Condenan a dos años de prisión al Arzobispo Mikael Ahapachian

El gobierno de Pashinian lo acusó de realizar "llamamientos para derrocar por la fuerza al actual gobierno" y de "participar en un intento de Golpe de Estado".

Redacción NOR SEVAN

Luego de que el pasado 29 de septiembre el fiscal Armán Baghdasaryan pidiera una condena de dos años y seis meses para el Primado de la Diócesis de Shirak de la Iglesia Apostólica Armenia, arzobispo Mikael Achapahyan, el viernes 3 de octubre el juez del Tribunal de Jurisdicción General de Ereván leyó su decisión: dos años de prisión para el sacerdote acusado de “intento de golpe de Estado” y de “organización de actos terroristas”.

Las palabras del juez fueron recibidas con gritos de indignación por parte de los ciudadanos presentes en la audiencia, mientras que los defensores del sacerdote dijeron que la sentencia será apelada.

Uno de los abogados del arzobispo, Ara Zohrabyan, calificó el veredicto del tribunal como “evidente cumplimiento de una orden política”. Según el letrado, Achapahyan no cometió ningún delito contemplado en el Código Penal. “Mikael Srbazan no pidió un cambio de gobierno ni la destitución del orden constitucional. Se lo acusó y condenó no por realizar un llamado, sino por emitir una opinión crítica a las autoridades del país”, puntualizó el abogado Zohrabyan.

Yerem Sarkisyan, otro de los defensores del arzobispo, subrayó que “todo el mundo sabe que está sucediendo algo excepcional, fuera de lo común. El tribunal pide prisión cuando ese artículo prevé penas diferentes como multa, trabajos comunitarios, restricción de la libertad no relacionada con la prisión o hasta dos meses de prisión”.

Recordó que Mikael Srpazan ya lleva casi cuatro meses privado de su libertad en una celda, por lo que resulta más que evidente que la condena forma parte del plan de persecución política de los opositores.

En una declaración pública, la Santa Sede de Echmiadzín expresó su rechazo a la decisión judicial. “La injusta sentencia de prisión para el Arzobispo Mikael Achapahyan es una grave violación de los principios de libertad de expresión y religión, y un desafío directo al sistema democrático”, se lee en el comunicado oficial de la Iglesia Apostólica Armenia.