El fascismo turco no descansa
Una joven militante del Partido Democrático de los Pueblos fue asesinada ayer en Izmir. Así, los ataques y las agresiones contra las fuerzas revolucionarias y las minorías nacionales se profundizan.
Redacción NOR SEVAN
Mientras el presidente turco Recep Tayyip Erdogan sigue siendo recibido por los líderes de las principales potencias internacionales (Estados Unidos, Unión Europea y Rusia) como un interlocutor válido en las distintas mesas de diálogo y negociaciones, su gobierno fascista sigue llevando adelante su política panturquista a nivel interno y externo.
Por fuera de sus fronteras, la Turquía de OTAN no sólo sigue ocupando ilegalmente territorios de otros países vecinos (Siria, Irak, Libia), sino que también realizan todo tipo de acciones militares, ocasionando cientos de muertos y la destrucción de ciudades y poblados. Según dónde y con quién es el conflicto, cuenta con el apoyo de Estados Unidos, Rusia, la Unión Europea o el sionismo. Además, financia a los grupos terroristas y cuenta con su organización extremista, los Lobos Grises, que opera en distintas ciudades -principalmente europeas- persiguiendo y asesinando a militantes revolucionarios y a dirigentes de las distintas minorías nacionales y sociales que luchan por una Turquía plurinacional, confederada, democrática y socialista.
Y en el interior de Turquía, el fascismo no descansa. Mientras el autoproclamado sultán Erdogán mantenía encuentros en Europa y en "la vecina y hermana Azerbaiyán", uno de sus fanáticos fascistas alimentado a diario por la propaganda y el accionar gubernamental ingresó ayer armado al Comité Provincial de Izmir (Esmirna) del Partido Democrático de los Pueblos (HDP), asesinó a la joven dirigente Deniz Poyraz, de 38 años, y prendió fuego el local.
Según la agencia Mezopotamya, Poyraz recibió seis balas. En el informe pericial se determinó que el agresor realizó disparos contra los cuadros de los dirigentes del HDP, las ventanas y la sala principal de reuniones. "No tengo conexión con nadie. Entré al edificio y disparé, porque odio al PKK (Partido de los Trabajadores del Kurdistán)", expresó el asesino.
El criminal Onur Gencer es un ex trabajador de la salud, tiene 40 años, y en las redes sociales publicó innumerables fotos suyas armado. Fue detenido en el Comité del HDP por la policía, que al escuchar los disparos realizados en la calle antes de ingresar -la dependencia policial se encuentra enfrente del edificio- rodeó la manzana.
El medio Anadolu informó que Gencer comunicó a la policía en su declaración de ayer que "si hubiera habido otras personas, también les disparaba". Asimismo, dijo que su familia reside en el distrito de Gaziemir, que es soltero y no hizo el servicio militar, pero que en 2020 sirvió en Siria como oficial de Salud. Seguramente allí fue contactado por los servicios de inteligencia de Turquía y por los grupos terroristas (en las fotos de las redes sociales posa haciendo el saludo de los Lobos Grises).
Por su parte, el apoderado del HDP Mahfuz Güleryüz aseguró que desde hace meses vienen denunciado las agresiones verbales -incluso físicas- y las amenazas de las que son objeto en Izmir, y las autoridades nunca hicieron nada. "Este ataque era obvio", enfatizó dolido el dirigente kurdo.
En este sentido, el diputado del HDP Murat Çepni exclamó: "Nuestra camarada Deniz Poyraz fue asesinada. Esta no es la primera vez que atacan a la organización provincial de İzmir, han habido muchos intentos de provocación". "Este ataque tuvo lugar a pesar de que hay una dependencia policial justo enfrente del partido. Es un ataque organizado. Vemos como día a día el gobierno trata de desencadenar el odio racista y nacionalista contra nuestro partido. El propio Palacio y el Ministerio del Interior son responsables del ataque. Haremos las presentaciones legales necesarias y llamamos a todos los pueblos a sumarse a la lucha", denunció el parlamentario.
También, la copresidenta del partido en la región Pervin Buldan denunció el ataque organizado por el fascismo. "Queremos que todos sepan que nuestro corazón arde con el martirio de nuestra camarada Deniz, pero no mantenemos erguidos y con la cabeza alta, no nos arrodillaremos", manifestó frente al edificio del HDP. La líder kurda subrayó que "un asesino fue enviado aquí hoy para llevar a cabo una gran masacre. Pero por casualidad, solo estaba Deniz adentro. Si nuestros compañeros hubieran venido aquí hace media hora o si el asesino hubiera llegado media hora más tarde, aquí se hubiera producido una gran masacre". "Los responsables de este crimen son, por supuesto, los que dirigen este país: el AKP (Partido Justicia y Desarrollo) y su socio menor el MHP (Partido Movimiento Nacionalista)", aseveró.
Desde distintos rincones de Turquía y el mundo llegaron mensajes de solidaridad para con la familia y los camaradas de Deniz y de repudio al ataque, pero no hubo ningún comunicado oficial ni declaración pública por Erdogan o por algún funcionario del gobierno.
El Partido Democrático de los Pueblos es objeto de ataques de todo tipo por parte de la estructura del Estado fascista turca desde 2015. Además de los numerosos asesinatos cometidos contra sus militantes, el HDP sufrió el encarcelamiento de sus copresidentes, de decenas de diputados nacionales, gobernadores, intendentes, diputados provinciales y regionales y concejales. Muchos de sus periódicos fueron clausurados y sus sedes partidarias atacadas.
En definitiva, el plan neotomano y panturquista del auto proclamado sultán Erdogan sigue desarrollándose, mientras las potencias hacen oídos sordos. Las decenas de pueblos que habitan Turquía, el Cáucaso y Medio Oriente son víctimas de su accionar genocida.
