Conferencia de Múnich: Pashinian y el sometimiento de Armenia a Occidente
El Jefe de Gobierno de Armenia estuvo presente Conferencia de Seguridad de Múnich, allí donde los enemigos de su aún aliado estratégico -Rusia- brindaron cínicamente "por la victoria", mientras el ejército ucraniano/OTAN huía de Avdivka, el "bastión" desde donde durante una década bombardearon ciudades y asesinaron miles de civiles en Donetsk.
Por Adrián Lomlomdjian
El Primer Ministro de Armenia, Nikol Pashinian, llegó el viernes 16 de febrero a Alemania para participar de la Conferencia de Seguridad de Munich. La delegación del gobierno armenio la completaron el Ministro de Asuntos Exteriores, Ararat Mirzoyan; el Ministro de Defensa, Surén Papikyan, y otros funcionarios de alto rango.
En el marco de la Conferencia de Munich, el primer ministro armenio mantuvo encuentros bilaterales con autoridades de varios países,vrepresentantes de organismos internacionales y de empresas multinacionales: con el canciller alemán Olaf Scholz; con el Secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony Blinken; con el primer ministro iraquí Mohammed Shia Sudani; con el presidente del Kurdistán iraquí, Nechirvan Barzani; con el Presidente en ejercicio de la OSCE y Ministro de Asuntos Exteriores, Asuntos Europeos y Comerciales de Malta, Ian Borj; con la Secretaria General de la OSCE, Helga Schmid; con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi, con quien dialogó sobre los problemas de los desplazados de Nagorno Karabaj; con el príncipe Luis de Liechtenstein; con Odile Renaud-Basso, presidenta del Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo; con Anders Fogh Rasmussen, presidente fundador de la organización internacional de consultoría política "Rasmussen Global" y ex Secretario General de la OTAN; Stefano Tomati, comandante de operaciones civiles del Servicio de Acción Exterior de la Unión Europea; con la presidenta de la Comisión de Asuntos de Seguridad y Defensa del Parlamento Europeo, la francesa Nathalie Loiseau; con Amy Pope, directora de la Organización Internacional para las Migraciones; con Damon Wilson, presidente del Fondo Nacional para la Democracia; con el secretario ejecutivo de la Organización del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares, Robert Floyd; y con el director ejecutivo de la empresa Fichtner del sector energético, Martin Shtikel.
Como se puede apreciar, en uno de los encuentros principales de Occidente, que concluyó ayer después de tres días de trabajo con más de 200 eventos y la participación de más de 900 delegados, incluidos 50 jefes de Estado y de Gobierno, las reuniones bilaterales mantenidas por el Jefe del Gobierno de Armenia demuestran el grado de sometimiento político en el que se encuentra Ereván para con los intereses de Europa y Estados Unidos, y los manotazos de ahogado que pega Pashinian en sus intentos por recibir algo de las “limosnas” que se reparten desde los distintos “organismos internacionales de ayuda económica y humanitaria” como parte del sistema de dominación imperante.
“Valoramos la dinámica de nuestras relaciones bilaterales. Comenzamos un diálogo estratégico en 2019 y creo que hemos establecido una asociación muy eficaz. Y este año también será importante, ya que esperamos establecer una agenda bastante extensa con nuestros socios norteamericanos”, dijo Pashinian luego de la reunión mantenida el sábado 17 de febrero con el Secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony Blinken, quien, a su vez, destacó que “Armenia es un socio muy valioso para Estados Unidos”.
Según la información oficial, los interlocutores discutieron temas relacionados con la agenda de las relaciones entre Armenia y Estados Unidos y dieron importancia al desarrollo del diálogo estratégico. Se abordó el proceso de mejora de las relaciones entre Armenia y Azerbaiyán, y el primer ministro armenio elogió los esfuerzos personales de Blinken para promover el proceso de negociación y el diálogo, así como para garantizar la paz y la estabilidad en la región del Cáucaso Sur.
Nikol Pashinian también tuvo la oportunidad de reunirse con el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev. El encuentro tuvo formato trilateral, ya que se llevó a cabo con la mediación y participación del canciller alemán, Olaf Scholz.
Si bien las expectativas sobre esta reunión eran grandes, ya que se realizó a pocos días del último ataque azerbaiyano sobre posiciones fronterizas armenias que dejó un saldo de 4 militares armenios muertos y un herido, finalizada la misma se informó oficialmente que “se discutieron el proceso de regulación de las relaciones entre Armenia y Azerbaiyán y las medidas destinadas a garantizar la paz y la estabilidad en la región”. Eso y nada más.
En un comunicado difundido por el gobierno alemán, se destacó que Olaf Scholz llamó a las partes a completar las negociaciones de paz lo antes posible. “Durante la conversación tripartita, Scholz abogó por una rápida resolución de las negociaciones de paz entre los dos países. Alemania y Europa están dispuestas a apoyarlas dentro de sus capacidades, incluidos los esfuerzos del presidente del Consejo Europeo, Charles Michel”, decía el mensaje oficial alemán.
Por su parte, el Canciller alemán escribió en las redes sociales: “Es bueno que ambas partes hayan acordado resolver los problemas existentes sin nuevos actos de violencia”.
Es decir, Pashinian se encontró con Aliyev cara a cara luego del último ataque azerbaiyano y de haber declarado casi a diario que Bakú volvió a las provocaciones y se estaba preparando para una nueva guerra, y simplemente se informó sobre el supuesto “compromiso de ambas partes” a seguir avanzando, pero con mayor ligereza, por el camino del acuerdo de paz.
Pero la reunión que llamó más la atención de propios y extraños fue la que mantuvo Nikol Pashinian con el Jefe del Servicio Secreto de Inteligencia británico (MI6), Richard Moore. No se dieron detalles de la misma, pero el solo hecho de haberse realizado provoca, como mínimo, mayores certezas acerca de que Armenia no es más que una “herramienta en manos de Occidente” en su guerra declarada contra Rusia.
Concluyendo su participación en la Conferencia, el primer ministro de Armenia participó en la mesa redonda "Zonas grises en el continente europeo", que se celebró a puerta cerrada y donde Pashinian pronunció un discurso.
Pashinian con armenios residentes en Alemania
Finalizando su estadía en la ciudad, el Primer Ministro Nikol Pashinian se reunió con miembros de la comunidad armenia de Munich y de otras regiones alemanas. Así fue anunciada la reunión desde el gobierno, pero según otros, "no fue tan así".
Según publicó hoy, 20 de febrero, el diario Hraparak, de Ereván, en una nota firmada por la periodista Lusiné Shahverdian, "Pashinian recibió una vergonzosa acogida por parte de la comunidad armenia local, que tal vez también se pueda ver en los vídeos y fotografías difundidos por la oficina del Primer Ministro. Aproximadamente la mitad de las 20 personas que participaron en la reunión con la 'comunidad armenia de Múnich y regiones circundantes' son las que viajaron a Alemania con Pashinian: el portavoz, el embajador, los agentes de seguridad, Styopa Safarian, varios estudiantes armenios que tenían problemas personales de visa, prohibición de regresar a Armenia, servicio militar, etc., para quienes la reunión fue solo una oportunidad para que intentaran resolver sus problemas. Mientras tanto, sólo en Munich viven más de 2.000 armenios, excluyendo las regiones circundantes y toda la población germano-armenia. Antes de la reunión, la Embajada de la República de Armenia en Alemania envió invitaciones a las estructuras de la comunidad armenia para organizar una reunión adecuada, pero muchos rechazaron la invitación".
Demostrando la veracidad de lo informado, la periodista agrega en la nota: "Samvel Lulukian, miembro de la junta directiva del Consejo Central de los Armenios en Alemania, autor de la pregunta más aguda durante la reunión (sobre política fallida y renuncia), admitió que ha vivido en la comunidad armenia en Alemania durante 30 años, pero nunca había visto a la mayoría de las personas que asistieron a la reunión con Pashinian, y enfatizó que ningún representante de las estructuras armenias más importantes que operan en Alemania participó en la reunión".
Pero vayamos a algunas de las declaraciones realizadas durante la reunión. El Primer Ministro se refirió en primer lugar a los resultados de los encuentros y debates celebrados en el marco de la Conferencia de Seguridad de Múnich, así como, particularmente, a la reunión con Ilham Aliyev, Presidente de Azerbaiyán, que contó con la participación y mediación del Canciller alemán Olaf Scholz.
“Ante todo quiero destacar que las percepciones de la República de Armenia en la comunidad europea están cambiando positivamente, y la República de Armenia ha comenzado a ser percibida cada vez más como un país democrático, comprometido con las reformas y la agenda democrática. Vemos que tanto la Unión Europea como nosotros tenemos el deseo y la voluntad de profundizar nuestras relaciones”, le dijo Pashinian a los armenios allí reunidos.
Al hacer referencia sobre los pobladores de Artsaj que se establecieron en Armenia en condición de refugiados, el mandatario armenio puntualizó: “Nuestra visión es la siguiente: si no tienen una posibilidad real de regresar a Nagorno Karabaj, nuestra política es hacer todo lo posible para que permanezcan en Armenia”. Agregó que los “socios occidentales y extranjeros se sienten satisfechos por el hecho de que el gobierno armenio haya podido recibir a más de cien mil personas en una semana, sin haber tenido que alojarlos en un campo de refugiados”, pero nada dijo acerca de si existen pasos concretos para garantizar la segura vuelta a sus hogares en Karabaj de quienes quieran hacerlo o si se están tomando medidas para detener la emigración -cada vez más numerosa- de los ciudadanos de Artsaj que se van de Armenia.
En un tema fundamental, quizás el que hoy preocupa más a la armenidad como ser el de la seguridad, Pashinian aseguró que el propósito de política exterior de su gobierno “es proteger nuestra independencia, soberanía e integridad territorial”.
Sin embargo, la realidad demuestra todo lo contrario y como nunca antes en estos más de treinta años de la Tercera República, el país se encuentra en un nivel más que preocupante en cuanto a su seguridad, poniendo en riesgo la existencia misma del Estado y de la supervivencia del pueblo armenio.
Tal como lo hace la mayoría de los políticos del hemisferio occidental, el primer ministro armenio les repitió a sus connacionales residentes en Alemania “frases hechas y vacías” como que “las relaciones de Armenia con la Unión Europea progresan principalmente gracias a la democracia” y “la Unión Europea nos apoya con reformas democráticas y nosotros aprenderemos mejor qué es la democracia, no es una vergüenza hablar de esto”.
Hay mucho más para analizar de la intervención de Pashinian ante los "representantes comunitarios armenios" y seguramente no faltará oportunidad para hacerlo a la brevedad.
Pero queremos finalizar la nota, reflexionando en particular sobre uno de los dichos de Pashinian, que si bien no es novedad, decirlo de nuevo y en el marco de la Conferencia donde se reúnen los actores principales que están en guerra con Rusia, no es más que una nueva provocación al país que aún sigue siendo el aliado estratégico de Armenia y cuyos militares -junto a los armenios- cuidan las fronteras del país y velan por la seguridad de quienes lo habitan.
“Ya he dicho que Armenia no es un aliado de Rusia en la cuestión de Ucrania, y ésta es nuestra honesta posición. Lo dije por primera vez hace dos años y lamentamos no poder influir en esta situación. El pueblo de Ucrania es un pueblo amistoso”, concluyó Pashinian.
Para el primer ministro, el pueblo de Ucrania es un pueblo amigo. ¿Y el pueblo de las Repúblicas del Donbass -rusos, ucranianos, armenios y de otras nacionalidades-, bombardeado y sometido por el gobierno nazi de Kiev desde 2014, no lo era? ¿No es un pueblo amistoso el palestino, que está sometido a genocidio desde hace décadas por Israel? ¿Y por qué Armenia decidió abrir embajada en Tel Aviv, cuando no existen antecedentes en las relaciones armenio-israelíes y, para colmo, Israel es junto a Turquía el principal aliado militar de Azerbaiyán? ¿No son amistosos los pueblos kurdo, yezidí y árabe, que deben soportar a diario los embates criminales de Turquía? ¿Qué decir de los hermanos pueblos de Siria, Líbano, Irán e Irak, que desde hace años resisten las acciones destructivas organizadas y financiadas por Occidente (Estados Unidos-Gran Bretaña-Unión Europea-OTAN)? ¿Alguien leyó o escuchó alguna declaración condenatoria de integrantes del gobierno de Armenia sobre estos hechos que tienen a “los socios occidentales” de Pashinian como responsables principales?
La hipocresía no tiene límite en ellos, pero sí debe tenerlo en cada uno de nosotros el tener que soportarlo.
Los que ellos -autoridades de turno- declaran y los medios a su servicio repiten casi hasta el hartazgo, no tiene nada que ver (o tiene muy poco que ver) con lo que sucede en realidad, con la verdad y con los intereses colectivos de los pueblos. Simplemente, debemos hacer memoria de lo sucedido, sacar nuestras propias conclusiones y no apropiarnos de las que ellos nos imponen sobre distintas cuestiones y situaciones.
Recorramos la historia armenia del último siglo, veamos dónde y cómo estaba la república, dónde y cómo vivían quienes la habitaban, dónde y cómo están ahora -la república y el pueblo-, y entenderemos mucho de lo quieren ocultarnos o presentarnos de manera tergiversada.
Nunca es demasiado tarde ni nada es definitivo, siempre hay algo más que perder y siempre existe la posibilidad para comenzar a revertir lo malo.
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