"¿Sin la presencia rusa la situación sería mejor?"

Las autoridades de Armenia continúan con sus declaraciones antirusas mientras Moscú sigue trabajando para levantar el bloqueo de la ruta. Varios enfermos graves fueron trasladados desde Karabaj a Armenia y llegó un cargamento de 10 toneladas de medicamentos a Stepanakert. Antes, había sido restablecido el suministro de gas a la población.

Redacción NOR SEVAN

Desde el 12 de diciembre de 2022, un grupo de azerbaiyanos encubiertos bajo la denominación de “militantes ambientalistas” mantienen bloqueada la ruta que comunica Stepanakert (capital de Karabaj) con Goris (ciudad de sur de Armenia). La carretera, según el acuerdo tripartido de cese de fuego firmado entre Armenia, Azerbaiyán y Rusia el 9 de Noviembre de 2020, debe permanecer abierto y bajo control de las fuerzas de paz rusas.

Las fuerzas de paz de la Federación Rusa, que mantienen su presencia en más de 25 puntos en la frontera entre Karabaj y Azerbaiyán, cumplen allí un rol fundamental que permitió el regreso de más de 80 mil armenios a sus territorios ancestrales, garantizando la seguridad de la población y su desarrollo cotidiano.

Esta misión militar, si bien mantiene un mandato pacificador acordado entre las partes en conflicto, no puede hacer más de lo que hace -es decir, prevenir conflictos y mediar-, porque en estos dos años ni Ereván ni Bakú acordaron en avanzar al respecto.

“Para otorgar a las fuerzas de paz rusas estacionadas en Nagorno Karabaj un mandato de la ONU, así como sobre la posible participación de fuerzas internacionales, se requiere el consentimiento tanto de Armenia como de Azerbaiyán”, puntualizó hoy en rueda de prensa Dmitri Peskov, vocero del presidente Putin, echando por tierra los argumentos sostenidos principalmente por la parte armenia, que a través de sus máximas autoridades intenta culpar a Rusia por la situación actual.

Horas antes, el primer ministro armenio Nikol Pashinian había declarado durante la reunión de gabinete, que si la Federación Rusa, por razones objetivas o subjetivas, no puede garantizar la seguridad y la estabilidad en Nagorno Karabaj, entonces debería iniciar una discusión en el Consejo de Seguridad de la ONU para obtener un mandato de la ONU para el contingente de mantenimiento de la paz o para enviar a Karabaj un contingente multinacional de mantenimiento de la paz.

Lejos de las apreciaciones políticas pro-occidentales que resuenan desde las altas esferas del poder en Ereván y Bakú, desprestigiando el rol de las fuerzas rusas de paz y menoscabando su labor cotidiana, no es poco lo logrado en estos dos años por el contingente militar de Rusia en favor de los habitantes de Karabaj.

Sólo en estas tres semanas de bloqueo, podríamos enumerar lo siguiente sobre la actividad mediadora de Rusia:

-logró restablecer en 48 horas el suministro de gas a la población local, que había sido cortado el 13 de diciembre por el gobierno azerbaiyano;

-se permitió el traslado de un bebé y de otros cuatro pacientes en estado grave a hospitales de Armenia;

-se trasladó hacia Artsaj 10 toneladas de medicamentos;

-no se permitió el libre acceso de funcionarios azerbaiyanos a los yacimientos cuestionados, que desde hace tres décadas están bajo control de los armenios y que ahora, el gobierno de Aliyev, decidió entregárselos a una empresa multinacional con dueños británicos, turcos y norteamericanos;

-no se respondió a las provocaciones cotidianas de “los ambientalistas azerbaiyanos”, quienes intentan por todos los medios tensionar la situación para provocar una nueva escalada militar y una nueva guerra.

También hoy, en Moscú, la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, María Zakharova, se refirió al bloqueo del Corredor de Lachín. “Hemos dicho repetidamente que las fuerzas de paz rusas están haciendo todo lo posible para resolver la situación en el lugar donde se suceden los acontecimientos”, puntualizó la funcionaria, marcando diferencias con quienes sólo hacen declaraciones exigiendo el levantamiento del bloqueo y nada más. Por ello subrayó que “ningún ataque público ayuda a avanzar en la solución”, recordando que hace algunos días atrás “la situación era peor”.

Zakharova preguntó: “¿Sin la presencia de las fuerzas de paz rusas la situación sería mejor?”. Y agregó: “Tenemos en cuenta las obligaciones de los aliados tanto en el caso de Armenia como de Azerbaiyán. Por lo tanto, como mediador, invariablemente promovemos una posición que nos permita realizar esta función de manera efectiva. Y realmente espero que Armenia sea conciente de esto”.