La población de Armenia podría disminuir a menos de dos millones y medio

Crece la preocupación en distintos sectores de la sociedad. La difícil situación socio-económica por el que atraviesan los y las trabajadoras, más los altos índices de desocupación y subocupación, los bajos salarios y los precios altos, hace que los jóvenes imaginen y busquen un futuro mejor en otras latitudes.

Redacción NOR SEVAN

"Armenia debe tomar medidas inmediatas para abordar sus problemas demográficos. De lo contrario, si el ritmo actual de crecimiento poblacional continúa, la población del país podría reducirse a menos de 2,5 millones para 2040", afirmó el economista Surén Parsyan, durante un debate sobre los desafíos socio-económicos, organizado por las organizaciones sociales "Puente" y "Armenia Soy Yo".

Parsyan señaló que, en los últimos dos o tres años, Armenia ha experimentado un aumento demográfico debido a la llegada y establecimiento en el país de decenas de miles de extranjeros y de los refugiados que fueron víctimas del desplazamiento forzado en Nagorno-Karabaj por parte del gobierno azerbaiyano. La mayoría de los extranjeros que se establecieron en el país son trabajadores indios y ciudadanos de Rusia y Ucrania.

Sin embargo, este fenómeno resultó ser temporal, ya que muchos rusos y ucranianos volvieron a sus repúblicas o se reubicaron en otros países de la región. Incluso, algo más de 20 mil refugiados de Artsaj, que al principio encontraron refugio en Ereván y otras ciudades armenias, ya abandonaron Armenia y en su mayoría se establecieron en Rusia.

Según el experto, las principales razones de la salida de los desplazados internos siguen siendo las dificultades socioeconómicas y la falta de seguridad.

"La gente abandona el país porque no puede permitirse condiciones de vida dignas y no se siente segura. El mayor recurso de Armenia es su gente. Sin embargo, nos enfrentamos a graves desafíos demográficos: el envejecimiento de la población, la disminución de la natalidad y una alta tasa de migración", enfatizó Parsyan.

El economista advirtió que el declive poblacional no es solo un desafío social, sino también estratégico para el país. La demografía está directamente relacionada con los problemas de seguridad, especialmente en el complejo entorno geopolítico de la región.

Señaló que el capital humano es crucial para garantizar la seguridad en la región. La población de Azerbaiyán ha alcanzado los 10 millones, la de Turquía se acerca a los 100 millones y la de Irán supera los 80 millones.

Según Parsyan, la prioridad del gobierno debe ser crear condiciones propicias para la retención de la población y la integración de las personas desplazadas. Esto requiere programas socioeconómicos sostenibles, garantías de seguridad básica y el fomento de la natalidad.