observaciones y hemos presentado nuestra propuesta”, dijo el líder del gobierno de Armenia, quien destacó que las propuestas de Ereván incluyen la seguridad de los armenios de Nagorno Karabaj, sus derechos y la clarificación del estatus final de Artsaj”.
Según Pashinian, “como después de las discusiones no se llegó a un acuerdo entre las partes”, el presidente del Consejo Europeo “decidió hacer comentarios que expresen ambas posiciones”.

El primer ministro armenio dedicó varios minutos a contar detalles del proceso de negociación respecto a la Cuestión de Nagorno Karabaj, mantenido a lo largo de casi tres décadas. Comenzó hablando de la decisión adoptada por el Soviet de Diputados Populares de la región Autónoma de Nagorno Karabaj y continuó hablando de lo sucedido a lo largo de estos treinta años, brindando su opinión sobre las posiciones asumidas por los distintos sectores políticos del país, principalmente sobre la oposición de hoy, que fue gobierno durante los 20 años anteriores al 2018.
"Me gustaría que me expliquen cómo quienes aceptaron los Principios de Madrid como base de las negociaciones, hoy nos acusan a nosotros de traición", dijo Pashinian, palabras más, palabras menos.
El primer ministro armenio estaba haciendo referencia al ex presidente Robert Kocharian y a sus aliados (Partido Republicano, Federación Revolucionaria Armenia-Tashnagtsutiún y otros), hoy opositores y generadores de las manifestaciones de protesta que desde hace casi un mes se suceden a diario en distintas ciudades del país.
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