¡Hasta siempre, arzobispo Kissag Mouradian!
- Redacción NOR SEVAN
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El pasado 25 de octubre falleció en la Ciudad de Buenos Aires, el arzobispo emérito de la Iglesia Apostólica Armenia para Argentina y Chile, monseñor Kissag Mouradian, figura central de la colectividad.
Srpazán Kissag nació en Alepo, Siria, en 1951, fue ordenado sacerdote en 1971 y llegó a Buenos Aires en 1975. En 1990, fue consagrado obispo y en 1996 recibió el título de arzobispo.
"Aquí empecé dando clases en la escuela primaria. Fui vicedirector durante quince años. Tanto en la iglesia como en otras organizaciones participaba de los actos. Pasados los cinco años, tiempo por el cual me habían enviado aquí, mandé una carta al Patriarca para ver qué debía hacer, si volvía o me quedaba. Me preguntó: '¿Te echan?' Contesté que no. '¿Estas a disgusto?', continuó. 'No', respondí. '¿Querés quedarte?', interrogó. Y señalé que aquí estaba muy bien. 'Entonces quedate', dijo.", expresó Mouradian en el libro “Armenios en la Ciudad de Buenos Aires” de Carlos Iglesias publicado por la editorial Rumbo Sur en 2018.
Y así, durante más de cincuenta años de servicio, el Arzobispo fue un pilar de la armenidad.
Siempre acompañó a todas las instituciones de la colectividad y estuvo en cada momento trascendental de la comunidad. Además, fue un hombre de diálogo, cercanía y afecto, tuvo buena relación con otras comunidades de fe presidiendo la Comisión Ecuménica de Iglesias Cristianas en la Argentina (CEICA). Es más, Kissag Mouradian compartió una dilecta amistad con el Papa Francisco, cuando era el cardenal Jorge Mario Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires.
La comunidad armenia de Argentina despidió a un baluarte imprescindible.
Que en paz descanses, Srpazán Kissag.













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