"El objetivo es controlar la Gran Ruta de la Seda"
Para varios politólogos rusos, en Armenia, a pesar de la"asociación estratégica"firmada con Estados Unidos, son concientes de la fundamental importancia de las relaciones con Rusia para el desarrollo económico del país.

Redacción NOR SEVAN
El politólogo y director del Centro de Investigación Política de Estados Unidos, Mikhail Tilman, afirmó que "el trabajo activo de Estados Unidos con el actual liderazgo de la República de Armenia es un reflejo de la estrategia norteamericana para controlar la Gran Ruta de la Seda", uno de los componentes principales de la política de relaciones económicas y políticas de China con los países de las regiones asiática, medio oriente, transcaucasia y balcanes.
En cuanto a los pasos a seguir por la administración Trump en el Cáucaso Sur, para el experto ruso la misma se llevará adelante "en el contexto de la estrategia general de política exterior de Trump, que está ligada a tres componentes principales. El primer componente es que Estados Unidos centrará su dominio en el hemisferio occidental. El segundo es el intento por controlar las rutas comerciales mundiales. Y el tercero, es la preservación del dólar como moneda de reserva mundial".
Según Tilman, en el mundo existen sólo cuatro rutas comerciales. "Las tres primeras son marítimas, pero la cuarta es la Gran Ruta de la Seda y el Cáucaso Meridional forma parte precisamente de este camino. Por lo tanto, es importante para los estadounidenses infiltrarse o controlar, de alguna manera, al menos parte de este camino. Este será su objetivo. Por tanto, el trabajo activo de la administración anterior con el actual liderazgo armenio es un reflejo de la estrategia estadounidense para controlar la Gran Ruta de la Seda. Y en este sentido, es poco probable que la política de Trump sea radicalmente diferente de la política de la administración anterior, ya que aunque su interés radica en algo ligeramente diferente, sigue siendo la misma historia: el control de las rutas comerciales", puntualizó Tilman.
Armenia-Estados Unidos, Rusia-Irán
El politólogo ruso Artur Ataev hizo referencia a la firma casi simultánea de los acuerdos de asociación estratégica entre Armenia y Estados Unidos, por un lado, y entre Rusia e Irán, por el otro. Ante esta realidad, según él, es importante para los dirigentes de Armenia mantener la tendencia de cooperación con Rusia en el ámbito del desarrollo económico.
"El líder actual de Armenia está claramente posicionando su rumbo hacia la integración euroasiática y el abandono del espacio político y militar asociado con Rusia. Todo esto lo dice abiertamente, tanto a nivel internacional como nacional. En mi opinión personal, nada bueno le sucederá a Armenia, porque según el Primer Ministro Nikol Pashinian, Armenia deja de cooperar política y militarmente con Rusia, pero sigue siendo su socio económico. Pero no todo es tan simple, porque como dice el Viceprimer Ministro de Rusia, Alexey Overchuk, junto con la intensidad de la entrada de Armenia en territorio occidental, habrá otra intensidad: la salida de Armenia del Espacio Económico Euroasiático. En este sentido, la declaración de Overchuk da motivos para suponer que Armenia no saldrá ganando. Y ahora para Armenia, además del factor político-militar, el factor económico es clave. Dudo que Pashinian hubiera podido lograr tal victoria si Armenia no hubiera tenido crecimiento económico", dijo Ataev, dejando en claro que el crecimiento económico se debió a su relación con Rusia.
Sin embargo, el vicepresidente del Comité de Asuntos Internacionales del Consejo de la Federación de Rusia, Andrei Klímov, comentó, luego de la reunión del ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, con su homólogo armenio, Ararat Mirzoyan, que "al parecer, en Ereván todavía entienden que la actual prosperidad económica de Armenia está garantizada en gran medida por las relaciones bilaterales con nuestro país y no tanto con la Unión Económica Euroasiática".
Klímov describió sin tapujos el momento actual de Armenia y agregó: "Según tengo entendido, no tienen prisa por romper relaciones con nosotros sin recibir algunas garantías concretas -no sólo verbales- y algunas bonificaciones materiales de sus actuales socios occidentales. Es difícil decir algo por ahora, porque después de todo, las decisiones en Armenia no las toma su ministro de Asuntos Exteriores, él sólo transmite posiciones. Pero en cualquier caso, es útil que la gente se reúna, hable, intercambie opiniones, escuche las distintas posiciones".
Para Klímov, "si bien todavía es difícil decir a qué conducirá esto", se mostró optimista y dijo que el encuentro Lavrov-Mirzoyan, al menos "aportó cierta claridad". "No en vano Lavrov afirma que es muy importante mantener un diálogo directo y no utilizar rumores, publicaciones de los medios ni cualquier otra información. Es decir, esta diplomacia de megáfono es, por supuesto, generalmente inaceptable en tales relaciones. Veamos cómo y qué sucederá en la práctica, porque los zigzags que nos muestra Ereván, por supuesto, son difíciles de explicar desde la perspectiva del sentido común", subrayó Klímov.
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