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Rosita juvenil

El suplemento Nuestra Voz Juvenil del diario NOR SEVAN dialogó con Rosita Youssefian, reconocida docente de cultura e idioma armenio.


Por Martina Bystrowicz Djanikian y Emiliano Fidel Lomlomdjian


Desde que iniciamos esta segunda etapa de “Nuestra Voz Juvenil”, como espacio de la Juventud de la Unión Cultural Armenia en el periódico Nor Sevan, imaginábamos una sección de entrevistas a diferentes referentes de la colectividad armenia, figuras nacionales y por qué no, internacionales.

Nos comunicamos con Rosita Youssefian para que inaugure esta nueva sección, empezando a hacer realidad este sueño. Entonces a principios de Junio, nos juntamos con ella para realizar esta entrevista, y entre mate y galletitas, comenzó a responder las preguntas nuestra querida Rosita


- Queríamos empezar preguntándote qué estudiaste, dónde y cómo empezaste a relacionarte con la comunidad armenia. ¿Cómo iniciaste este camino?

- Mi papá siempre trabajó mucho para la armenidad. Primero estuvo en el Centro Armenio, hasta que con las elecciones del ‘68 fue desplazado junto con otros jóvenes que trabajaban ahí. Después se pasó a Parecorzagán y ahí es donde siguió trabajando. Además, él estaba en el “benag” de la iglesia, y en mi casa, siempre se hablaba en armenio. A mí me encantaba el armenio. La primaria la hice en el Mekhitarian y la secundaria en el San Gregorio, porque el primero todavía no tenía secundario de nenas -se hizo al año siguiente, cuando yo entré a segundo año, en 1970- y ya no me quise cambiar. Cuando entré al San Gregorio y vi a todos esos chicos, 30 chicos, y antes éramos 12, no quise volver al Mekhi. Aunque después de terminar el secundario seguí yendo al Mekhi todos los días dos horas a estudiar armenio con el Padre Ferahian. Lo hice dos años mientras hacía el Profesorado de Castellano, Literatura y Latín en el Joaquín V. González, que es de lo que me recibí. Me sirvió muchísimo porque el Padre Esteban era un genio y me enseñaba de todo, la etimología de las palabras y su significado y más. Así empecé a estudiar armenio, porque hasta ese momento no había estudiado. Después, estudié todo sola. Leía los libros de armenio y atrás en la última hoja me anotaba las palabras nuevas, y las frases que me gustaban, para usarlas después, por ejemplo cuando escribía cartas a mis amigos de afuera. Así fue que perfeccioné mi armenio.


- ¿Cómo fue tu primera experiencia en Armenia?

- La primera vez fue en plena época soviética. Me acuerdo que sólo nos permitían estar nueve días, no podíamos estar ni un día más por la visa. Fue un viaje revelador, maravilloso. Era una Armenia brillante. Todos los días en el Teatro de la Ópera había una función diferente. Todos los días, antes o después de la ópera, me iba al Teatro Sendukian y había otra función más. Era una culturosidad desbordante. Las librerías estaban llenas de gente. No así todo lo demás. Me acuerdo que queríamos comprar una camisa y fuimos al Univermark, el único supermercado que había, y le dijimos “shabigme” y nos traen una anaranjada furiosa. Le decimos “- No, no. ¿Otro color? - No hay. -¿Otro talle? -No hay.” O sea, estaban todos de camisa anaranjada. Había muchos libros, mucha cultura, y poca mercadería. Nos compramos mapas, libros, todo bárbaro pero, no nos dejaban viajar al interior. Quisimos ir a Leninakan, hoy denominada Giumry, y no nos dejaron. Pero fue un viaje maravilloso.


- A todo esto, ¿cuántos viajes hiciste ya?

- Este de julio, con la Promoción 2013 del Marie Manoogian, va a ser el número 42. El único que hice durante la Unión Soviética fue ése, cuando me casé en el 77. Por casi 20 años no viajé y volví con los alumnos de la Promoción ‘95, a cuatro años de la independencia. Estaba todo dado vuelta, era todo un gran lío, no había luz, no había agua. Para los alumnos fue una experiencia muy pintoresca. Los chicos estaban emocionadísimos. Cuando llegamos al aeropuerto, todos se pusieron a llorar. Cantábamos Ereván Erepuní mientras estábamos bajando del avión emocionadísimos. Hoy no hay esa emoción que te viene desde el alma. Las generaciones cambiaron.


- Es otro tipo de emoción, más alegre, podríamos decir….

- Sí. Además los viajes se hicieron más frecuentes, a la gente ya no le cuesta tanto viajar. Está todo más cerca con Internet, antes no era así. Ahora ves de antemano todo lo que vas a conocer allá.


- Con toda la experiencia que viviste en Armenia, ¿cuáles son los cambios que más te marcaron: arquitectónicos, sociales, culturales, en general?

- Por supuesto que ahora hay mucha mercadería, pero lo que no se venden son los libros. Las librerías están cerrando. Es muy distinto. Al principio, en el 95, cuando no había luz ni agua y la gente sufría esas penurias, nadie se quejaba. Hoy aumenta el gas y todos se quejan, y no sólo eso, sino que todo el mundo se va. Hay una desilusión grande en la gente que está harta de bancarse la corrupción. Dicen que en unos pocos años han salido 500.000 personas que para un país con 3 millones de habitantes es terrible.


- Escuché en la radio el otro día que cada vez es más la cantidad de gente que emigra.

- Sí, y cada vez que pasa, por ejemplo, que se muere un soldado en pleno regimiento o que un gobernador se involucra en algún negocio de corrupción, al día siguiente hay muchos más pedidos de visas para salir. Para mí el problema más importante que sufre Armenia hoy es la emigración.


- ¿Y a qué países eligen irse?

- Se van mayormente a Rusia y los que tienen parientes en EEUU, se van ahí. Acá vinieron algunos también. Para mí lo primero que tiene que hacer el gobierno de Armenia es corregir lo que está haciendo tan mal.


- ¿A nivel político, podrías darnos tu opinión con respecto a la situación actual? En la últimas elecciones hubo muchos conflictos y la cantidad de votantes fue muy poca. ¿Y Serj Sargsyan cómo se relaciona con el pueblo?

- Dicen que hubo mucho fraude… Yo que leo los diarios todos los días, me amargo muchísimo. Para mí el problema más grave, es la corrupción y que obviamente no saben administrar económicamente un país pobre.


- Teniendo en cuenta todo ésto ¿cuál es el trabajo del Fondo Armenia?

- Ahora soy la presidenta del Fondo Armenia en Argentina. El rol que cumple es el de reunir dinero de la diáspora, de Armenia y de Garapagh para hacer obras de infraestructura. Estas obras se consultan con el gobierno. Le dicen “Sr. Presidente, ¿qué es lo que se necesitá con urgencia?” y él dice “Necesito un canal de agua en estos pueblos de frontera, o necesito un colegio porque esas familias que viven cerca de la frontera se van a ir”; o sea, son cosas estratégicas y el Fondo Armenia hace lo que más necesita el gobierno. Reúne el dinero y después hace licitaciones públicas diciendo “Vamos a construir un colegio en tal pueblito”, se postulan las empresas, ponen los pliegos, gana la mejor opción y se la contrata. Es todo público. Lo que tiene de bueno el Fondo Armenia es que hay un auditor externo no armenio internacional, que viene todos los años a ver cuánto dinero entró, si realmente entró el dinero de cada comunidad armenia del mundo, a ver la obra que se hizo, cuántos obreros, cuántos materiales, si están en buen estado, etc.


- ¿Cuál es el último trabajo que se hizo y cuál el proyecto para este año?

- El trabajo que hizo el Fondo Armenia de Argentina fue poner dinero para el canal de agua de Karintagh, que es un pueblito muy chiquito, de 650 habitantes, que está justo debajo de Shushí, adonde iban todos los bombardeos de los azeríes. Karintagh soportó el bombardeo y nadie se fue de allí… entonces este pueblito necesitaba mucho. Ya se hizo el colegio, una iglesia (la hicieron los chicos de Tierra y Cultura, el Fondo no hace iglesias) y el canal de agua, que está terminado. Ahora vamos a hacer otro canal de agua en Karvadjarr, que queda al norte de Garapagh. Otros Fondo Armenia hacen la gasificación de otro pueblito, otro colegio, otro camino. El Fondo Armenia central de Ereván te manda los proyectos y cada uno apuesta a uno.


- Respecto a la colectividad, ¿cómo ves el pasado y el presente de la misma?

- Bueno, el pasado fue más tétrico. Yo me acuerdo cuando estaba en secundaria que se peleaban mucho los tashnag con los ramgavar y los garmir, era toda una pelea. Los grandes se pegaban cachetazos en la calle, se escupían. Era terrible. Antes yo veía a la colectividad mucho más fanatizada y dividida, ahora la veo más amigable, más amable, más relajada porque ya son tercera generación, cuarta generación. Lo que pasa es que deberían unirse en los temas más importantes: 24 de abril, 21 de septiembre. Deberían unirse en los temas nacionales, pero unirse todos, hacer algo posta, grande, fuerte, importante.


- ¿Cómo creés que se puede llegar a éso sin tener antes un debate entre todas las juventudes y todas las instituciones que forman la colectividad? Nosotros creemos que es importante y necesario tener un debate para tener un objetivo en común e ideas claras que se puedan plasmar en los diferentes reclamos, como por ejemplo el 24 de abril, tener una idea clara de lo que se reclama. Y así, en todos los casos que nos unen como descendientes de armenios.

- Te entiendo perfectamente y sé que hay un grupo que está sumamente cerrado y que sólo ve una parte. Deberían unirse. Tu institución, la Unión Cultural Armenia, es la que más propone los debates. Los demás deberían unirse a la propuesta de debate, y realmente, como vos decís, debatir lo más importante porque no es sólo marchar y poner una bandera y ¿reclamar qué? ¿para qué? Pongámonos de acuerdo y después es más fácil trabajar por un objetivo. Salvo por un grupito, pienso que se puede lograr.


- ¡Ese sería un logro muy importante a través de los años! Otro tema importante sobre el que queremos preguntarte, es el rol fundamental de las escuelas en el desarrollo de la cultura y el idioma. La importancia del mismo, para poder relacionarnos con las colectividades de otros países, con personas que no podemos hacerlo por el hecho objetivo y real de que el nivel del idioma es muy bajo, tanto en los colegios secundarios como en los primarios. ¿Qué podemos hacer como colectividad, para que se mejore ese nivel, tanto cultural como idiomático?

- Con otros docentes toda la vida reflexionamos sobre ésto. Decimos que no alcanza, ideamos nuevos métodos y alternativas… Pienso que, en el estudio del idioma inglés, el francés y el alemán, por ejemplo, son los gobiernos de esos países los que mandan no sólo los libros, sino un sistema de enseñanza de la lengua, un programa de educación para hablantes no nativos, etc…y en nuestro caso debería ser igual. Lo debe promover el gobierno, porque empleará un método distinto, que no siempre es eficiente. Para mí esto tiene que ser mucho más global, reunir realmente a los genios: al que sabe hacer un buen libro, a un buen músico, un terapeuta, un pedagogo, un ilustrador, un informador, todos los mejores que en la diáspora del mundo debe haber. No sólo que cada comunidad convoque un pedagogo, un escritor, un ilustrador. Si se convoca a profesionales de todo el mundo, seguramente nos vamos a encontrar con los mejores. Además son muy pocas las horas de armenio que tiene cada colegio, especialmente en la secundaria. En primaria tampoco son suficientes, pero bueno, en la secundaria son realmente muy pocas. Lo que sí creo, es que los colegios mantienen las tradiciones y el ámbito armenio, el entusiasmo. Lo que no pueden llegar a mantener como quisieran, es el idioma.



- Cambiando de tema, hay fechas que son polémicas en la colectividad: el 28 de mayo, 21 de septiembre, 29 de noviembre. ¿Qué opinás de esas fechas?

- De las que más me gustan a mí está el 21 de septiembre porque significa independencia y libertad. No sé cuánto logramos de independencia y cuánto de libertad realmente, pero Armenia vuelve a ser una república libre e independiente como las demás repúblicas del mundo. El 28 de mayo pienso que también es un hito importante porque marcó los límites de la república que después fue República Socialista Soviética. Es también importante. El 29 de noviembre… es la fecha en que empezó la Unión Soviética, es la época en que terminó la primera república independiente de 1918. Para mí la más importante es el 21 de septiembre, ahora, que cada institución festeje la suya de acuerdo a sus opiniones y sus partidos políticos me parece bárbaro, no hay nada de malo en éso. Todo el mundo quiere el bien de Armenia, no importa que algunos festejen el 28 de mayo, 21 de septiembre o 29 de noviembre.


- Es decir que no creés que el 29 de noviembre sea una fecha de toda la comunidad.

- No, no. A mí personalmente, me parece que la URSS le hizo mucho bien a Armenia, que sin ella no hubiéramos llegado a consolidarnos como república ni como armenios. Nos hubieran fagocitado las otras naciones. La URSS para mí fue una época, hasta puedo decir gloriosa, por todo lo que les comenté: la cultura, la arquitectura, hubo nuevas viviendas que no había, caminos, ferrocarriles, etcétera. Todo eso fue parte de una época brillante.


- Para ir terminando, ¿qué reclamos tenemos que hacer por el Genocidio Armenio? Todos sabemos que el mundo habla del reconocimiento, mientras que en Argentina, tuvimos el orgullo de la sentencia contra el Estado turco diciendo que el mismo cometió un genocidio contra el pueblo armenio. ¿Cómo debemos avanzar como colectividad y qué es lo que tenemos que reclamar en un futuro a nivel nacional y a nivel mundial como diáspora? ¿Y cuál es tu reflexión con respecto al Juicio por la Verdad que se hizo acá y que llevó adelante la Fundación Luisa Hairabedian?

- El reclamo por el Genocidio, por su reconocimiento, es un reclamo por los Derechos Humanos y éso es lo que lo pone a nivel internacional. Los derechos humanos son un reclamo de toda la humanidad. Nosotros pedimos también por otros genocidios y toda la humanidad se hará eco también por el reconocimiento del nuestro. Personalmente creo que lo que tenemos que reclamar es que Turquía lo reconozca y que a modo de resarcimiento, mínimamente restituya territorios y dinero, por haber perpetrado semejante genocidio.


- Entonces, ¿qué pensás de la “reparación” del Genocidio?

- Me parece que tiene que haber reparación, que devuelvan el Ararat por lo menos, que paguen como pagó el gobierno alemán a los judíos. Alguna forma de restitución tiene que haber. Ahora, yo pienso que uno de los temas casi excluyentes que une a todas las juventudes de la comunidad armenia sea el Genocidio. Está bien que de éso se ocupe un grupo, pero otro grupo importante se tiene que ocupar del desarrollo actual de Armenia: qué se puede hacer, qué fábrica se puede poner, qué nuevos emprendimientos pueden llevarse a cabo.... Bárbaro, sigamos reclamando, es nuestro derecho, nos corresponde, es una herida abierta todavía y está impune. Pero si nosotros ocupamos todas nuestras energías en el Genocidio, los jóvenes se van a reunir y van a hablar de eso en vez de hablar de que podemos plantar un bosque, hacer una fábrica, llamar a todos los armenios del mundo… El tema del Genocidio acá es preponderante. Ustedes conocen mis clases, lo vemos, pero no es lo único. Tiene que haber energía dedicada a otras cosas, energía creativa en proyectar cosas a futuro.Hay que hacer algo para revitalizar a Armenia.


- Última pregunta. ¿Cuál es la situación de Garapagh? Sabemos que tenés una visión clara, sos una mujer muy informada. Queremos saber cómo se vive hoy día en la región, en Stepanaghert y Shushí, cómo se relacionan con el pueblo de Armenia y de su interior.

- Garapagh es el lugar más lindo del mundo y la gente también es muy buena, no es sólo el lugar o el paisaje. La gente es noble, hay muchísima menos corrupción. La ciudad es más tranquila, más bella, todo el mundo que va a Stepanaghert se enamora. Es todo más transparente. Garapagh hoy es una república libre e independiente igual que Armenia, lo único que Garapagh no está reconocida internacionalmente. Tiene su presidente, su parlamento, sus ministros, su ejército, su moneda, su constitución. Su objetivo es unirse a Armenia pero no se unen hoy porque todavía está en conflicto, todavía no se firmó el tratado de paz sino el de cese de fuego en mayo del 94. Si Garapagh se une a Armenia, ésta queda involucrada en el conflicto oficialmente. Es todo lo mismo porque la misma plata que entra a Armenia va para Garapagh, el presupuesto es el mismo. El programa educativo también, los profesores van y vienen, el jefe de la Iglesia es el mismo, Karekín II. Ahora ni siquiera hay aduana como antes, es todo lo mismo. Ya no hay más fronteras. La zona liberada pasa a ser parte de Garapagh, está todo unido. Hay más gente que va a poblar Garapagh que los que van a repoblar Armenia. Si hay alguien que va para allá, piensa en ir a Garapagh primero. Por ejemplo, ahora, también hay muchos sirios que se fueron a vivir ahí, por lo menos momentáneamente, y están tratando de reubicarlos en los pueblos.


- Para finalizar, queríamos agradecerte por esta entrevista, por inaugurar esta nueva sección, y si querés transmitir un mensaje a los lectores del Nor Sevan y de Nuestra Voz Juvenil.

- Me encanta la Juventud de la Unión Cultural Armenia. Es una juventud que estudia mucho, debate y se interesa por lo armenio…tienen mucho entusiasmo. ¡A lo mejor es el baile el que le imprime ese entusiasmo a todo el grupo! Son muy pensantes, críticos, y lo que me gusta, es que no son tan fanatizados, que lo que hay que decir lo dicen pero civilizadamente. Les deseo mucha suerte en esta nueva sección que empieza y que el periódico crezca y sean ustedes grandes periodistas además de sus trabajos habituales.

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