¿Qué contribución hizo la Iglesia Apostólica Armenia a la unidad nacional durante la Segunda Guerra Mundial?
- Redacción NOR SEVAN
- 3 ago
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Actualizado: 7 ago
Según el profesor Stepán Stepanyants, en la lucha antifascista de los pueblos de la Unión Soviética, la actividad de la Santa Sede de Echmiadzín fue destacable, y el apoyo al gobierno encabezado por Stalin y al Ejército Rojo, muy importante.

"Los armenios de Odessa no tenían miedo de permanecer en la ocupación y después de que los nazis fueran eliminados en 1944, los sacerdotes armenios estuvieron entre los primeros en expandir sus actividades en la ciudad a la par con las autoridades soviéticas", sostuvo el Doctor en Ciencias Históricas Stepan Stepanyants.
"Nuestro rector recién llegado fue apoyado por el arzobispo de Kirovograd de la Iglesia Ortodoxa Rusa, quien proporcionó una de las iglesias de la diócesis en la destruida Odessa y ayudó financieramente durante mucho tiempo, ya que Echmiadzin estaba lejos y muchos armenios vivían en la ciudad. El templo armenio fue uno de los primeros en funcionar en Odessa y la Iglesia se convirtió en el centro de la cohesión de la comunidad", dijo Stepanyants.

Pero además de la Iglesia Apostólica Armenia, la Iglesia Católica Armenia también hizo una gran contribución a la unidad nacional durante la Segunda Guerra Mundial. En Lviv, después del siglo XVII, la comunidad armenia se convirtió al catolicismo. La Santa Sede de Echmiadzin estaba lejos, la conexión era débil, por lo que las tradiciones del catolicismo armenio prevalecieron gradualmente allí. Según el historiador, durante los años del régimen nazi alemán, una iglesia armenia operó en Lviv, y el sacerdote Dionisio Kajetanovich -un polaco, que fue transferido al rito armenio de la Iglesia Católica en 1908-, permaneció en la ciudad y ayudó a salvar a los judíos.
"El Schindler armenio no es tan conocido, la familia de Charles Aznavour, que ayudó a los judíos en Francia, es más recordada. Kajetanovich fue arrestado por los alemanes, pero no le dispararon y después de un tiempo fue liberado bajo fianza pagada por la Unión Católica Griega", recordó Stepanyants.
El historiador señaló que la Iglesia Apostólica Armenia vivió sin un patriarca durante toda la guerra. Después de la dudosa muerte del Katolicós de Todos los Armenios Khorén I en 1938 (NdR.: dudosa, porque desde los sectores anti-soviéticos siempre sostuvieron que fue un asesinato, lo que jamás pudo ser demostrado ni probado), el arzobispo Kevork Chorekchian, que llevaba el título de Vicario General del Katolicosado de Echmiadzin, se convirtió en el locum tenens del trono patriarcal. Fue elegido Patriarca solo en mayo de 1945, convirtiéndose en el Katolicós de Todos los Armenios Kevork VI y pasando a la historia como una figura destacada de la iglesia.
Según el profesor Stepanyants, el ataque nazifascista de la Alemania liderada por Hitler sobre la Unión Soviética produjo "el debilitamiento de la propaganda contra la religión" en el país de los soviets.
"Con el comienzo de la guerra en la URSS, la propaganda anti-eclesiástica se debilitó. En Armenia, por ejemplo, se cerró la revista Ateíst. Creció y se expandió el poder de la Iglesia, comenzó la devolución de propiedades, los sacerdotes regresaron del exilio y los creyentes ya no tenían miedo de ir a los servicios en las iglesias dependientes Echmiadzin. El Estado ya no veía a la Iglesia como un enemigo, porque había un enemigo real", señaló Stepanyants.

A principios de 1943, el locum tenens patriarcal, el arzobispo Kevork Chorekchian, envió un telegrama abierto al líder de la URSS, Stalin, que comenzaba diciendo "Rezo al Todopoderoso por la victoria de las armas soviéticas y por el fortalecimiento del poder del glorioso Ejército Rojo y la aceleración de la derrota final del enemigo".
En el párrafo siguiente, quien fue elegido posteriormente máxima autoridad de la Iglesia Apostólica Armenia, continuó: "Y cumpliendo con mi deber para con la Patria, el Katolicosado de Echmiadzin dona al fondo para la construcción de la columna de tanques que lleva el nombre de David de Sasún, una preciosa panagia decorada con diamantes y otras joyas hechas de platino y diamantes por valor de más de 800.000 rublos, mil libras esterlinas británicas y 50.000 rublos. Le solicito vuestra autorización para abrir una cuenta especial en el Banco Estatal de la URSS".
Asimismo, Echmiadzin llamó a los armenios del mundo a colaborar en la lucha antifascista: "Al mismo tiempo, hago un llamamiento con un mensaje especial a todos los fieles armenios del mundo para que participen en la construcción de la columna de tanques David de Sasún con sus ahorros. Confío plenamente en que tanto los armenios de la Patria como los de la diáspora responderán a nuestro mensaje pastoral, organizando comités en todas las comunidades armenias para ayudar al Ejército Rojo y a la población afectada".
Unas semanas después, la respuesta del líder de la URSS, José Stalin, fue publicada en el diario soviético Izvestia.
"Les pido que transmitan mis saludos y gratitud a los armenios creyentes y al clero del Katolicosado de Echmiadzin, que contribuyeron con los fondos para la construcción de una columna de tanques, que lleva el nombre de David de Sasún. Se ha dado instrucciones para abrir una cuenta especial en el Banco Estatal de la URSS".
Gracias a los esfuerzos de la Iglesia Apostólica Armenia, se recibieron 115.000 dólares estadounidenses de compatriotas de los Estados Unidos, 37.000 dólares canadienses de Canadá, 185 mil libras libanesas del Líbano, 276 mil libras sirias de Siria, 140 mil libras egipcias de Egipto y 2.500.000 riales iraníes de Irán.
En total, durante la guerra, con las donaciones recibidas de la Iglesia Apostólica Armenia y de las comunidades de la diáspora, se construyeron 43 tanques y se formaron dos columnas de vehículos blindados, y cada uno de ellos tenía el nombre del héroe de la epopeya armenia, David de Sasún, en armenio y ruso.

Hicieron su bautismo de fuego en el frente durante la primavera de 1944, en las formaciones de combate del 2º Frente Báltico. En abril de 1945, Kevork Chorekchian recibió la Medalla por la Defensa del Cáucaso, y después del final de la guerra, por los méritos de la Iglesia Armenia en la victoria del pueblo soviético sobre el fascismo, personalmente Stalin se involucró para que el gobierno de la URSS permitiera la devolución de la antigua biblioteca del Monasterio de Echmiadzin, la restauración de las actividades de la imprenta y del seminario teológico.