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Vencer, para lograr la paz

Después de ser agredido y de no lograrse aún el ansiado cese de fuego, Artsaj (Karabaj) sabe que sólo la victoria sobre el fascismo turco-azerbaiyano garantizará su existencia.

El presidente de Artsaj junto a los combatientes en la primera línea de defensa

Por Adrián Lomlomdjian


Entrada la madrugada del lunes 5 de octubre en Buenos Aires, podemos destacar varias noticias importantes relacionadas al conflicto militar desatado en el Cáucaso a partir del ataque azerbaiyano del pasado domingo 27 de septiembre sobre la República -no reconocida- de Artsaj (Karabaj).


Pero antes de comenzar con ello, quiero dedicar algunas líneas para explicar brevemente que quienes intentan mostrarse como analistas o espectadores “objetivos” y “equidistantes”, no lo son en muchas oportunidades, porque denominan “separatistas” a los habitantes y al ejército de autodefensa de Artsaj (Karabaj) y hablan de enfrentamiento, cuando lo que hubo fue un ataque militar a gran escala de un país -Azerbaiyán- sobre un Estado no reconocido -Artsaj (Karabaj)-, que tuvo que defenderse para que su pueblo no fuera víctima de un genocidio.


Para más datos, el país agresor contó -y cuenta- con el apoyo práctico de Turquía (segundo ejército de la OTAN), con el abastecimiento militar de su principal socio en ese sentido (Israel) y con el visto bueno de la principal potencia criminal del planeta (Estados Unidos), que dos días antes avisaba a sus ciudadanos en Armenia y Azerbaiyán no dirigirse a las zonas cercanas a Artsaj (Karabaj). Incluso, miles de mercenarios llegaron a la zona para incorporarse al ejército azerbaiyano, la mayoría de ellos enviados por Turquía desde los territorios que ocupa militarmente en Siria y Libia.


Del otro lado, las autodefensas de Artsaj (Karabaj) tienen el apoyo incondicional de Armenia, su única aliada, que a su vez mantiene una alianza estratégica con Rusia y cuenta con el apoyo y la simpatía del Gobierno y el pueblo de Irán, y de kurdos, asirios, yezidíes, griegos, chipriotas y de varios países árabes como Siria y Líbano. Claro que Rusia no puede participar de manera directa, ya que su aliada es Armenia y la agredida es Artsaj (Karabaj), y es por esa razón que Rusia se encarga de custodiar con miles de hombres las fronteras externas armenias con Turquía y de suministrarle armamento para garantizar su seguridad.


Este fin de semana hubo un recrudecimiento de los combates, con ataques a ciudades como Stepanakert, Shushí y Gandjá, con el lamentable saldo de muertos y heridos civiles, y decenas de propiedades particulares destruidas. Incluso, Azerbaiyán atacó con misiles la planta que abastece con energía eléctrica la capital de Artsaj, dejando Stepanakert sin luz a partir del sábado por la noche.


Objetivos civiles alcanzados por misiles en Stepanakert

Declaraciones llamando al inmediato cese del fuego


Pero también, el fin de semana se sucedieron distintas acciones políticas a escala local e internacional, que sin duda incidirán de manera especial en el desarrollo del conflicto y en su desenlace.


El viernes se publicaba la declaración conjunta de los presidentes de los países que co-presiden el mediador Grupo Minsk de la OSCE. “Lamentamos las víctimas y expresamos nuestras condolencias a las familias de los muertos y heridos”, dijeron los presidentes Putin (Rusia), Trump (Estados Unidos) y Macron (Francia-UE). “También pedimos a los líderes de Armenia y Azerbaiyán que asuman inmediatamente compromisos de buena fe y sin establecer condiciones previas reanuden las negociaciones sobre la base del acuerdo con la asistencia de los Copresidentes del Grupo de Minsk de la OSCE”, finaliza la declaración.


El mismo viernes, los ministros de Relaciones Exteriores de Rusia e Irán, Sergey Lavrov y Mohammad Javad Zarif, expresaron de manera conjunta su profunda preocupación por las operaciones militares a gran escala y también por la participación de los mercenarios llevados a la región por el gobierno fascista de Erdogán. "Pedimos un alto el fuego inmediato, una reducción de las tensiones y la eliminación de la retórica provocativa y beligerante", dijeron los cancilleres ruso e iraní.


"Azerbaiyán, junto con Turquía, y con la participación masiva de mercenarios extranjeros llegados desde Medio Oriente, continúan las hostilidades militares a gran escala contra la República de Artsaj", se manifestaba en el mismo sentido la Cancillería de Armenia en una declaración oficial.


"Los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU expresaron su preocupación ante los informes sobre los combates a gran escala a lo largo de la línea de contacto en la zona del conflicto de Nagorno Karabaj, condenaron en los términos más enérgicos el uso de la fuerza y lamentaron la muerte de personas", dice el comunicado emitido tras una reunión del organismo y leído a la prensa por su presidente Abdou Abarry.


El sábado, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Artsaj (Karabaj) emitía una declaración oficial donde, por un lado, saludaba y apreciaba el llamado de los presidentes de Rusia, Estados Unidos y Francia al cese del fuego; y por el otro, invitaba a la comunidad internacional a reconocer su independencia. “En las circunstancias actuales, el reconocimiento internacional de Artsaj (Karabaj) es el único mecanismo eficaz para restaurar la paz y la seguridad en la región", se lee en uno de sus párrafos.


El Consejo Mundial de la Paz (CMP) también emitió una declaración, donde propone: “Un alto el fuego inmediato y el fin de todas las hostilidades; el retorno al diálogo entre las partes involucradas, para buscar una política de negociación y resolución del conflicto; la movilización activa de las fuerzas de paz en los dos países y en la región, en general, para evitar que la histeria bélica se arraigue y para promover la resolución pacífica. El CMP cree que lo anterior es el único camino a seguir en interés de los pueblos de Azerbaiyán y Armenia contra los planes imperialistas y por la paz en la región”.


Pérdidas azerbaiyanas al 4 de octubre

La prepotencia turco-azerí no pasa desapercibida


El viernes, el Canciller turco decía públicamente que le propuso a Lavrov que Turquía y Rusia juntos se involucraran en la solución del conflicto, como ya lo hicieron en Siria. Pero agregó que para avanzar en la cuestión, "Armenia debía abandonar los territorios de Azerbaiyán" (en referencia a Artsaj), con lo que Rusia no estuvo de acuerdo.


El sábado 3 de octubre, el autoproclamado sultán y líder fascista de Turquía, Rechep Erdogan, manifestó que con su presencia y accionar militar demostró que sus hermanos sirios no estaban solos, en alusión a los grupos terroristas que financiados por Turquía combaten al gobierno de Bashar al-Asad y a las fuerzas revolucionarias árabes y kurdas en el Rojava -norte de Siria-. “Seguiremos participando activamente en los Balcanes, como en el Mediterráneo y en el Cáucaso, hasta que logremos la estabilidad en nuestra línea fronteriza. Aquellos que no enfrentan a organizaciones terroristas no pueden y no podrán hacernos retroceder. Siria deberá ‘limpiarse’ como se nos prometió o iremos a hacerlo nosotros mismos”, enfatizó amenazante el dictador turco, en un mensaje dirigido a Rusia y al legítimo gobierno sirio, que en las últimas semanas establecieron un diálogo constructivo con la oposición revolucionaria de Siria.


Por su parte, el presidente azerbaiyano Ilham Aliyev utilizaba un reportaje que le hizo el domingo 4 de octubre la cadena televisiva saudí Al Arabiya, para exigirle al presidente de Francia, Emmanuel Macron, que se disculpe por haber acusado a Azerbaiyán de utilizar mercenarios en el conflicto de Karabaj. “No hay mercenarios, tenemos un ejército de 100 mil combatientes. Exijo que Francia se disculpe y demuestre responsabilidad”, dijo Aliyev.


En esta misma entrevista también habló de sus objetivos. "Nuestra condición para el cese del fuego consiste en que Armenia debe proponer una agenda provisional de la retirada de sus tropas de los territorios ocupados azerbaiyanos en Nagorno Karabaj, una agenda que no quede solo en palabras sino que vaya acompañada de acciones, con una fecha de liberación para cada territorio", dijo Aliyev, que sigue sin comprender que así como las 15 Repúblicas que conformaban la URSS decidieron separarse e “independizarse” (como gustan decir) una de la otra, esa misma decisión tomó el pueblo de Artsaj (Karabaj), de acuerdo a la Constitución de la Unión Soviética.


Las declaraciones de las autoridades y funcionarios azerbaiyanos y turcos no pasaron desapercibidas.


Dmitri Peskov, vocero del presidente ruso, criticó la declaración del ministro de Relaciones Exteriores de Turquía, Mevlut Chavushoglu, acerca de que Turquía está dispuesta a brindar todo tipo de apoyo a Azerbaiyán. “No sólo no apoyamos, sino que nos oponemos a esas declaraciones. Como lo hicimos anteriormente, estamos llamando a la moderación a todos los países de la región, y a los participantes en el conflicto los instamos a que cesen el fuego de inmediato”, dijo.


Por su parte, el presidente francés, Emmanuel Macron señaló que la “retórica a favor de la guerra” de Turquía animó a Azerbaiyán a esta aventura, y catalogó la declaración del canciller turco como "imprudente y peligrosa".


Legítima defensa, autodeterminación y paz


Una noticia importante del lado armenio fue la decisión del gobierno de Pashinian de retirar a su Embajador en Israel. "Cuando toda la comunidad internacional pide a Azerbaiyán que cese las hostilidades, la parte israelí continúa suministrando armas de última generación a Azerbaiyán", señaló Anna Naghdalian, vocera de la Cancillería armenia, explicando los motivos de tal decisión, a menos de tres semanas de haber inaugurado dicha sede diplomática.


Confirmando lo expresado por Naghdalian, el Partido Comunista de Turquía publicó en su diario el sábado 3 de octubre, un artículo donde se denuncia la alianza militar entre Azerbaiyán e Israel. “Dos aviones de carga azerbaiyanos Ilyushin Il-76 aterrizaron en la base de Uvda de la Fuerza Aérea Israelí en Negev, justo antes del inicio del candente conflicto entre Azerbaiyán y Armenia la semana pasada. Tras el inicio de los combates, otros dos aviones de carga azerbaiyanos llegaron a las bases militares israelíes”, concluye la nota.


En un reportaje realizado por la agencia kurda de noticias ANHA, David Babayan, Consejero del presidente de Artsaj para asuntos internacionales, afirmaba que “la política de Turquía es nada menos que la combinación de nazismo y terrorismo” y “representa una verdadera amenaza para toda la humanidad”. “La respuesta internacional debe ser sólida y oportuna”, subrayaba el funcionario de Artsaj.


“No apuntamos ni apuntaremos a las infraestructuras económicas y civiles en Azerbaiyán, solo direccionamos a las infraestructuras militares que representan una amenaza existencial para la población civil pacífica de Artsaj (Karabaj)", dijo el presidente Araik Harutiunian, luego del ataque sobre el aeropuerto de Gandjá, donde están los aviones F16 turcos y desde donde se lanzan misiles hacia Stepanakert. Recordemos que la capital de Artsaj fue atacada con misiles durante todo el fin de semana, con un saldo de decenas de muertos y heridos, casa y calles destruidas, y sin energía eléctrica por el ataque sufrido por la plata generadora que abastece la ciudad.


“Artsaj lucha contra el terrorismo internacional, cuyos objetivos no están limitados por las fronteras geopolíticas. Este terrorismo amenaza de igual manera a toda la comunidad internacional, Artsaj y Armenia. Los armenios de Artsaj luchan por la seguridad global. Nuestra guerra no es contra el pueblo de Azerbaiyán. El pueblo de Azerbaiyán sufre el comportamiento irresponsable y temerario de sus líderes político-militares, que son respaldados por Turquía", concluyó Harutiunian.


"La parte azerbaiyana, incluso sin presentar una sola prueba, ahora afirma que las fuerzas armadas armenias han atacado los territorios de Khiz y Absheron", escribía el domingo por la noche en su muro de Facebook la vocera del Ministerio de Defensa de Armenia. Para Shushán Stepanian esta nueva mentira demuestra claramente, que Azerbaiyán está preparando el terreno para otra provocación.


Los ataques azerbaiyanos a ciudades y poblados de Artsaj (Karabaj) dejaron hasta ahora un saldo de 18 civiles muertos y 80 heridos, sesenta de ellos de gravedad.


Una de las víctimas de los ataques azerbaiyanos a la ciudad

No caben dudas de que para el pueblo de Artsaj esta en una lucha que significa “libertad y autodeterminación o muerte”. Enfrente no está sólo Azerbaiyán y su poderío militar y económico, sino también la maquinaria asesina del presidente fascista turco Erdogan y la última tecnología puesta al servicio del crimen del Estado genocida sionista.


Como fue históricamente, Estados Unidos y la “civilizada Europa” levantan la voz, se hacen los enojados, pero no le ponen la mano en el pecho a su fiel aliado -Turquía- en su ancestral lucha contra Rusia.


Si los hasta ahora nunca vistos ataques incesantes azerbaiyanos con armas de todo tipo -incluso, de uso prohibido internacionalmente contra poblaciones civiles- no pudieron quebrar las líneas de autodefensa de Artsaj (Karabaj), es simplemente porque enfrente tienen combatientes convencidos y bien pertrechados, que no están luchando por conquistar nada ajeno, sino por defender su legítimo derecho a autodeterminarse.


El pueblo de Artsaj (Karabaj) no está sólo. Y vencerá.

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