La Embajada yanqui en Ereván, partícipe activa de la entrega de Armenia
Desde la sede diplomática estadounidense (conocida internacionalmente como "mini-pentágono") se coordina -junto a sus aliados de la OTAN y la Unión Europea- la Avanzada Occidental sobre el Caúcaso, teniendo como principales objetivos a Rusia e Irán.
Redacción NOR SEVAN
“Estados Unidos y Armenia mantienen debates “muy activos y sustanciales” sobre cuestiones de seguridad y defensa”, afirmó la embajadora de Estados Unidos en Armenia, Christina Quinn, recordando que los primeros ejercicios conjuntos entre su país y Armenia luego de 2008 fueron en septiembre de 2023.
“Creo que esta es una señal muy importante de que Estados Unidos y Armenia pueden trabajar juntos en la esfera militar y también estamos buscando formas adicionales de continuar este trabajo. También tendremos un asesor militar en la Embajada que podrá reunirse con el Ministerio de Defensa de Armenia para ayudar a desarrollar distintas capacidades, especialmente porque Armenia está interesada en aumentar su participación en cuestiones como el mantenimiento de la paz y otras iniciativas de paz. Queremos ser útiles y trabajaremos tanto para lograr reformas internas para adaptar el Ministerio de Defensa de Armenia a los estándares modernos como para hacer más en el ámbito del mantenimiento de la paz”, dijo la embajadora, aclarando que “por el momento, no se habla de suministro de armas y municiones”.
La diplomática, un verdadero cuadro político al servicio de los intereses imperiales de su país, tiene una extensa carrera participando de cuanto "proceso desestabilizador" elaborado por la CIA y el Pentágono se intente llevar adelante en cualquier rincón del planeta. Basta con recordar que la carrera profesional de Quinn comenzó siendo agregada en la embajada yanqui en la URSS y, luego de la desintegración del bloque socialista, siguió "prestando servicio" en Rusia, Bielorrusia y Kiev, entre otros destinos.
Asimismo, y tratando de aclarar un poco el rol de los Estados Unidos, la embajadora en Ereván aseguró que "Washington no aconseja a Armenia a que rompa relaciones con ningún país" sino que "la ayuda a ser más fuerte e independiente" y por eso "intenta trabajar con Armenia en las áreas indicadas por Ereván para diversificar sus contactos".
Durante un reciente reportaje, la diplomática Christina Quinn presentó de una manera muy sutil cómo su embajada trabaja para "reclutar" a los nuevos "pashinian", "mirzoyan" y "simonian", que garanticen la continuidad del rumbo totalmente pro-occidental y anti-ruso iniciado por el actual gobierno armenio.
Hablando de su encuentro con refugiados de Artsaj, señaló: "Conocí a algunos jóvenes expatriados que dijeron que les gustaría mucho aprender inglés, y estamos tratando de aprovechar algunos recursos de nuestra muy activa y generosa comunidad armenia en los Estados Unidos, que realmente quieren ayudar. Estamos tratando de encontrar formas de apoyar la organización de cursos intensivos de inglés para jóvenes desplazados que quieran trabajar en el sector de servicios y en el sector turístico, y necesiten conocimientos de inglés para ello".
Según Quinn, si la embajada que ella conduce no enseña inglés, en Armenia no se enseña ni en las escuelas ni en los institutos terciarios -públicos y privados-, que uno encuentra a cada paso.
Evidentemente, la diplomática miente -como es habitual en casi todas las autoridades y funcionarios de Estado occidentales-, ya que en Armenia están haciendo lo mismo que hicieron en Ucrania hace una década atrás. Y así está Ucrania.
