El gobierno armenio publicó algunos documentos de las negociaciones por Artsaj y quedó en evidencia su responsabilidad en la guerra y la entrega

Para el profesor de la Universidad de Stanford, Artur Khachikian, “el análisis y los debate sobre los documentos recientemente publicados requieren de mucha paciencia”.

Redacción NOR SEVAN

Durante la semana que terminó, la vida política armenia se volvió aún más tensa a partir de la decisión del gobierno de Pashinian de publicar algunos de los varios documentos oficiales de las negociaciones relacionadas a la Cuestión de Nagorno Karabaj, que hasta ahora se mantenías en estado reservado para la opinión pública.

Lejos de intentar aclarar el panorama o de contribuir al inicio de un proceso de restablecimiento de la situación interna del país -a partir de la promoción de un debate sano y maduro basado en la verdad-, el gobierno de Ereván rompió el secreto que existía sobre una serie de documentos -no todos- y rápidamente intentó comenzar a delinear un "sentido común" respecto a esta cuestión, que se basara no en la lectura e intercambio de ideas sobre lo escrito en esos documentos "abiertos al público", sino a través de las opiniones tendenciosas y tergiversadas de Pashinian y otros funcionarios, que se repiten una y otra vez por los medios oficiales y las redes sociales, para transformarlos en "verdad".

Sin embargo, luego de algunas horas de "satisfacción", Pashinian y los suyos ya no encontraron respuesta alguna que logre revertir las críticas que, con el correr de los días, se fueron transformando en más precisas y contundentes, dejando en evidencia la responsabilidad principal -por no decir culpabilidad- del primer ministro Nikol Pashinian y su gobierno en el fracaso de las negociaciones, en el desencadenamiento de la guerra de 2020, en el bloqueo impuesto a Artsaj en 2021, en la ocupación de Karabaj y su posterior entrega, y en el destierro masivo de la población autóctona de Artsaj -mayoritariamente armenia- por primera vez en miles de años.

Los documentos hechos públicos por el gobierno de Armenia sin el consentimiento de las partes involucradas, además de haber despertado ya protestas oficiales, no permiten aún formarnos una idea amplia, completa y general de lo negociado durante algo más de dos décadas, porque faltan las propuestas presentadas, entre otros, por los sucesivos gobiernos armenios y por las autoridades de Karabaj.

Pashinian intentó con esta jugada sostener -a través de la publicación de algunos documentos- su teoría de que toda la culpa por la pérdida y entrega de Artsaj la tienen los rusos, y los ex presidentes Robert Kocharian y Serzh Sarkisian. Sin embargo, las primeras conclusiones y reflexiones hechas por expertos, historiadores, politólogos y analistas, dan por tierra con el deseo del primer ministro armenio.

Por ejemplo, para el profesor Artur Khachikian, de la Universidad de Stanford, "para una persona normal con habilidades analíticas básicas, esto puede llevar a la locura gradual", ya que "el gobierno planteó el debate siguiendo y tratando de imponer una lógica carente de toda coherencia".

En una de sus reflexiones, el doctor en historia y ciencias políticas sintetiza en el siguiente diálogo su parecer sobre la reciente publicación de algunos de los documentos de las negociaciones por Karabaj y la situación creada a través de las declaraciones del primer ministro y otros funcionarios de Estado:

“- Doctor, ¿por qué mató al paciente?

- Porque los doctores anteriores no pudieron curarlo por completo, así que lo maté. No soy culpable.

- Pero los doctores anteriores lucharon por su vida, el tratamiento continuó, pero ¡usted lo mató!

- Pero ellos no pudieron curarlo, así que lo maté. No soy culpable.

- ¿Cree que era mejor matarlo?

- Sí, ya estaba harto de todos, se convirtió en una carga para nosotros. Pero no soy culpable. Los anteriores son los culpables, porque intentaron curarlo y no pudieron”.

Para Khachikian, "en una sociedad normal y civilizada, cada uno es responsable de sus acciones y no se refiere a los errores de los predecesores", quienes "sí responderán por sus propios errores". “El asesino no se justifica porque ya tuvo un intento de muerte ante él. El ladrón no se justifica porque esa casa ya fue robada antes que lo hiciera él. Y el líder del país no puede justificarse diciendo que otros no pudieron resolver el tema por completo, así que mejor destruir a todos y entregar todo”.

El profesor, como muchos otros analistas lo hicieron esta semana, confirmó la importancia para el pueblo de Karabaj de la propuesta presentada por el grupo de Minsk en 2019 y de la falta de respuesta de Pashinian. "El hombre la rechazó porque dijo que empezaba desde cero. Como resultado, las negociaciones fracasaron, estalló una guerra que él no supo ni pudo detener, sufrimos una fuerte derrota, luego rechazó el acuerdo del 9 de noviembre, entregó Karabaj y todo se derrumbó. Fin. Las negociaciones han terminado", enumeró Khachikian, enfatizando que "el responsable de todo esto debe responder por sus acciones y atenerse a las consecuencias".

Estos documentos muestran claramente que existía la posibilidad de firmar un tratado de paz y preservar Karabaj. Y Pashinian se negó, escondiéndolo de su gente, a quien le prometió discutir todo con él, empezando desde cero. Pero el caso ya está cerrado”, concluyó el profesor Khachikian.

Zurabian: La propuesta de 2019 y la no respuesta de Pashinian

Levón Zurabian, coordinador del Partido Congreso Nacional Armenio, detalló las disposiciones de la propuesta de paz presentada por el Grupo de Minsk de la OSCE a Armenia en junio de 2019, que, según él, el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, estaba dispuesto a aceptar y cumplir.

“Todo el proceso de asentamiento se desarrollaría en dos fases. La primera consistía en una etapa de pasos coordinados. ¿Qué incluía? La devolución de cinco distritos a Azerbaiyán, pero solo después del despliegue de fuerzas de paz internacionales en Artsaj, Kelbachar y Lachin, así como en esos distritos. Solo civiles debían entrar en los territorios devueltos, sin fuerzas militares ni policiales. La composición de las fuerzas de paz se determinaría por consenso entre Armenia y Azerbaiyán”, señaló Zurabian.

El político armenio explicó que el plan tenía como objetivo levantar los bloqueos económicos y abrir las conexiones de transporte. La seguridad de Nagorno-Karabaj estaría garantizada por Armenia, los países copresidentes del Grupo de Minsk de la OSCE y el Consejo de Seguridad de la ONU.

“No veo la falla en este plan”, destacó Zurabian, quien preguntó: "¿Cómo pueden recibir una propuesta así, no una, sino dos veces, en abril y junio, y no entablar negociaciones para lograr la paz que anhelamos?".

Zurabian enfatizó que el primer ministro Nikol Pashinian nunca reveló si respondió y cual fue su respuesta a esta propuesta de 2019, si es que la hubo.